Igartua, el futbolista pelotari
Una enfermedad le retir¨® con 30 a?os y a los 36 gan¨® un bronce mundial en el front¨®n
El Athletic estrena presidente en Vigo, y eso me recuerda la peripecia de un jugador hoy algo olvidado. Emergi¨® en el Athletic junto a Clemente. Como a este, una lesi¨®n le sali¨® al paso.
Igartua y Clemente nacieron con seis d¨ªas de diferencia. Debutaron juntos ante el Elche, en la 68-69, y acabaron la temporada ganando la final de Copa, precisamente ante el Elche, con la ¨²ltima alineaci¨®n de memoria del Athletic: Iribar; Saez, Echeberria, Aranguren; Igartua, Larrauri; Argoitia, Uriarte, Arieta II, Clemente y Rojo.
Larrauri se retrasaba a la defensa y el medio campo lo activaban Igartua y Clemente. Activos, en¨¦rgicos, entusiastas, enamoraron a San Mam¨¦s. Clemente ten¨ªa un juego m¨¢s pizpireto, con su precisa pierna izquierda. Igartua era un trueno, un ir y venir constante, buen reparto y unos casta?azos tremendos con las dos piernas. Admiraba tanta fortaleza en un juvenil. El Pirri del Athletic, le dec¨ªan, con solo 18 a?os.
Como a Clemente, se le cruz¨® una lesi¨®n grave. Ocurri¨® en Vigo, por una entrada de Pedrito, el 11 de octubre del 71. Iba a tirar a puerta, Pedrito le entr¨® duro y ¨¦l no lleg¨® a tocar el bal¨®n. Son¨® un chasquido. Fractura de tibia. Ten¨ªa 20 a?os.
- Estuve tres meses escayolado hasta la ingle. Entonces las cosas eran as¨ª, la medicina era otra. Lesiones que hoy son poca cosa entonces te compromet¨ªan mucho.
(En los sesenta, el Athletic gan¨® cinco finales de juveniles consecutivas. Le sal¨ªan los jugadores como churros, saltaban al primer equipo enseguida, val¨ªan¡ Pero les pegaron mucho. Lo mismo que a Clemente y a Igartua le pas¨® por esos a?os a Lav¨ªn, cuya carrera se cort¨® pronto por las patadas).
Tard¨® en volver, aunque lo consigui¨®, pero ya no era lo mismo. Les cost¨® coger el ritmo, ven¨ªan dolores... Pas¨® de figura emergente a disputar el puesto, a veces con la desconfianza del entrenador. A Pavic no le gustaba y ¨¦l lo not¨®, as¨ª que pidi¨® irse. Entonces exist¨ªa el derecho de retenci¨®n y no le dejaron. Solo hab¨ªa una manera de liberarse: jugar un a?o sin cobrar ficha. Decidi¨® tomar ese camino al empezar la 75-76.
Ese curso el Celta estaba reci¨¦n descendido a Segunda, con la obsesi¨®n de subir. Empez¨® mal y tras la novena jornada destituy¨® a Mariano Moreno y contrat¨® para el banquillo a Carmelo Cedr¨²n, el m¨ªtico antecesor de Iribar en la meta del Athletic. Carmelo vio en Igartua una pieza buena para el ascenso. El Celta pag¨® cuatro millones y all¨¢ que se fue.
Socio de Clemente en el medio campo, a los 18 a?os ya era conocido como el Pirri del Athletic
Justo en el campo en que hab¨ªan empezado sus desdichas reencontr¨® la paz. Pedrito estaba de segundo entrenador, pero no hablaron de aquello. Con Carmelo, que le utiliz¨® de interior para limitar algo su recorrido, el equipo pas¨® 19 jornadas seguidas invicto, mand¨® en la categor¨ªa y ascendi¨®, junto al Burgos de Juanito. Igartua se hizo ¨ªdolo en aquel campo que le hab¨ªa visto salir quebrado cinco a?os antes.
- ?Qu¨¦ cosa es subir! ?Toda la ciudad vibra como con nada! ?El futbolista que no ha estado en un ascenso no sabe lo que es eso!
El segundo a?o le toc¨® ir a San Mam¨¦s. Se sinti¨® extra?o, pero solt¨® un zurriagazo de los suyos, que Zald¨²a, portero ese d¨ªa, no alcanz¨®, pero se lo anularon por fuera de juego posicional de un compa?ero. La temporada no se dio bien. Al Celta le falt¨® gol hasta el punto de que el m¨¢ximo goleador fue el portero, Fenoy, que tiraba los penaltis. El Celta baj¨®.
- Me quiso el Valencia, pero me tiraba la tierra. En el Alav¨¦s hab¨ªa un buen proyecto y fui para all¨¢.
Pas¨® cuatro a?os all¨ª, rozando el ascenso sin conseguirlo. Tuvo entre sus compa?eros a Valdano, Zubizarreta, Se?or y a aquel Badiola que se desgraci¨® en el Corona de Arag¨®n, del que tuvo que saltar por la ventana el d¨ªa que iba a fichar por el Zaragoza.
- Me fue bien, pero entonces me apareci¨® una espondilitis. Con 30 a?os tuve que retirarme.
Pero no hab¨ªa dicho su ¨²ltima palabra en el deporte. Recobr¨® la afici¨®n por la pelota, que hab¨ªa practicado mucho de chaval. Eso le era m¨¢s llevadero. Y tan bien jugaba, que el a la saz¨®n seleccionador, el argentino Jorge Utge, un mago de la pelota, le enrol¨® para los Mundiales de Vitoria.
- Yo ten¨ªa 36 a?os, pero me insisti¨® tanto que acept¨¦. Fui de pareja con un navarro, Joaqu¨ªn Arbeloa, y sacamos el bronce, contra los franceses.
Aquello fue sonado. Igartua otra vez en los titulares. ¡°El futbolista pelotari¡±.
Como no puede parar, hoy tira de la bici.
- Caminar me saca dolores, aunque a veces voy a por setas, con mi hijo. Pero en la bici voy flotando en el aire, me duelen menos la rodilla y la cadera, y ah¨ª me desfogo.
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