El Levante no perdona al peor Barcelona

Denis Su¨¢rez, un solista repescado a ¨²ltima hora, ya puesto en el escaparate del mercado de invierno, dispuesto a dejar ma?ana mismo el Bar?a, evit¨® el jaque mate al Rey de Copas en campo del Levante. Apareci¨® el gallego cuando desfallec¨ªa el Barcelona y se gustaba el Levante, y forz¨® el penalti despu¨¦s de una jugada preciosa que supuso el 2-1. No perdon¨® Coutinho en su ¨²nica acci¨®n de m¨¦rito a pesar del esfuerzo de Aitor Fern¨¢ndez.

La representaci¨®n de la Masia y de los suplentes dej¨® en muy mal lugar al Barcelona. No acierta el club con los jugadores que elige de la cantera o no hay promesa que valga para el Camp Nou: tanto Miranda como Chumi fueron sustituidos por Valverde. M¨¢s reprobable result¨® todav¨ªa la actuaci¨®n de figuras como Coutinho y Malcom. Nadie hubiera dicho ayer que Coutinho cost¨® 160 millones, el fichaje m¨¢s caro en la historia del Barcelona, y a¨²n no se sabe muy bien qu¨¦ pinta Malcom en la plantilla de Messi. Ambos cotizaron muy a la baja en la Copa despu¨¦s de ser ya relegados en LaLiga.

Aunque el Bar?a se ha ganado el derecho a gestionar la Copa como le parezca por su condici¨®n de campe¨®n las ¨²ltimas cuatro ediciones, ocho veces finalista en diez a?os, ganador de 30 t¨ªtulos y vencedor de 21 eliminatorias consecutivas, Valverde present¨® una alineaci¨®n de mucho riesgo en el Ciutat de Val¨¨ncia. Jugaron los azulgrana sin su columna vertebral (Ter Stegen, Piqu¨¦, Jordi Alba, Messi y Luis Su¨¢rez) ni delantero centro (el club no cuenta con Munir porque se niega a renovar) y con una defensa in¨¦dita por la presencia de dos futbolistas del B (Chumi y Miranda) y de Murillo, reci¨¦n fichado del Valencia.

Tantas novedades afectaron a la estabilidad del equipo, a rebufo desde el inicio, cuando Ale?¨¢ concedi¨® una falta lateral muy tonta que Cabaco cabece¨® a la red despu¨¦s que la pelota fuera muy bien templada por Rafinha. Las llegadas del Levante se suced¨ªan con tanta frecuencia que a nadie le extra?¨® el segundo tanto marcado por Borja Mayoral despu¨¦s de un buen pase de Boateng. El delantero ghan¨¦s funcionaba mejor como asistente que como rematador, doblemente reducido por Cillessen, el ¨²nico que supo coger el sitio en un equipo perdido, descosido y peleado con la pelota, porque Miranda no es Jordi Alba y Coutinho tampoco se parece a Messi.

Muy t¨ªmido, quiz¨¢ espantado, el lateral del filial no cerraba bien y perdi¨® adem¨¢s el cuero en el 2-0. Tampoco el brasile?o consegu¨ªa tomar la bola y armar el juego del Bar?a. Coutinho es ahora mismo un futbolista insustancial, extraviado en la cancha, sin confianza, v¨ªctima de un ataque de p¨¢nico para desespero de Valverde. No hab¨ªa l¨ªnea de pase en el Barcelona. Viv¨ªan los azulgrana exclusivamente de la energ¨ªa de Arturo Vidal. A partir de las sacudidas del chileno, los barcelonistas equilibraron la contienda despu¨¦s de la concesi¨®n de los dos goles y alcanzaron posiciones f¨¢ciles para el remate, especialmente por parte de Malcom y Demb¨¦l¨¦.

No acertaron entonces los delanteros azulgrana con el tiro, bien defendidos por Aitor Fern¨¢ndez, el portero del equipo de Paco L¨®pez. A pesar de las rotaciones, sin Bardhi, Roger ni Pier, el Levante siempre tuvo m¨¢s sentido de equipo que el Barcelona. La falta de efectividad de los muchachos de Valverde anim¨® las transiciones del Levante y el encuentro se convirti¨® en un ida y vuelta entretenido para la hinchada del Ciutat de Val¨¨ncia.

Al entrenador no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir en el descanso porque la defensa no era fiable y Demb¨¦le no tiraba desmarques, incapaz de asimilar la funci¨®n de 9. El se?alado fue Miranda, sustituido por Sergi Roberto. El diestro pas¨® a ejercer de lateral zurdo para certificar que no hay recambio para el internacional Jordi Alba. A efectos barcelonistas, ya no se trataba de jugar para ganar el partido sino para salvar al menos la eliminatoria con vistas al encuentro de vuelta del pr¨®ximo jueves en el Camp Nou.

A pesar de ganar intensidad, al Barcelona le perd¨ªa la impaciencia, reiterativo en las p¨¦rdidas de bal¨®n para suerte del Levante. Aguardaban en su campo los granota, siempre bien dispuestos a desplegarse a la contra, mientras segu¨ªa corrigi¨¦ndose Valverde. El segundo cambio fue la entrada de Lenglet por Chumi, el segundo jugador del filial que hab¨ªa formado en el once titular del Barcelona.

Necesitaban un gol los barcelonistas y el entrenador entend¨ªa que el equipo precisaba recuperar antes la posici¨®n, el equilibrio y la autoridad frente a un adversario reanimado por la aparici¨®n del excelente Morales. Nada m¨¢s pisar la hierba, el delantero qued¨® mano a mano con Cillessen. El bal¨®n, sin embargo, sal¨® por encima del larguero, tocado por el meta del Barcelona. El encuentro apuntaba m¨¢s hacia el 3-0 que al 2-1 cuando compareci¨® Denis Su¨¢rez por Malcom y se busc¨® la vida, consciente de su soledad, necesitado de aire, como si fuera un esp¨ªritu ya libre, inalcanzable hasta que fue abatido en el punto de penalti y provoc¨® el 2-1. Un alivio para el gallego y sobre todo para el Bar?a.