Las futbolistas argentinas pelean por la profesionalizaci¨®n
Macarena S¨¢nchez ha recibido amenazas de muerte despu¨¦s de demandar a su club para que reconozca el v¨ªnculo laboral
En 2012, con 20 a?os, la argentina Macarena S¨¢nchez dej¨® su ciudad natal, Santa Fe, y se fue a vivir a Buenos Aires para jugar en uno de los cuatro grandes clubes de f¨²tbol femenino, el UAI Urquiza. Como delantera, sali¨® cuatro veces campeona nacional y logr¨® el tercer puesto en el m¨¢ximo certamen continental, la Libertadores. Pero nunca firm¨® un contrato ni obtuvo un sueldo como jugadora porque, sobre el papel, el f¨²tbol femenino en Argentina no es profesional sino amateur. S¨¢nchez se ha puesto sobre sus espaldas una tarea cicl¨®pea: revertir esa realidad y lograr que las futbolistas gocen de los mismos derechos laborales que cualquier otro trabajador.
El pasado 5 de enero, durante las vacaciones, su entrenador la llam¨® para decirle que no contaba con ella para la segunda mitad de la temporada. Como no era un despido formal, no recibi¨® ninguna indemnizaci¨®n. Por el mismo motivo, tampoco pudo recurrir al sindicato de futbolistas. Pero dos semanas despu¨¦s S¨¢nchez acudi¨® a la Justicia. "Intim¨¦ al club para ser regularizada y reconocida como jugadora profesional, y a la AFA (Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino) para que interceda", cuenta S¨¢nchez en su casa.
Hace 20 a?os que juego al f¨²tbol. Siempre viv¨ª exclusi¨®n y discriminaci¨®n. Desde que inici¨¦ la denuncia de p¨²blico conocimiento no paro de recibir mensajes con insultos y agravios, pero todo tiene un l¨ªmite. Hoy me lleg¨® este mensaje: pic.twitter.com/N0uXjOMpkl
— Maca S¨¢nchez (@Macasanchezj) February 9, 2019
"El reclamo no est¨¢ bien hecho porque al no tener contrato la AFA no es responsable", responde Jorge Barrios, al frente de la Comisi¨®n de f¨²tbol femenino de la instituci¨®n. "No son jugadoras profesionales. Para que la AFA pueda reconocer el v¨ªnculo laboral tiene que haber contrato", insiste Barrios. En la actualidad, los clubes se limitan a presentar una lista de buena fe con los nombres de las jugadoras que integran sus equipos, al igual que se hace en el f¨²tbol amateur. Desde el UAI Urquiza se han negado a hacer declaraciones, a excepci¨®n de repudiar las amenazas contra S¨¢nchez.
"Constantemente nos dicen que somos amateurs y la realidad es que no. Nos exigen como profesionales porque no podemos faltar a entrenar, nos cuidamos fuera de la cancha como cualquier deportista de alto rendimiento y vamos incluso enfermas a entrenar porque sabemos que no ir nos puede perjudicar", se?ala S¨¢nchez. Hasta que la despidieron, la delantera del UAI Urquiza recib¨ªa como ¨²nico pago 400 pesos (10 d¨®lares) mensuales para los viajes diarios de ida y vuelta al club.
La futbolista explica que los equipos grandes ¡ªBoca Juniors, River Plate, UAI Urquiza y San Lorenzo¡ª "tienen un sistema que encubre la relaci¨®n laboral" que consiste en dar trabajo a las jugadoras en alguna entidad que depende del club y al que tienen que renunciar una vez que el v¨ªnculo cesa. "Ese (trabajo) s¨ª est¨¢ en blanco, ah¨ª s¨ª ten¨¦s aporte (a la seguridad social) y un sueldo b¨¢sico", aclara.
Que triste escuchar tantos millones por un jugador y saber que el femenino ganamos 3 mil pesos por mes ???¡â?
— Belen Potassa (@belenpotassa) January 10, 2019
Adriana Sachs, defensa de la selecci¨®n argentina de 24 a?os, realiza tareas de limpieza en el UAI Urquiza. "Ac¨¢ no es profesional y por ende no podemos vivir del deporte, de lo que nos gusta realmente hacer", lamenta Sachs. "Hacemos much¨ªsimo sacrificio sin ninguna recompensa y sin que nos reconozcan nada, sabiendo que dormimos pocas horas, ya que trabajamos, entrenamos y muchas de las chicas tambi¨¦n estudian. Se van de sus casas a las seis de la ma?ana y vuelven a las once de la noche o m¨¢s tarde. Algunas tenemos suerte de que el club nos d¨¦ la posibilidad de un departamento para poder dormir y descansar y un trabajo de pocas horas, pero eso pasa en poco clubes", agrega.
Hoy, la ¨²nica salida profesional que tienen es irse al extranjero. "En Argentina, los tres a?os que estuve en Boca ten¨ªa un vi¨¢tico que me daba el club m¨¢s la obra social [cobertura m¨¦dica]. Antes de eso jugaba en Estudiantes de La Plata, donde lamentablemente yo pagaba para jugar y eso que el club estaba en Primera", dice desde Madrid Ruth Bravo, fichada el a?o pasado por el Club Deportivo Tac¨®n, actual l¨ªder de la Segunda divisi¨®n espa?ola. "Yo ac¨¢ me dedico solo a estar bien y a entrenarme para estar cada vez mejor. Esto no significa que me estoy salvando la vida, pero s¨ª que puedo disfrutar de jugar y dedicarme a seguir creciendo, cosa que en Argentina no pasa", destaca Bravo.
Esta jugadora, que luce el dorsal ocho de la selecci¨®n, celebra que por primera vez vayan a jugar amistosos internacionales para prepararse de cara al Mundial que se disputar¨¢ el pr¨®ximo junio en Francia. Cerca de 15.000 personas las alentaron en noviembre durante el partido de repechaje contra Panam¨¢. La clasificaci¨®n, la primera en 12 a?os, les dio mucha visibilidad pero no mejor¨® sus condiciones laborales. Para la profesionalizaci¨®n en Argentina "faltar¨ªa poner plata y hacerle contrato a las jugadoras", opina Bravo.
Otro de los problemas es que las instalaciones son deficientes, admite Barrios. "Faltan lugares f¨ªsicos donde las chicas puedan entrenar y no hay muchas canchas con iluminaci¨®n artificial", apunta el responsable del f¨²tbol femenino en la AFA. En su opini¨®n, la profesionalizaci¨®n que reclaman las jugadoras requiere de patrocinadores, como Iberdrola en Espa?a, y duda que aparezcan hasta que Argentina no salga de la crisis que atraviesa. "Lamentablemente la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs hace que sea cada vez m¨¢s dif¨ªcil mantener la publicidad. Soy presidente de un club (de f¨²tbol masculino, el Estudiantes de Buenos Aires) y este a?o ya se nos cayeron tres publicidades", explica.
F¨²tbol mixto desde la escuela
"M¨¢s temprano que tarde el f¨²tbol femenino va a ser profesional pero es un largo camino porque venimos con una diferencia de 60 a?os con los varones", opina Marisa P¨¦rez, presidenta de Macfut, una organizaci¨®n que promueve la inclusi¨®n de mujeres en el f¨²tbol. Para reducir esa diferencia, P¨¦rez pide promover el f¨²tbol mixto en las escuelas primarias y fuera de ellas. En los ¨²ltimos a?os ha crecido el n¨²mero de ni?as que quiere jugar, pero muchas no encuentran clubes dispuestos a aceptarlas ni ligas en las que competir. Ese iba a ser el caso de Candelaria Cabrera, una ni?a de ocho a?os que se desesper¨® cuando su club, Hurac¨¢n de Chab¨¢s, le comunic¨® que no podr¨ªa seguir jugando cuando cumpliese nueve porque a esa edad estaban prohibidas las formaciones mixtas y tampoco hab¨ªa equipo femenino. Despu¨¦s de una gran campa?a medi¨¢tica, abanderada por las jugadoras de la selecci¨®n, la liga local extendi¨® hasta los 10 a?os los equipos integrados por ambos sexos.
"Que triste escuchar tantos millones por un jugador y saber que el femenino ganamos 3.000 pesos (76 d¨®lares) por mes", lament¨® el pasado 10 de enero en Twitter Bel¨¦n Potassa, compa?era de Sachs en el UAI Urquiza y en la selecci¨®n. Ese d¨ªa se hab¨ªa difundido el fichaje del colombiano Jorman Campuzano por Boca Juniors por unos cuatro millones de d¨®lares. Las m¨¢s de 400 respuestas al mensaje de Potassa reflejan el machismo que rodea al f¨²tbol en Argentina: en su mayor¨ªa son hombres que se burlan de ella y le contestan que el f¨²tbol femenino no le importa a nadie ni genera dinero. A S¨¢nchez la insultan a diario y hasta la han amenazado de muerte. "Hay muchas personas enojadas por tus denuncias. Hay bastante dinero por tu cabeza. Vas a morir muy pronto", recibi¨® en un mensaje an¨®nimo que ya es investigado por la Justicia.
El interior, excluido
Desde el a?o pasado, el f¨²tbol femenino en Argentina tiene Primera divisi¨®n, con 16 equipos, y Segunda, con 20. Todos ellos pertenecen a la capital argentina, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Rosario. Los clubes del resto del pa¨ªs compiten en ligas locales y est¨¢n excluidos de participar en competiciones internacionales.
@ClubLujanFem @PilarFutbolC @PrensaRealPilar ??????? pic.twitter.com/FUkl5QhMLh
— Futbolistas Argentinas (@futbolistasarg_) February 10, 2019
S¨¢nchez, oriunda de Santa Fe, una ciudad a 450 kil¨®metros de Buenos Aires, recuerda lo dif¨ªcil que fue empezar a jugar ah¨ª. "Me miraban como si fuese un bicho raro que est¨¢ ah¨ª jugando un deporte que no es suyo", dice sobre sus primeros partidos, en la plaza cercana a su casa, con seis a?os.
A los ocho, sus amigos pudieron entrar en escuelas de f¨²tbol, pero ella no encontr¨® lugar hasta los 15, en el equipo de la Universidad Nacional del Litoral, donde pod¨ªa entrenar pero no jugar porque no era estudiante. "No hab¨ªa ni siquiera liga y sab¨ªa que me ten¨ªa que venir a Buenos Aires para estar m¨¢s cerca de la profesionalizaci¨®n, porque en el interior es much¨ªsimo m¨¢s precario", asegura S¨¢nchez.
"Desde chiquitas nos dijeron que no ¨ªbamos a poder, que el f¨²tbol no era nuestro ambiente", cuenta. Persever¨® y jug¨® durante siete a?os en la capital argentina. Alentada por el movimiento feminista ¡ª "que ha ayudado un mont¨®n a que las mujeres levantemos la voz, dejemos de lado el miedo y empecemos a pedir lo que nos corresponde"¡ª juega el partido m¨¢s dif¨ªcil: conseguir la profesionalizaci¨®n del f¨²tbol femenino.
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