Chasco monumental del Madrid

No es una letan¨ªa cualquiera: a menudo, en el f¨²tbol no hay m¨¢s l¨®gica que la il¨®gica. C¨®mo explicar si no que el mejor equipo de 2019 se llevara un sonoro azote del peor conjunto en lo que va de a?o. Ocurri¨® en una asombrosa ma?ana en Chamart¨ªn, a la que el Real Madrid llegaba plet¨®rico como nunca tras su paso por el Camp Nou, el Metropolitano y el Johan Cruyff. Tan a favor le soplaba el viento que Solari dio carrete a jugadores como Asensio, Marcelo, Ceballos y Odriozola. Los dos primeros hoy exigidos por la inopinada competencia a principio de curso de chicos como Vinicius y Reguil¨®n. Ellos, los sublevados que han catalizado la remontada, fueron los elegidos para un descanso en un d¨ªa de aparente fogueo rival. Solari hab¨ªa tenido ojo a la hora de explorar una v¨ªa que sacara del letargo al Madrid que arranc¨® sin mordida la temporada. Y la gente se lo tom¨® con tal naturalidad que en la soleada ma?ana capitalina el p¨²blico respondi¨® de forma mayoritaria. Parec¨ªa que el madridismo se hab¨ªa sacudido el tormento con el que cerr¨® 2018. Y el chasco fue de ¨®rdago, monumental. Hist¨®rico para el Girona, especializado en sacudir a los grandes, como ya hiciera con el propio Madrid, el Atl¨¦tico y el Bar?a.

El conjunto de Eusebio lleg¨® a Madrid afligido de lo lindo desde que le tocara afrontar un enero de a¨²pa, con dos pulsos con el Atl¨¦tico, otros dos coperos con el Madrid y un peaje liguero con el Bar?a. Demasiado para el Girona. Nada que ver con el equipo recreativo de principios de temporada. En busca de otra receta, Eusebio articul¨® en el Bernab¨¦u un 4-5-1, con idea de blindarse frente a las parejas exteriores de su adversario: Odriozola-Lucas y Marcelo-Asensio. El plan se vino abajo durante una hora, cuando Lucas y Asensio interpretaron que deb¨ªan rastrear rutas interiores y dejar los pasillos para los laterales. Con el nuevo observatorio, el Madrid cambi¨® los centros al ¨¢rea ¡ªdonde apenas existe la diana de Benzema¡ª por los pases dentro del ¨¢rea. Una exquisitez de Lucas, un autopase, permiti¨® al gallego plantarse ante Bono, que respondi¨® bien a la emergencia. El Madrid apretaba, aunque con un volumen m¨¢s bien bajo, consecuencia de la falta de jugadores ilustrados a la hora de cambiar de ritmo, caso de Vinicius y el sancionado Modric.

Un c¨®rner fruto de una pifia de Alcal¨¢ deriv¨® en el tanto descorchador de Casemiro. Bono despej¨® con un pu?o y Kroos tuvo otra ocasi¨®n de enroscar la pelota a la cabeza de Casemiro, que remat¨® con aplomo. Benzema tuvo el 2-0 a un pulgar, pero no lleg¨® al centro de Odriozola.

Pese a que no se hab¨ªa desplegado un Madrid para fardar, su gobernanza no hac¨ªa presagiar que las pasar¨ªa canutas tras el descanso. No logr¨® aumentar el marcador y a la hora emergi¨® el Girona. Lozano, relevo de Porro, lo mismo que Aleix Garc¨ªa de Pere Pons, fue el despertador. En una misma jugada vislumbr¨® por dos veces el empate. Lozano le gan¨® el salto a Odriozola ¡ªfr¨¢gil en esa suerte del juego¡ª y exigi¨® lo mejor de Courtois. El rechace del meta belga le cay¨® a Aleix. Solo era gol, gol o gol, pero el hombre, solo frente a la red, dispar¨® al segundo anfiteatro. O m¨¢s arriba. Por incre¨ªble que parezca tras esa ocasi¨®n no se hundi¨® el cuadro visitante, sino que lleg¨® el inesperado desconcierto de los locales.

En su crecida, el Girona encontr¨® dos calzadas por las que amenazar a su oponente. Explot¨® la debilidad defensiva de Odriozola y Marcelo e indag¨® por las espaldas de Casemiro. De repente, los avisos del Girona eran constantes, solo frustrados los de Eusebio por Courtois y los postes. Un cabezazo del poderoso Stuani rebot¨® en el palo derecho de la meta madridista y el tiro de Douglas lo despej¨® Sergio Ramos con las manos. Penalti y tarjeta para el capit¨¢n, ya entonces, antes de ver la segunda amarilla, suspendido para la visita al Levante, en la jornada previa a recibir al Bar?a. Stuani no fall¨® el indiscutible penalti. La gente se frotaba los ojos, ya con Vinicius y Bale al quite. Pero el duelo giraba a pies de Portu, Stuani, Lozano, Granell... El primero revent¨® la escuadra izquierda de Courtois justo antes de que Lozano volviera a poner los focos sobre el portero belga, que acert¨® a despejar el cabezazo del hondure?o, pero no lleg¨® al de Portu, que se adelant¨® a Marcelo. El Girona tra¨ªa de cabeza al Madrid, sobresaltado en cada jugada a¨¦rea.

El conjunto de Solari apel¨® a la heroica final sin ¨¦xito. Ramos pag¨® con una segunda amarilla una chilena con la que casi patea la cara de Stuani. Y Courtois tuvo el empate con un cabezazo terminal que se fue por un me?ique. Lo que quiz¨¢ se fue para siempre fue el sue?o liguero del Madrid. Ahora habr¨¢ que medir el grado de espejismo de la que parec¨ªa una escalada en toda regla.