Cristiano Ronaldo: ¡°Yo tengo cinco Champions, el Atleti cero¡±
En su regreso a Madrid, el portugu¨¦s firma un partido discreto en ataque y se encara con la grada
Ausente en el ¨¢rea del Atl¨¦tico, presente en el ¨¢rea de la Juve. Si la mano de Oblak le neg¨® a Cristiano Ronaldo su gol en el Wanda, la mala fortuna lo se?al¨® en el grito final del Atl¨¦tico. Intent¨® dos remates, el primero en el amanecer del duelo, el segundo sobre la bocina. Compareci¨® un movedizo CR en el Metropolitano, pero sin ¨¦xito. Eso s¨ª, contribuy¨® a mandar un bal¨®n a la red: el remate final de God¨ªn toc¨® en el portugu¨¦s antes de colarse en la porter¨ªa de Szczesny para el 2-0.
Sab¨ªa Cristiano que su regreso a Madrid no ser¨ªa acogedor. Nunca lo fue cuando le toc¨® visitar el campo del Atl¨¦tico, se vista de anfitri¨®n en el Vicente Calder¨®n o en el Metropolitano. El portugu¨¦s hab¨ªa acudido en una sola oportunidad a la nueva casa de los rojiblancos, en noviembre de 2017: en el primer derbi madrile?o en el Wanda. Los n¨²meros de CR frente al Atl¨¦tico invitaban a la tranquilidad de Massimiliano Allegri: 22 goles en 31 duelos. Solo a dos equipos espa?oles le estamp¨® m¨¢s dianas, Sevilla (27) y Getafe (23). Pero como en el cl¨¢sico en el Camp Nou, a CR le motiva jugar en tierra colchonera: 12 goles al Bar?a en la capital catalana, 10 al Atl¨¦tico en el Calder¨®n. Sin embargo, se hab¨ªa quedado mudo en el Wanda, y tampoco pudo marcar en esta ocasi¨®n.
No enga?¨® Allegri en la previa: Dybala salt¨® al campo de entrada. El 10 argentino, socio preferido de CR, es como su Benzema de Torino. Dybala, por ejemplo, nunca lleg¨® a generar qu¨ªmica con Messi en la selecci¨®n argentina. Dicen en la Albiceleste que el cordob¨¦s nunca entendi¨® los silencios del azulgrana, pero s¨ª ha congeniado con el histri¨®nico portugu¨¦s. Conectaron de entrada. Se muestran juntos en las redes sociales, realizan los calentamientos entre ellos. Una sociedad que se extiende en el campo. Los gestos de protesta del portugu¨¦s cuando un compa?ero no atiende a sus peticiones, no alcanzan a Dybala. Se respetan, se buscan, se hablan, sobre todo ante el Atl¨¦tico. Allegri coloc¨® al 10 en la banda derecha cuando la Juve ten¨ªa el bal¨®n, de falso 9 en defensa. Mientras Cristiano y Mandzukic se abr¨ªan a las alas para replegar. Las estad¨ªsticas dicen que CR es el m¨¢ximo goleador (19) y asistente (10) del calcio. N¨²meros de hemeroteca, como casi siempre. Cosechados, en cualquier caso, con una actitud m¨¢s pasiva que activa en Italia. Todo lo contrario en el Wanda.
Una falta envenenada
Cristiano andaba inquieto frente al Atl¨¦tico. La movilidad de los tres delanteros bianconeri no incomod¨® a la zaga rojiblanca. La pizarra de Simeone alej¨® a Dybala y Mandzukic del ¨¢rea, misma jaula para Cristiano. El 7 solo asust¨® a Oblak con una falta directa. Sello del portugu¨¦s, sac¨® un disparo envenenado, invitaci¨®n para una nueva parada de lujo del portero rojiblanco. Y despu¨¦s¡ silencio. La que no estuvo callada fue la hinchada del Atl¨¦tico, especialmente furiosa con el 7, que respondi¨® se?alando con la mano el n¨²mero cinco, por sus cinco Champions, cuatro con el Madrid y una con el United.
Al acabar el partido, cuando desfilaba por delante de los periodistas para abandonar el Wanda, el portugu¨¦s volvi¨® a hacer referencia a los cinco cetros continentales que ha ganado. ¡°Yo tengo cinco Champions; el Atleti, cero¡±, dijo un par de veces mientras le requer¨ªan, con paso diligente y sin detenerse, ense?ando otra vez cinco dedos y un rosco.
No era su primera visita a Madrid este curso. El 22 de enero lleg¨® a la capital para declararse culpable de fraude fiscal. No lo olvid¨® la hinchada del Atl¨¦tico. Cada vez que el 7 tocaba el bal¨®n, el Wanda ard¨ªa; los decibelios aumentaron despu¨¦s de que CR protestara una falta de Juanfran. ¡°?Cristiano paga a Hacienda!¡±, ¡°?Cristiano es un moroso!¡±, chill¨® la afici¨®n rojiblanca.
Se fue de Chamart¨ªn en silencio. As¨ª volvi¨® al Wanda. Se qued¨® mudo Cristiano en el Metropolitano, cerca del KO en la Champions, el t¨ªtulo que desea el portugu¨¦s y la familia Agnelli.
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