Agon¨ªa y victoria del Oporto
El equipo portugu¨¦s derrota a una paup¨¦rrima Roma gracias a un penalti se?alado al videoarbitraje cuando la eliminatoria se dirig¨ªa a los penaltis
Cuatro a?os despu¨¦s vuelve el Oporto a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Con esfuerzo y merecimiento, cuando parec¨ªa un equipo muerto por tanta brega. Le auxili¨® el videoarbitraje para se?alar un penalti casi sobre la bocina y castigar a una Roma pacata que apenas oblig¨® a Casillas. Mezcl¨® el apuro con la cordura el Oporto para acometer la desventaja de un gol que tra¨ªa de la ida y desnud¨® a la Roma, que ven¨ªa de ser vapuleada en el derbi contra el Lazio, lleg¨® a Portugal hecha unos zorros y se fue peor.
OPORTO, 3 - ROMA, 1
Oporto: Casillas; Eder Milit?o (Maxi Pereira, m. 102), Felipe, Pepe, Alex Telles; Ot¨¢vio (Hern?ni, m. 93), Danilo, Herrera, Corona (Brahimi, m. 69); Marega y Tiquinho Soares (Fernando Andrade, m. 79). No utilizados: Van¨¢, Adri¨¢n y ?liver Torres
Roma: Olsen; Karsdorp (Florenzi, m. 55), Manolas, Juan Jes¨²s, Marcano (Cristante, m. 77) (Schick, m. 95), Kolarov; Nzonzi, De Rossi (Pellegrini, m. 44); Perotti, Zaniolo; y Dzeko. No utilizados: Mirante, Santon, Florenzi e El Shaarawy.
?rbitro: C¨¹neyt ?akir (Turqu¨ªa). Amonest¨® a Herrera, Danilo, Pepe, Karsdorp, Dzeko, Zaniolo
Goles: 1-0. m. 26. Tiquinho Soares; 1-1. m. 37, De Rossi, de penalti; 2-1. m. 52, Marega; 3-1, Alex Telles, de penalti, m. 116.
Estadio do Drag?o. 49.029 espectadores.
No le hab¨ªa ido mejor al Oporto en el cl¨¢sico de O Drag?o contra el Benfica, pero se aliment¨® de la ilusi¨®n de la remontada, que no es un ejercicio habitual en el club: apenas ha ganado cinco de las veinte eliminatorias europeas en las que perdi¨® en la ida a domicilio. Esta vez s¨ª que disfrut¨® de esa dulce miel. Gan¨® por generosidad y por despliegue, por hacer padecer durante largos minutos a la Roma, que para empezar fue incapaz de salir con la pelota de su campo, sin herramientas ante una presi¨®n que tampoco parec¨ªa especialmente activa en la recepci¨®n, pero s¨ª en las l¨ªneas de pase. Se desgast¨® el Oporto, y casi lo paga en el ep¨ªlogo, para que de inicio se jugase cerca del ¨¢rea de su rival y encontr¨® as¨ª el hilo del partido, siempre con Corona en la gambeta y el remate, con el equipo volcado hacia el flanco izquierdo.
Y sufri¨® la Roma por m¨¢s que todo lo bueno que asomaba en el Oporto se estropease en las ¨²ltimas decisiones. Anclado con tres centrales, en realidad con una l¨ªnea zaguera de cinco en la que los laterales no se desdoblaban, la Roma se limit¨® a restar y a minimizar errores. Ni eso consigui¨®, atropellada por la codicia de los delanteros del Oporto en una salida de bal¨®n que Marega, con su corpach¨®n, trabaj¨® para perseguir la acci¨®n, irse al suelo a la altura de la medular y montar una respuesta tan fugaz como efectiva porque movi¨® su corpach¨®n para sisar, darle el bal¨®n a Corona, levantarse, doblar a su compa?ero y centrar a la boca de gol para que Tiquinho Soares empujase a la red.
El estadio explot¨®. Y no es poco porque en escasos lugares aprietan m¨¢s que en la casa del drag¨®n, que goza de una sonoridad singular y una afici¨®n entregada al ruido y la intimidaci¨®n. No es una visita c¨®moda para un equipo delicado. Esa es la Roma de Di Francesco, h¨¦roe hace un a?o en la Champions y ahora al filo de la destituci¨®n. Y eso que el partido tuvo un giro que le ayud¨®. El cotizado Eder Milit?o, central que tras la llegada de Pepe se alinea como lateral derecho, se pas¨® de frenada ante Perotti y lo envi¨® al piso. La t¨ªpica falta de mediocampo, s¨®lo que estaba en el ¨¢rea. De Rossi se fue al punto de penalti y reedit¨® un duelo a?ejo con Casillas. El meta espa?ol le hab¨ªa parado un penalti en la inolvidable tanda que cambi¨® la historia del f¨²tbol espa?ol una noche de junio de hace casi once a?os en el Prater vien¨¦s. Luego volvieron a verse en 2013, en la Copa Confederaciones, tambi¨¦n con las selecciones. Ah¨ª marc¨® De Rossi, pero tambi¨¦n cant¨® victoria al final Casillas. Como en esta ocasi¨®n.
Porque el Oporto no decay¨®, se rearm¨® tras la media parte. La Roma hab¨ªa perdido por lesi¨®n a De Rossi. Insistieron los locales, conectaron de nuevo Corona y Marega para que el delantero de Mali empatase la eliminatoria. Ah¨ª operaron de nuevo los entrenadores para rehacer sus equipos ante el nuevo orden que hab¨ªa impuesto el marcador. Sergio Concei?ao sorprendi¨®. Retir¨® a Corona para darle vuelo al impredecible Brahimi. Para entonces la Roma ya hab¨ªa renunciado a los tres centrales. El sacrificado fue el c¨¢ntabro Iv¨¢n Marcano, que se fue ovacionado por el campo que hasta el verano pasado le jale¨® como capit¨¢n de su equipo.
La Roma tuvo m¨¦rito: lleg¨® a la pr¨®rroga tras marcar un gol y sin obligar a que Casillas hiciese una parada. Y el alargue les dio vida porque se encontraron con un rival con la bater¨ªa en rojo. Solo ah¨ª pudieron tomar la iniciativa los romanos. Dzeko tuvo el pasaporte dos veces en la mano, la primera lo despreci¨® y la segunda se lo quit¨® Pepe bajo palos. Le falt¨® f¨²tbol a la Roma, pero ah¨ª ech¨® de menos sobre todo alma para irse a por un pase que jam¨¢s mereci¨® y que ten¨ªa delante. Sucedi¨® entonces lo inopinado. Fernando Andrade, un futbolista de 30 a?os que nunca hab¨ªa jugado en Primera hasta este a?o y que lleg¨® en enero al Oporto, acudi¨® a un remate al que nunca iba a llegar. Florenzi le agarr¨®, pero casi nadie reclam¨® la acci¨®n en un estadio que pide por todo. Pero la escrut¨® el VAR, el ojo que todo lo ve. Detuvo el partido y el turco ?akir acudi¨® a la pantalla. Era penalti. Lo lanz¨® ?lex Telles y tras 116 minutos el Oporto logr¨® la remontada que tanto trabaj¨® y mereci¨®.
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