El tenis socializa sus t¨ªtulos

A sus 18 a?itos, Bianca Andreescu estrujaba el trofeo de Indian Wells como si portase un malet¨ªn con un mill¨®n de d¨®lares. Para ser m¨¢s exactos, levantar ese considerable trozo de cuarzo le report¨® 1,3 y a la vez le situ¨® en primer plano, cuando hasta hace nada era una absoluta desconocida y figuraba en el puesto 152 del ranking. Ahora ha escalado 128 pelda?os, es la 24 del mundo y ha dejado a todo el mundo boquiabierto porque nadie imaginaba que una invitada de la organizaci¨®n se impondr¨ªa a todas las estrellas en el desierto californiano, plaza mayor en el mapa del tenis.

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¡®Doctor¡¯ Thiem

La rodilla sigue persiguiendo a Nadal

¡°Esto es una locura, algo surrealista¡±, repet¨ªa la canadiense, de origen rumano y superior en la final (6-4, 3-6 y 6-4, en 2h 18m) a la avezada Angelique Kerber, triple ganadora de Grand Slam y 13 a?os mayor que ella. ¡°Hace uno estaba en Jap¨®n, jugando torneos menores, y ahora soy¡­ ?Puedo decir la palabra? No, no puedo¡­ ?Soy la jodida (fucking) campeona de Indian Wells!¡±, expon¨ªa sin poder contenerse, porque lo suyo ha sido un pelotazo y de los gordos, muy similar al que protagoniz¨® el curso pasado, en el mismo escenario, la actual n¨²mero uno del circuito, la japonesa Naomi Osaka.

El triunfo de Andreescu viene a subrayar el desgobierno que existe en el tenis femenino desde hace a?os, expresado ahora en el reparto de los t¨ªtulos que se han disputado en este 2019. Han sido 13, y en todos ellos el trofeo qued¨® inscrito con un nombre diferente. Un reparto equitativo del pastel que contrasta con lo que ocurri¨® en el mismo tramo de 2018. Entonces, Elina Svitolina y Petra Kvitova ya acumulan dos triunfos cada una: una temporada m¨¢s atr¨¢s, la propia Svitolina y Karolina Pliskova tambi¨¦n se hab¨ªan adjudicado dos eventos, y hace un lustro ya hab¨ªan repetido a estas alturas Agnieszka Radwanska y Victoria Azarenka, ambas con dos premios.

La situaci¨®n conecta directamente con lo que ocurre en el circuito masculino: 19 campeones distintos en otras tantas citas. Gloria diversificada y una divisi¨®n llamativa, que concedi¨® su primer t¨ªtulo de un Masters 1000 a Dominic Thiem, sorprendido por haber batido a Roger Federer en un magn¨ªfico pulso, de poder a poder: 3-6, 6-3 y 7-5, despu¨¦s de 2h 03m). ¡°Lo que ha sucedido en los 10 ¨²ltimos d¨ªas parece irreal¡±, afirm¨® el primer austriaco que celebra un torneo de esta categor¨ªa desde que lo hiciera Thomas Muster en 1997. ¡°Hasta llegar aqu¨ª no hab¨ªa jugado bien y hab¨ªa tenido problemas, as¨ª que he convertido un inicio de temporada bastante malo en uno muy bueno¡±, comentaba el vencedor.

El a?o pasado, en el primer trimestre Federer, Roberto Bautista y Juan Mart¨ªn del Potro ya hab¨ªan festejado dos veces y un curso m¨¢s atr¨¢s ya eran cuatro los jugadores ¨CFederer, Grigor Dimitrov, Jo-Wilfred Tsonga y Jack Sock¨C que hab¨ªan hecho doblete. En 2013, Rafael Nadal hab¨ªa sumado tres torneos a su palmar¨¦s y Novak Djokovic dos, los mismos que Richard Gasquet y David Ferrer. Ahora, sin embargo, se atomiza el bot¨ªn y empujan m¨¢s fuerte los j¨®venes, a los que se les espera desde hace tiempo.

Mientras Nadal (32), Djokovic (31) y otros veteranos a¨²n no han probado bocado, veintea?eros como Daniil Medvedev (23), Laslo Djere (23), Reilly Opelka (21), Alex de Mi?aur (20) o Stefanos Tsitsipas (20) han conseguido metal. La din¨¢mica tiene paralelismo entre las f¨¦minas, con las j¨®venes pidiendo paso y derribando puertas, caso de Belinda Bencic (22), Naomi Osaka (21), Aryna Sabalenka (20), Sofia Kenin (20), Dayana Yastremska (18) y la novel Andreescu, sin¨®nimo de los nuevos vientos que se van filtrando.

¡°Esto es como un cuento de hadas. Es incre¨ªble ver mi nombre junto al de esas grandes campeonas. Las he visto por la televisi¨®n tantas veces¡­¡±, valoraba la canadiense, a la que le separan 19 a?os de la dominadora de la WTA en la ¨²ltima d¨¦cada, Serena Williams (38 el pr¨®ximo mes de septiembre). Mientras las nuevas hornadas reclaman ya un espacio protagonista, poco a poco se dibuja el relevo generacional que tanto est¨¢ costando en el deporte de la raqueta. A los t¨ªmidos indicios de 2017 y los primeros golpes de 2018, el a?o nuevo a?ade una partici¨®n igualitaria y pone de relieve nuevos rostros. Desde hace tiempo se ped¨ªa un cambio y este, al parecer, est¨¢ llegando.