Lenglet y Alba tambi¨¦n ganan LaLiga
Los defensas del Bar?a resuelven ante una desinhibida Real y acercan al t¨ªtulo a un equipo azulgrana m¨¢s eficaz que brillante
La luz de Messi es tan cegadora que a menudo no se repara en la importancia de muchos jugadores que iluminan al Bar?a. No hay partido en que no se d¨¦ la parada en el momento oportuno de Ter Stegen, el gol o desmarque decisivo de Luis Su¨¢rez o el escorzo de Piqu¨¦. Acciones que ayudan a ganar los encuentros sencillos y tambi¨¦n los complicados con m¨¢s o menos participaci¨®n del 10. Ning¨²n azulgrana merece sin embargo m¨¢s consideraci¨®n por su juego sin tacha, eficaz y al servicio del equipo que Lenglet. Tampoco hay un jugador m¨¢s fiable y solidario que Jordi Alba. Ambos certificaron el sufrido triunfo del Bar?a, que acab¨® tapado en su ¨¢rea ante la estupenda afrenta de la despreocupada Real. No fue un problema de desidia sino de ansiedad de los titulares de Valverde.
Apretado por el Atl¨¦tico, el Bar?a ha decidido ir a por Laliga tras el paseo que se dieron los suplentes en Huesca. Todav¨ªa quedan diez d¨ªas para recibir al Liverpool y que se sepa no hay fecha anunciada todav¨ªa para ninguna celebraci¨®n en La Rambla. As¨ª que se trataba de ganar a la Real y de viajar el martes a por la victoria en Vitoria. Mucho mejor jugar para ganar que aguardar a que el t¨ªtulo caiga por la derrota del Atl¨¦tico. Y el deseo se expresa a partir de la alineaci¨®n del sensato Valverde.
El t¨¦cnico se maneja tan bien ¨²ltimamente con las rotaciones que ha remitido el debate sobre la alineaci¨®n. No se pusieron reparos al descanso de Busquets, menos a que jugara Arturo Vidal y se aplaudi¨® que Demb¨¦l¨¦ fuera titular en vez de Coutinho. Al franc¨¦s le conviene jugar y coger el punto de forma si quiere ser protagonista en la Champions. A nadie le extra?¨® por tanto que Demb¨¦l¨¦ se arrancara con una carrera de 60 metros despu¨¦s de que sacaran de centro Messi y Su¨¢rez. No parec¨ªa un mal plan y, sin embargo, llegado el minuto 45 el marcador era de 0-0.
Jug¨® el Bar?a de salida con intensidad, excelente en la presi¨®n alta, solo preocupado por guardar la espalda de sus laterales, los dos exigidos por la profundidad de Juanmi y Oyarzabal. Aunque procur¨® tapar a los centrales para dificultar la salida de bal¨®n del Bar?a, la Real recul¨® un poco para tomar posiciones, enfriar el juego y reducir la agresividad del ataque azulgrana, tan intimidador como impreciso, destemplado por la noche desagradable: el viento mov¨ªa la pelota y el fr¨ªo creciente agarrotaba a los aficionados reunidos en el Camp Nou.
No romp¨ªa el partido por ning¨²n costado y la Real se puso a tocar y el Bar?a a contragolpear sin m¨¢s noticia en media hora que un tiro libre muy pl¨¢stico de Messi. No estaban finos los azulgrana, no sincronizaban los medios con delanteros y no asomaban los laterales, menos Alba que Semedo, demasiados desajustes para incomodar a la Real. El partido se puso tan bien para el plantel donostiarra que dispuso de una gran ocasi¨®n para marcar. Willian Jos¨¦ remat¨® fuera un rechazo de Ter Stegen despu¨¦s de un tiro de Juanmi. Las largas posesiones blanquiazules desquiciaron al Barcelona.
M¨¢s cerrado que abierto, no aparec¨ªa Demb¨¦le mientras Messi no acababa una jugada ante Rulli. A los azulgrana les pod¨ªa la prisa, demasiado impacientes, muy acelerados, reiterativos en la p¨¦rdida de la pelota, hasta que al filo del descanso se pararon en un c¨®rner botado por Demb¨¦l¨¦. Al centro acudi¨® Lenglet, preciso en su cabezazo: 1-0. La efectividad barcelonista es descorazonadora para muchos rivales, no para la pulcra Real.
No se entregaron los muchachos de Alguacil y persistieron en su jugada ensayada: picar la espalda de los defensas del Bar?a. Juanpi se filtr¨® por detr¨¢s de Piqu¨¦ y cruz¨® el pase interior de Merino ante Ter Stegen. La respuesta azulgrana, sin embargo, fue inmediata: Alba y Messi se intercambiaron los papeles y el lateral cruz¨® con la derecha una asistencia del 10. El tanto calm¨® el nerviosismo de una hinchada que le pas¨® factura a los malos modales de Coutinho. La rechifla fue notoria cuando apareci¨® el brasile?o por Demb¨¦le.
Los cambios no alteraron el paisaje del partido, muy equilibrado, porque al Bar?a le cuesta defender y descansar con la pelota y la Real no se cansaba de porfiar por el resultado pese a que no tenga nada que decir en la clasificaci¨®n de LaLiga. El sufrimiento azulgrana le dio la raz¨®n al fin y al cabo a Valverde. No hay que esperar sino que conviene ir a por el t¨ªtulo, a seis puntos a falta de cinco jornadas, con jugadores como Lenglet y Alba, decisivos ante un fatigado Messi.
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