Dos golazos invitan al Huesca a so?ar

El tiempo se le acaba al Huesca, que necesita atajos, los busca y por una vez encontr¨® ese camino que le permite so?ar con la permanencia porque encadena cinco jornadas sin perder y ha salido de la cola de la clasificaci¨®n. Al Eibar le plante¨® un partido ¨¢spero, de ritmo y juego directo, de coraje y sentimiento. Nada con lo que los chicos de Mendilibar debieran sentirse inc¨®modos. Y sin embargo lo estuvieron porque la urgencia se impuso (2-0) al sosiego. Desde su atalaya de los cuarenta puntos en la media tabla, al Eibar le falt¨® ese manto de agresividad que le confiere grandeza. No fue tan constante por los flancos como acostumbra, no jug¨® en campo de su rival y acab¨® derrotado, v¨ªctima de dos goles de bandera.

El Huesca ten¨ªa motivos para no dejarse domar porque a estas alturas los empates le sientan como derrotas. Llevaba cuatro consecutivos. En esta ocasi¨®n hizo lo preciso para vencer sin tacha. Madur¨® el partido, desactiv¨® al rival y cuando el Eibar pareci¨® estirarse le golpe¨® dos veces casi sin respiro. Sucumbi¨® el equipo vasco, descafeinado, incapaz de rematar entre palos hasta el minuto 53. Para entonces no es que el Huesca hubiese sido un torrente ofensivo, pero s¨ª que hab¨ªa mostrado mayor br¨ªo. Etxeita remat¨® a la cruceta un centro de Cucho Hern¨¢ndez sin apenas respuesta.

Mendilibar guard¨® en la jornada intersemanal a Orellana en el banquillo. Otro titular habitual, Sergi Enrich, apenas dispuso de veinte minutos. El devenir del partido oblig¨® antes del descanso a dos maniobras que no aguardaba el t¨¦cnico vasco. Kike Garc¨ªa y Pape Diop se tuvieron que marchar lesionados y hubo carrete para dos j¨®venes, Cardona y Mar¨ª. Cuando el Eibar quiso dar un paso adelante se encontr¨® con la centelleante r¨¦plica de su oponente, dos goles en cuatro minutos, dos bellezas: un remate con la espuela de Enric Gallego, que mostr¨® que es un delantero para lo grueso, pero tambi¨¦n para lo fino, y una volea sideral de Chimy ?vila en un doble ejercicio de precisi¨®n tanto en el saque de esquina que bot¨® Ferreiro como en el remate del futbolista argentino sin dejar caer la pelota.

El cielo se abri¨® y bajo una incesante lluvia se hizo fuerte el Huesca para defenderse lejos de su ¨¢rea. Le benefici¨® la tibieza del Eibar, que a falta de cuatro jornadas dej¨® sensaciones de equipo que se siente a salvo. No lo est¨¢. La historia del f¨²tbol est¨¢ plagada de decepciones de ¨²ltima hora en equipos que se cre¨ªan libres de contingencias. No es tiempo a¨²n para bajar los brazos aunque algo barruntaba Mendilibar, que antes de desplazarse a Huesca hab¨ªa avisado: ¡°Si jugamos como hemos entrenado, perderemos¡±.