Fuglsang se hace grande en Lieja

La Lieja-Bastogne-Lieja es la Cota de La Redoute, cuyo nombre lleva la imaginaci¨®n al equipo de Stephen Roche, a la venta por cat¨¢logo, a la globalizaci¨®n de la prehistoria, la ¨¦poca cultural que existi¨® antes de Amazon. La Lieja es la antig¨¹edad del ciclismo, el monumento m¨¢s antiguo. La primera vez que se corri¨®, hace 127 a?os, la bicicleta era un invento revolucionario, el primer veh¨ªculo democr¨¢tico; la ¨²ltima vez, el domingo 28, no nev¨® como hace 39 a?os, cuando Bernard Hinault reinvent¨® la ¨¦pica, pero llovi¨® e hizo fr¨ªo en la B¨¦lgica a la que a¨²n le duele la muerte de la miner¨ªa del carb¨®n y de los altos hornos.

El mal tiempo, el agua helada y los chubasqueros negros, y las caras de los ciclistas, desconocidas, la mirada desnuda, sin gafas, los llamaba tambi¨¦n al hero¨ªsmo, llamaba a Valverde, el ciclista m¨¢s viejo, cuatro veces ganador, que dijo que no, que le dol¨ªa el culo tras una ca¨ªda sufrida el jueves cuando se entrenaba despu¨¦s de la Flecha en la que le pic¨® una abeja; llam¨® a Fuglsang, que dijo que s¨ª, y muy fuerte, y atac¨® fuerte, dinamita de explosi¨®n tranquila e impepinable, a 15 kil¨®metros de la meta, y nadie puedo hacer otra cosa que admirarle, y sufrir por su destino, hasta que lleg¨® solo, como reclamaba el escenario, ciclista a la antigua, a la meta recuperada en el centro de Lieja.

La Lieja es La Redoute y tambi¨¦n es La Roche aux Faucons, la ¨²ltima de las 11 ascensiones (nueve cotas y dos cols) que endurecen los 256 kil¨®metros de La Decana. All¨ª, en el obst¨¢culo m¨¢s duro (1,3 kil¨®metros al 11% en el kil¨®metros 241, pasada la sexta hora de carrera, cuando hasta un puente de autopista es el Tourmalet, as¨ª de duro parece) se hizo grande Fuglsang, el dan¨¦s de 34 a?os que este a?o, el mejor de su vida, representa a la generaci¨®n pasada, esa cuya compa?¨ªa daba m¨¢s brillo a la efervescencia de los j¨®venes a los que les han salido los dientes ciclistas en el siglo XXI, a Alaphilippe, a Mathieu van der Poel. El nieto de Poulidor no corri¨® en Lieja; Alaphilippe, el dominador de la San Remo y la Flecha, s¨ª que parti¨®, y lo hizo con el dorsal n¨²mero uno de gran favorito. El mosquetero franc¨¦s iba pegado a Fuglsang, su compa?ero de escapadas habitual, en el momento de la arrancada del dan¨¦s: incapaz de aguantarle, prefiri¨® mirar para otro lado.

Antes de que la prueba entrara en sus kil¨®metros m¨¢s duros, a falta de casi tres horas, parsimoniosamente y con calma triste, Valverde se par¨® en el arc¨¦n, se quit¨® los guantes y esper¨® tranquilo la llegada del coche del equipo, en el que se refugi¨®. Acab¨® as¨ª el campe¨®n del mundo su 14? participaci¨®n en la Lieja, el monumento que le enamor¨® desde el primer d¨ªa y en el que so?aba con una quinta victoria, las mismas que el Can¨ªbal Merckx. La retirada de Valverde, que ya es duda para el Giro, la carrera que comienza dentro de 13 d¨ªas, fue suplida para el ciclismo espa?ol por los movimientos esperanzadores de Mikel Landa, la esperanza para el Giro, que mostr¨® un buen grado de preparaci¨®n y forma para el Giro, su gran objetivo. El alav¨¦s lleg¨® en un grupito a pocos segundos del segundo, el italiano Formolo, y termin¨® s¨¦ptimo.