Un piloto de pel¨ªcula
Niki Lauda siempre fue un ganador m¨¢s que un ¡®ferrarista¡¯ y no admit¨ªa que una escuder¨ªa con tantos recursos no ganara el Mundial
Niki Lauda fue un piloto de pel¨ªcula, no solo por ser el protagonista de Rush, el film del reconocido Ron Howard, sino por sus duelos milim¨¦tricos con James Hunt y Alain Prost, resueltos por un punto o medio punto; por sus carreras dram¨¢ticas, ninguna como la de N¨¹rburgring, en la que ardi¨® en llamas en su asiento hasta que le sac¨® Arturo Merzario; y tambi¨¦n porque le hablaba al patr¨®n con la misma dial¨¦ctica que el amo se dirig¨ªa a sus trabajadores de Maranello.
El d¨ªa que se puso al volante de un b¨®lido rojo, acabada la prueba, sentenci¨® ante el mismo Enzo Ferrari: ¡°No tiene usted nada m¨¢s que un precioso mont¨®n de mierda¡±, las mismas palabras que utiliz¨® para definir el coche que conduc¨ªa Fernando Alonso en el Gran Premio de Alemania de 2014. Lauda siempre fue un ganador m¨¢s que un ferrarista y no admit¨ªa, por tanto, que una escuder¨ªa con tantos recursos no ganara el Mundial. As¨ª se explica que fuera tricampe¨®n, dos veces con Ferrari.
¡°Hay miles de j¨®venes que saben rodar m¨¢s r¨¢pido que yo, pero yo piloto un Ferrari¡±, proclamaba Lauda, convencido de que un equipo con coraz¨®n italiano precisaba de la cabeza de un norte?o, tesis que se cumpli¨® despu¨¦s con Michael Schumacher y se ha roto con Sebastian Vettel, cuando a juicio del austriaco ¡°cualquier mono podr¨ªa conducir hoy un F¨®rmula 1¡±. Lauda escup¨ªa cuando se trataba de poner el coche a punto en Fiorano.
Muy directo, no marcaba las diferencias necesariamente en la pista con duelos ¨¦picos como los que sostuvieron Ayrton Senna y Alain Prost, sino que se impon¨ªa por el esmero con el que se preparaba, pionero en el gimnasio y la nutrici¨®n, profesional por excelencia en un deporte que entonces admiraba a los aventureros, representados por su gran rival, el brit¨¢nico Hunt. ¡°El motor no razona; el piloto s¨ª¡±, argumentaba, elogiado por su inteligencia por expertos que cuidaron de su carrera como Joan Villadelprat.
Exigente y calculador, nunca fue un rom¨¢ntico ni tampoco un relaciones p¨²blicas a pesar de que sab¨ªa ganarse a la gente que necesitaba para su causa, la de ser el n¨²mero uno. No fue casual que Ferrari ganara despu¨¦s de la llegada de Lauda ni tampoco que Mercedes domine hoy la f¨®rmula 1 si se tiene en cuenta que era su presidente no ejecutivo, asesor de Toto Wolff y valedor de Lewis Hamilton. Lauda era un hombre de verdades como pu?os.
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