Valverde se la juega por todos
La unidad del club est¨¢ pendiente de la imagen que d¨¦ el equipo azulgrana en la final ante el Valencia
Muy pocas veces un entrenador con el contrato renovado desde enero pasado hasta 2020 hab¨ªa sido tan ratificado como Ernesto Valverde. Al presidente no hace falta que le pregunten para defender al Txingurri en cada una de sus comparecencias. ¡°Es el entrenador que queremos; hablamos de un proyecto a medio y largo plazo. La planificaci¨®n para la pr¨®xima temporada ya est¨¢ en marcha desde hace tiempo¡±, reitera Josep Maria Bartomeu. Los empleados del club est¨¢n encantados con el sentido com¨²n y la naturalidad con la que act¨²a el t¨¦cnico del Bar?a. Y los jugadores valoran especialmente su capacidad de gesti¨®n, su saber hacer en un vestuario complejo e incluso sus lecturas t¨¢cticas, como qued¨® dicho por boca del capit¨¢n Leo Messi despu¨¦s del triunfo en el Villamar¨ªn, sede precisamente de la final de la Copa.
Y, sin embargo, se duda sobre Valverde. Hay la sospecha de que se trata de una estrategia convenida desde la directiva para que se den las mismas circunstancias que la pasada temporada despu¨¦s de la ca¨ªda de Roma. El equipo ha vuelto a salir muy mal parado de la Champions despu¨¦s de ganar LaLiga y la figura del t¨¦cnico es discutida antes de la disputa del t¨ªtulo copero contra el Valencia. A Valverde le mov¨ªan la silla antes de viajar a Madrid y la respuesta azulgrana fue un 5-0 ante el Sevilla. Ahora, una vez que no se ha podido corregir el fracaso europeo, la junta espera que se repita la liturgia ganadora ante el Valencia. No hay motivo para cuestionar al entrenador sino que es el propio entrenador el que se pone en cuesti¨®n en el Villamar¨ªn. Al ¨²nico que se le pedir¨¢n responsabilidades si falla el Bar?a es a Valverde.
El entrenador siempre fue el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil, y m¨¢s cuando se ofrece una imagen de unidad como hace el club desde el regreso de Anfield. Hasta el capit¨¢n ha comparecido junto con el presidente y el t¨¦cnico para alentar las expectativas sobre un noveno doblete tras perder un triplete que se daba por muy posible despu¨¦s del 3-0 con el Liverpool. El pacto estaba tan claro que no necesitaba escritura: la junta pagar¨ªa el oro y el moro a cada titular con la condici¨®n de que ganaran la Copa de Europa. Los futbolistas perdieron en Anfield y el club se ha quedado sin dinero, esclavo de unos contratos millonarios y al tiempo exigido por la necesidad de traspasar y de fichar a figuras como De Jong, posiblemente De Ligt y ya se ver¨¢ si Griezmann.
La reestructuraci¨®n ser¨¢ mayor o menor en funci¨®n de la imagen del Barcelona en Sevilla. As¨ª que los jugadores ya saben que si quieren continuar a gusto con Valverde necesitan completar un buen partido contra el Valencia. El Txingurri no necesita en cualquier caso actos de fe porque a buen seguro que si advirtiera que el problema es de banquillo renunciar¨ªa a continuar en el Camp Nou. Aguarda tambi¨¦n con ganas el partido porque aspira a renovar una credibilidad cuestionada por una parte de la hinchada, de la cr¨ªtica y tambi¨¦n de una parte de la propia directiva, que le recrimina ser a menudo demasiado previsible, poco atrevido, sin capacidad de sorpresa, siempre con el piloto autom¨¢tico puesto y reiterativo en los cambios de jugador por jugador: Arthur-Arturo, Sergi Roberto-Semedo o Coutinho-Demb¨¦l¨¦.
Ahora se le pide precisamente que sea m¨¢s rutinario que nunca y revalide el doblete de la temporada pasada ante un rival al que no ha podido ganar en el presente ejercicio: 2-2 en el Camp Nou y 1-1 en Mestalla. El drama de Valverde, un t¨¦cnico de curr¨ªculo intachable si se except¨²a su destituci¨®n en el Villarreal ¡ªclub en el que le hicieron la cama¡ª, nunca ha estado en LaLiga y la Copa sino en la Copa Europa. Hoy se la jugar¨¢ por todos, por la plantilla y por los directivos, por el barcelonismo, tan confundido que disputa su quinta final de Copa consecutiva con la presi¨®n de que solo puede perderla de manera que ganarla formar¨ªa parte de lo que es costumbre en el Txingurri. A expensas del liderazgo de Messi y sin alternativas en el banquillo, Valverde ser¨¢ el hombre a seguir en el Villamar¨ªn.
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