El silencio del ¡®delantero¡¯ Isco
El madridista, que ha regresado a la selecci¨®n en medio de la incertidumbre sobre su futuro, da menos pases en la era Luis Enrique e interviene menos en la iniciaci¨®n
Junto a la llamada de Santi Cazorla para estos dos partidos de clasificaci¨®n para la Eurocopa 2020, el del pasado viernes en las Islas Feroe (1-4) y el de este lunes ante Suecia (20.45, TVE-1), el regreso de Isco fue la otra novedad relevante de la lista de convocados. Sin comparecencias ante la prensa en lo que va de concentraci¨®n, el silencio y la discreci¨®n rodean la figura del jugador. Desde la concentraci¨®n de Espa?a describen su vuelta con normalidad y observan a un futbolista tranquilo y callado. Aislado de lo que ha sido su temporada y de lo que le puede deparar el futuro en el Real Madrid. ¡°Se le ha visto centrado, sabe de qu¨¦ va esto¡±, relatan en la federaci¨®n.
La selecci¨®n siempre ha sido un refugio para Isco frente a la monta?a rusa que describe su trayectoria en el club de Concha Espina. Su ausencia de la convocatoria de marzo, en la que La Roja se midi¨® a Noruega (2-1) y Malta (0-2), coincidi¨® con su momento m¨¢s delicado en sus cinco temporadas en el Madrid. Su negativa a subirse al autob¨²s de su equipo cuando tuvo conocimiento de que no estaba en la lista de convocados para el partido de vuelta contra el Ajax y sus reticencias a asistir a la charla t¨¦cnica le pusieron en el disparadero. Las varias insinuaciones de Santiago Solari sobre su trabajo diario tuvieron dos semanas despu¨¦s un hilo conductor en las palabras de Luis Enrique cuando anunci¨® la lista en la que por primera vez desde que asumi¨® el cargo no citaba al malague?o. A una pregunta que no era directa sobre la ausencia de Isco, el seleccionador respondi¨®: ¡°S¨¦ de sobra c¨®mo entrenan los jugadores, tengo fuentes suficientes para saber c¨®mo se comportan los jugadores en su d¨ªa a d¨ªa¡±.
Las interpretaciones a aquellas palabras que se?alaban como destinatario a Isco fueron secundadas en los despachos de la Ciudad del F¨²tbol. ¡°No es el momento ideal para llamarlo¡± argumentaban en la federaci¨®n. La respuesta de Isco, de 27 a?os, a su ca¨ªda de la convocatoria destil¨® un punto de autocr¨ªtica y de autoayuda: ¡°Lucha por tu oportunidad¡±, escribi¨® en las redes sociales. Para entonces, la destituci¨®n de Solari y la llegada de Zinedine Zidane ya le descubr¨ªan un panorama m¨¢s alentador. Con minutos de juego, Luis Enrique y su cuerpo t¨¦cnico no han dudado en reengancharle. Isco y Marco Asensio son los dos jugadores en los que el cuerpo t¨¦cnico de la selecci¨®n ven con m¨¢s capacidad de desequilibro. Los catalogan de jugadores ¡°diferenciales¡±, destinados a darle el brillo eficaz que aportaban Silva e Iniesta. En el 4-3-3, Isco se desenvuelve como falso extremo izquierdo. ¡°Isco es delantero¡±, respondi¨® Robert Moreno cuando fue cuestionado por la sequ¨ªa de los delanteros al t¨¦rmino del partido contra las Islas Feroe. La afirmaci¨®n son¨® a novedosa desde el punto de vista del clasicismo, que cataloga al malague?o como un mediapunta. ¡°No s¨¦ si en Suecia jugar¨ªa, pero para nuestro estilo es ideal porque juega muy bien entrel¨ªnas, encara, se gira y sabe finalizar. Si no fuera espa?ol habr¨ªa que nacionalizarlo¡±, le defendi¨® este domingo Moreno.
Pieza angular
En Torshvan, parti¨® del rinc¨®n izquierdo, pero se desenvolvi¨® con libertad por todo el frente de ataque en labores de enganche. La misma tarea y el mismo radio de acci¨®n que ha desempe?ado desde que Luis Enrique es seleccionador. Sin embargo, bajo la direcci¨®n del asturiano, Isco se involucra menos en las zonas de iniciaci¨®n de lo que lo hizo en el Mundial 2018, en el que abarc¨® m¨¢s espacio y m¨¢s bal¨®n. Isco se present¨® en Rusia como la gran pieza que deb¨ªa sustentar el juego ofensivo de la selecci¨®n. La destituci¨®n de Julen Lopetegui no vari¨® su rol. Fernando Hierro tambi¨¦n le concedi¨® todos los galones para acaparar la pelota. Las estad¨ªsticas son reveladoras. En la cita mundialista, contra Portugal dio 94 pases, contra Ir¨¢n, 105; contra Marruecos, 98; y contra Rusia, 147, incluida la pr¨®rroga. Con Luis Enrique no ha pasado de los 76 pases que dio el viernes en las Islas Feroe, la mayor¨ªa alejado de las zonas de iniciaci¨®n.
Se le vio tan pendiente de jugar entre l¨ªneas por el medio como de llegar al ¨¢rea por el lado contrario de la jugada. Ah¨ª gest¨® su gol, una fina rosca que se col¨® tras dar en el palo y en el meta. Antes le dio a Ramos el primer gol con un centro desde la derecha y colabor¨® en el segundo conectando con Aspas antes de que este asistiera a Navas. Cuando fue sustituido sali¨® al trote y en silencio fue chocando manos en el banquillo. El mismo silencio que ha envuelto su regreso a la selecci¨®n.
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