Mapi Le¨®n, la central que vigila hasta lo que pasa en la grada
La jugadora comprendi¨® en el Bar?a que all¨ª no se aplauden los despejes sino el salir jugando; en su primer Mundial manda desde el coraz¨®n de la zaga
Mapi Le¨®n fue la primera jugadora por la que se pag¨® un traspaso en el f¨²tbol espa?ol. El Barcelona abon¨® los 50.000 euros de su cl¨¢usula al Atl¨¦tico en 2017. Nacida en Zaragoza hace 23 a?os, empez¨® jugando en el Prainsa y luego se march¨® al Espanyol. Central en el equipo azulgrana, Jorge Vilda ha empezado tambi¨¦n ahora a colocarla en el centro de la zaga; normalmente en la selecci¨®n sol¨ªa jugar en el lateral. En el ¨²ltimo amistoso antes de arrancar el Mundial ¡ªcontra Jap¨®n en Le Touquet¡ª el seleccionador la emple¨® de central y ah¨ª repiti¨® contra Sud¨¢frica. Este mi¨¦rcoles contra Alemania en el segundo partido del Mundial, salvo lesiones de ¨²ltima hora, seguir¨¢ acompa?ando a Irene Paredes.
¡°Vilda me pide que sea contundente y pr¨¢ctica. Aqu¨ª tres puntos valen oro, ya que s¨®lo son tres partidos de la fase de grupo¡¡±, dice Mapi. ¡°Es que a veces pecamos de jugonas y tenemos que saber ser pr¨¢cticas, tenemos que saber cu¨¢ndo y d¨®nde hay que jugar. El m¨ªster nos pide que mordamos, que presionemos, que seamos muy intensas, que esto es el alto rendimiento y aqu¨ª lo que marca la diferencia es el equipo que quiere el bal¨®n, que quiere morder y marcar; la pachorra no existe¡±, desvela. Menos estando ella de por medio.
Su pelo rubio chill¨®n destaca en los entrenamientos, tambi¨¦n sus tatuajes y su iron¨ªa. ¡°?Eh, que no es la mami!¡±, se le oy¨® decir el otro d¨ªa sentada en la sala de prensa entre los periodistas cuando le preguntaron a la veterana Vicky Losada c¨®mo cuidaba del grupo y qu¨¦ consejos daba a las reci¨¦n llegadas.
Mapi se crio en Zaragoza. ¡°He estado siempre enganchad¨ªsima al deporte. Empec¨¦ con el voleibol con siete a?os y luego me pas¨¦ al f¨²tbol sala. Me gustaba todo, incluso el b¨¦isbol; el baloncesto era lo que no se me daba tan bien. Recuerdo acabar el cole a las cinco y pasarme jugando hasta las siete; luego ¨ªbamos mi hermano y yo con mi madre a hacer los deberes a la biblioteca que estaba al lado del colegio. As¨ª lleg¨¢bamos a casa con todo hecho¡±, rememora ahora. Su padre, Javier, es mec¨¢nico; la madre, Pilar, ama de casa. ¡°Lo son todo para m¨ª, siempre han intentado que seamos felices. Mi madre vino de familia pobre, le faltaron muchas cosas y tuvo que buscarse la vida; ha intentado darnos lo que ella no tuvo. Me han ense?ado a tener educaci¨®n, a pedir perd¨®n y a dar las gracias. Tambi¨¦n a ser felices, implicarnos y esforzarnos¡±, dice.
Si Mariona Caldentey entretiene a sus compa?eras en la concentraci¨®n tocando el piano, la central lo hace con los dibujos. Es su pasi¨®n, junto a los tatuajes. Nunca viaja sin su libreta verde, aunque lleva un par de semanas sin abrirla porque, dice, est¨¢ enganchada al libro La catedral del mar. ¡°Cuando era peque?a gan¨¦ un premio para ir a una escuela de arte, pero como a m¨ª me gustaba el f¨²tbol le dije a mi madre que no, que no me mandara, que yo pintar ya sab¨ªa y que lo que quer¨ªa era jugar al f¨²tbol¡±. La madre, que siempre le dio libertad, accedi¨® a que se decantara por su otra pasi¨®n, la del bal¨®n, y la apunt¨® al f¨²tbol. Empez¨® de extremo, la retrasaron al lateral y luego al centro de la zaga. ¡°Las cojas a la defensa¡¡±, suele bromear. ¡°Es por el mito ese de que si no metes goles te van echando para atr¨¢s¡±, explica.
Contra las apariencias
Es zurda, maneja muy bien la pelota, es buena en la salida de bal¨®n y sabe leer bien los partidos. F¨ªsicamente, adem¨¢s, hace sentir su presencia. ¡°Es que en el Bar?a no te van a aplaudir porque despejes el bal¨®n, sino cuando lo saques jugado. Ver el juego, controlar, mirar antes de recibir¡ tienes que estar avispada¡±, analiza. Se hace la escurridiza cuando se le pregunta si leer el juego es su mejor virtud. ¡°No sabr¨ªa decirte, es que no me gusta hablar de m¨ª misma. Pero s¨ª, leer el juego tanto ofensivo como defensivo es superimportante, igual que pensar antes de recibir. Yo siempre me quedo con lo que me dec¨ªa Villa [Villacampa, exentrenador del Atl¨¦tico que, despu¨¦s de su paso por China, entrenar¨¢ ahora al Athletic]: ¡®Cuando llegue el bal¨®n t¨² tienes que saber hasta si el de la grada est¨¢ comiendo pipas¡¯. Se me qued¨® grabado¡±, confiesa.
Podr¨ªa ser hasta una frase tatuable para ella, que sigue decenas de cuentas de tatuajes en Instagram. ¡°Vi a una chica que llevaba uno en el cuello, me impact¨® y decid¨ª hacerme uno all¨ª¡±, cuenta. La frase que lleva tatuada es: Looks can be deceiving [Las apariencias enga?an]. ¡°Me parece muy real en todo, en el f¨²tbol y en la vida. Desde que te encuentras a un hombre en la calle y si tiene tatuajes o mala pinta igual te da un poco m¨¢s de respeto que uno que va trajeado. Y no significa nada que vaya trajeado. A m¨ª no me gustan las mentiras y me da rabia los que te juzgan por las apariencias¡±, concluye.
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