¡°?Ojal¨¢ Kyrgios saque mucho por abajo!¡±

A las doce del mediod¨ªa, mientras Rafael Nadal a¨²n estaba poni¨¦ndose a punto antes de salir a la pista de entrenamiento, aparec¨ªa Nick Kyrgios enfundado en una sudadera de los Bulls de Chicago, con sus andares desidiosos y unos cascos enormes que le abstra¨ªan del ajetreo caracter¨ªstico de Aorangi Park durante esta primera semana de Wimbledon. En ese instante, nada m¨¢s tomar asiento con aparente despreocupaci¨®n, una hilera de c¨¢maras enfocaron al australiano porque este jueves ¨¦l y el espa?ol se medir¨¢n (hacia las 18.00, #Vamos) en una segunda ronda volc¨¢nica, proponiendo dos estilos profundamente antag¨®nicos: Nadal siempre ser¨¢ Nadal, y Kyrgios siempre ser¨¢ Kyrgios.

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Coincide todo el mundo en el extraordinario potencial (desperdiciado) del tenista australiano, y tambi¨¦n coinciden muchos en que de continuar por la misma l¨ªnea terminar¨¢ convirti¨¦ndose m¨¢s pronto que tarde en una causa definitivamente perdida. Son conocidos sus malos modos e infinidad de episodios grotescos que le han valido numerosas sanciones: insultos, burlas, gestos feos¡­ Y una retah¨ªla de aguijonazos dial¨¦cticos contra los rivales, con especial ¨¦nfasis ¨²ltimamente en Novak Djokokic ¨C¡°nunca ser¨¢ el GOAT (Great Of All Times), no soporto su forma de ser¡±¨C y el propio Nadal. ¡°No s¨¦ si me tomar¨ªa una cerveza con ¨¦l¡±, afirm¨® tras vencer en la primera ronda.

Garantiza siempre Kyrgios (24 a?os) la pol¨¦mica. Sin ir m¨¢s lejos, antes de desembarcar en The Championships fue sancionado por su comportamiento en el torneo de Queen¡¯s, donde acus¨® a los jueces de manipular el partido que disputaba frente a Felix Auger-Aliassime y luego lanz¨® una raqueta al aire que cay¨® cerca de los aficionados, a quienes dedic¨® adem¨¢s unas cuantas palabras malsonantes. Tambi¨¦n, sin que registrasen esto las c¨¢maras, se son¨® la nariz en una toalla que despu¨¦s entreg¨® a un miembro del personal de pista.

¡°Es cierto, en la pista se transforma¡±, explica a este peri¨®dico Carla Su¨¢rez, instantes despu¨¦s de compartir sesi¨®n preparatoria con el australiano, con quien ha hecho buenas migas. Hasta el punto de que Kyrgios, preguntado por qui¨¦n es el jugador o jugadora que m¨¢s le gusta, se?ala a la canaria. ¡°Me cae bien y yo a ¨¦l tambi¨¦n. Nos hemos visto muchas veces en los torneos y hab¨ªamos hablado alguna vez de jugar el dobles mixto¡±, cuenta la espa?ola, citada con Pauline Parmentier (14.00, Movistar+D) y que introduce un matiz llamativo: ¡°En la pista pierde el control, pero fuera de ella Nick es un chico muy amable y tranquilo, e incluso t¨ªmido¡±.

Carla Su¨¢rez: ¡°Es amable y tranquilo, incluso t¨ªmido¡±

En cualquier caso, Kyrgios supone casi a las primeras de cambio un reto importante para Nadal. ¡°Si nos lo hubi¨¦ramos encontrado en cuartos tendr¨ªa m¨¢s confianza¡­ Lo importante es que ma?ana [por el jueves] Rafa pueda hacer su juego y estar tranquilo, que lo estar¨¢ seguro¡±, responde a EL PA?S el preparador del mallorqu¨ªn, Francis Roig; ¡°puedo asegurar que saldr¨¢ a la pista como si jugara contra Sugita. Lo que ¨¦l mira es el potencial del otro jugador, lo que puede hacer. No mira el pasado, ni si hay una buena relaci¨®n o no la hay. ?l no tiene ning¨²n problema. Simplemente va a jugar y para nada va a salir m¨¢s motivado por el hecho de que sea Kyrgios el rival¡±.

Insiste el entrenador en que Nadal estar¨¢ a lo suyo, y que de ning¨²n modo entrar¨¢ en el juego que propone el australiano. ¡°Si Kyrgios quiere sacar por abajo, que saque¡­ Creo que es bastante mejor sacando por arriba que por abajo, pero si quiere hacerlo de la otra forma, que lo haga¡­ Me imagino que cambiarlo de un d¨ªa a otro es complicado, porque son automatismos que te salen, pero ¨¦l es libre de hacer lo que le parezca¡±, dice; ¡°Rafa debe ir a jugar su partido, y seguro que lo har¨¢, no tengo ninguna duda. No le va a afectar para nada¡±.

El efecto amplificador de las redes sociales

Suele Kyrgios plantear un compendio de excentricidades de las que no es f¨¢cil abstraerse, desde la actitud y la gestualidad, hasta las maniobras durante el juego. ¡°Mientras haga cosas legales, no hay ning¨²n problema. Cada uno que aproveche sus armas. ?Ojal¨¢ le pegue muchas veces por debajo y por un lado, y no est¨¦ pegando derechas y saques fuertes! Yo no he visto a ning¨²n campe¨®n hacer estas cosas, pero cada uno puede hacer lo que quiera¡±, a?ade Roig antes de un entrenamiento que transcurre solapado al del adversario, en la pista anexa. Ni un solo cruce de miradas entre Nadal y Kyrgios.

Antes de cerrar la conversaci¨®n, y preguntado sobre si el australiano (43 del mundo ahora) ha rebasado l¨ªmites insospechados, en lo que a marruller¨ªas se refiere, el barcelon¨¦s Roig concluye: ¡°Hoy d¨ªa, con las redes sociales todo se multiplica. Yo creo que McEnroe hac¨ªa shows, pero no se met¨ªa mucho con el rival. Hoy, las redes sociales te dan esa opci¨®n. Yo creo que se puede hablar del rival, pero siempre con respeto. El que habla mal de los dem¨¢s es el primer perjudicado, porque al final la gente se da cuenta de todo¡±.