Thomas a Egan: ¡°Has ganado el Tour de Francia, llora todo lo que quieras¡±
Los viejos que se resisten a dejar el escenario a los j¨®venes liderados por el colombiano que llegar¨¢ de amarillo a Par¨ªs, toman la ¨²ltima etapa: Nibali, de 34 a?os, gana por delante de Valverde, de 39
Nibali gana un simulacro de etapa ¡ª30 kil¨®metros de autov¨ªa, 30 de subida hasta los 2.365 metros, en las nubes, de Val Thorens, un puerto interminable y mestizo, antiguo y nuevo, estrecho y empinado, ancho y falso llano¡ª y Valverde persigue a Landa y le adelanta a su compa?ero para quedar segundo.
Parecen dos en busca de un ajuste de cuentas con el destino, que se llama Egan. En Colombia imprimen los peri¨®dicos en papel amarillo.
73 a?os suman entre los dos, entre el tibur¨®n de Messina y el campe¨®n del mundo, dos viejos a¨²n muy fuerte que se resisten a dejar el escenario sin asomar su nariz. Lo consiguen m¨ªnimamente. La c¨¢mara les presta un plano de un segundo de tr¨¢mite y luego espera ansiosa la llegada de los verdaderos due?os del Tour. Espera a Egan, de amarillo, 22 a?os, un pipiolo que a¨²n correteaba en pantal¨®n corto cuando ya ellos llenaban sus vitrinas de copas. Egan cruza la l¨ªnea unos segundos m¨¢s tarde y cuando lo est¨¢ haciendo se le acerca su compa?ero Geraint Thomas, el ganador saliente, le agarra la mano y con el apret¨®n que le da le quiere decir: honor al nuevo campe¨®n. ¡°Solo entonces supe que hab¨ªa ganado el Tour¡±, dice Egan, que se aguanta el llanto. Exactamente tres minutos m¨¢s tarde, el ¨²ltimo gran plano del Tour de las maravillas recoge la llegada ¨¤ bout de souffle (sin aliento) de Julian Alaphilippe, el gran protagonista durante 14 d¨ªas de amarillo. Su f¨¢bula, la del Tour, ha terminado sin moraleja posible, sin puesto en el podio siquiera, gentileza de los Jumbo, que lo destrozaron sin piedad para que su holand¨¦s Kruijswijk suba el domingo al gran escenario de los Campos El¨ªseos y salga en la foto.
Tampoco saldr¨¢ en la foto el otro franc¨¦s que despert¨® la gran ilusi¨®n (el pr¨®ximo Tour se cumplir¨¢n 35 Tours sin un ganador franc¨¦s, m¨¢s de cuatro generaciones de ciclismo bald¨ªas), Thibaut Pinot, tan humano que siempre llega a sus l¨ªmites y all¨ª se hunde. Lesionado, se retir¨® la v¨ªspera. S¨ª lo har¨¢ el m¨¢s triste de los franceses actuales, que ser¨¢ proclamado rey de la monta?a, y solo ha pasado el primero por un puerto de primera, el de Lers, en los Pirineos, tan aburrido.
Bernal cuenta que solo cuando se le acerc¨® Thomas y le dio la mano se sinti¨® de verdad ganador del Tour, y Thomas le dijo que llorara, que estaba muy bien llorar. Has ganado, llora. Eres un fen¨®meno¡±, dice Thomas que le dijo. ¡°Es alucinante verte tan cerca, estar ah¨ª, a tu lado, 22 a?itos, yellow¡¡±
Cuando hace un a?o gan¨® su Tour, Thomas anunci¨® que alg¨²n d¨ªa Egan tambi¨¦n lo ganar¨ªa. Cuando lo gana Egan, Thomas, de 33 a?os, no parece que est¨¦ muy feliz con su pron¨®stico cumplido. ¡°Demasiado pronto me lo ha ganado¡±, dice el gal¨¦s a quien su compa?ero de equipo ha confinado en la historia al papel de hombre puente entre dos eras, la de su Froome, la de su Egan. ¡°Esperaba que hubiera tardado alg¨²n a?o m¨¢s¡±.
Ese era el plan del equipo ingl¨¦s, que acumula la presencia doble en los podios del Tour (Wiggins-Froome, en 2012; Thomas-Froome, 3?, en 2018; Egan-Thomas, en 2019) y que hab¨ªa previsto que el colombiano ganara este a?o el Giro antes de lanzarlo a por el Tour en 2020. Unas semanas antes del Giro, sin embargo, Egan se cay¨® entrenando y se rompi¨® la clav¨ªcula. Dos horas m¨¢s tarde, en el hospital de Andorra donde lo atendieron, solo le hizo una pregunta a su entrenador, Xabier Artetxe, que casi lloraba por la desgracia: ¡°?Cu¨¢nto tiempo tenemos para el Tour?¡± ¡°Estaba muy fuerte, muy fuerte, y me rompo¡±, dice. ¡°Las cosas siempre pasan por algo. No s¨¦ si ha sido el destino, pero si no me hubiera ca¨ªdo habr¨ªa corrido el Giro y no estar¨ªa ahora aqu¨ª, hablando como campe¨®n del Tour de Francia¡±. Un veterano periodista sentencia al lado: los campeones llegan cuando quieren no cuando se les quiere hacer llegar, es su prerrogativa. Nadie pregunta por las tensiones dentro del equipo que siempre llega al Tour con Plan A y Plan B y siempre se va sin aclarar cu¨¢l de los dos es el que ha triunfado. A nadie le interesan. No ha habido partido. Si no se hubiera anulado el final de la etapa del viernes y m¨¢s de la mitad de la del s¨¢bado, quiz¨¢s los 71 segundos que separan a los dos Ineos en la general ser¨ªan el doble.
Desbarajuste
Camino de Val Thorens, la ¨²ltima valla hacia Par¨ªs, el Ineos trabaj¨® en equipo, el Deceuninck tambi¨¦n (Enric Mas fue el ¨²ltimo de los que ayudaron al agotado Alaphilippe) y el Jumbo mucho m¨¢s, y ser¨¢ el Movistar el que suba en Par¨ªs a recibir en los Campos El¨ªseos el premio al mejor equipo justo despu¨¦s del desbarajuste de los ¨²ltimos kil¨®metros de ascensi¨®n. El plan era ganar la etapa y hab¨ªa tres corredores preparados para ello, Nairo (quien si hubiera ganado se habr¨ªa coronado rey de la monta?a), Landa y Valverde. A seis kil¨®metros de la cima, cuando Nibali camina con 50s de ventaja, Marc Soler, tan fuerte en la ¨²ltima subida del Tour, tan seguro crece, abre el grifo de la estrategia. Acelera e invita a alguno de sus compa?eros a seguirle para ganar la etapa. Se mueve solo Nairo, quien no se ve con fuerzas y lo deja poco despu¨¦s, y su pinganillo cuelga en el aire. Soler se vuelve y comprueba desalentado que ning¨²n otro compa?ero quiere ir a por la etapa. Se deja cazar. Cuando era imposible alcanzar a Nibali, en el ¨²ltimo kil¨®metro, Landa se quita el pinganillo de la oreja y ataca. En el siguiente plano se ve cruzar la l¨ªnea de meta a Nibali y a Valverde adelantando a Landa, a 10 segundos del siciliano.
Ninguno intent¨® ganar la etapa. Ninguno quiso entrar detr¨¢s del otro.
Egan termina de hablar: ¡°Ganar el Tour es como una droga, como un vicio, nada m¨¢s terminar uno ya piensas en el siguiente, y en el siguiente, y en ganar cinco, como los m¨¢s grandes¡¡± Y sonr¨ªe.
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