Ledecky resiste la corrosi¨®n del tiempo y Mireia se hunde en la final de 800

Las 23 mejores marcas de la historia en 800 metros libre pertenecen a Katie Ledecky. La hegemon¨ªa, por prolongada y homog¨¦nea, implica que la ni?a se ha convertido en una fuerza inaccesible y tambi¨¦n anuncia que m¨¢s pronto que tarde comenzar¨¢ su declive. El tiempo es el nombre de la corrosi¨®n inexorable y la nataci¨®n es un juego al que los deportistas se someten para verificarlo en carne propia. De ah¨ª su valor. De ah¨ª el valor de Ledecky, que nad¨® a un ritmo vulgar para sus est¨¢ndares y se revolvi¨® como una brava cuando se vio asediada por la joven italiana Simona Quadarella en la final del s¨¢bado. A falta de 50 metros para la meta, la rebelde nadadora romana, de 19 a?os, dominaba la prueba despu¨¦s de seis largos. Pero la estadounidense encendi¨® la turbina de su patada para finalizar primera en la placa con un tiempo de 8m 13,58s. Qadarella fue plata en 8m 14,99 y la australiana Ariarne Titmus, tambi¨¦n de 19 a?os, bronce en 8m 15,70.

A sus 22 a?os Ledecky da muestras de agotamiento. M¨¢s all¨¢ de la enfermedad ¡ªal parecer provocada por un virus que la mantuvo fuera de la competici¨®n durante cinco d¨ªas¡ª sus marcas se alejan poco a poco del l¨ªmite que frecuent¨® hace dos a?os. El tiempo que le vali¨® el oro en Gwangju es nueve segundos m¨¢s lento que el que le permiti¨® ganar el oro en los Juegos de R¨ªo, en donde bati¨® el r¨¦cord mundial (8m 4,79s). Asediada por chicas que rozan la adolescencia, en el Mundial de Corea del Sur no consigui¨® despegarse del pelot¨®n ni pudo imponerse por media piscina como hizo en Londres en 2012, en Barcelona en 2013, en Kaz¨¢n en 2015, en R¨ªo en 2016 o en Budapest en 2017. Su cuarto oro mundial consecutivo es un logro sin precedentes en esta distancia. Pero la final de Gwangju le recuerda que cada d¨ªa que pase le costar¨¢ m¨¢s preservar su dominio.

A los 22 a?os, Ledecky defiende su castillo como si llevase un siglo bajo asedio. Si su experiencia la convierte en una veterana en un deporte implacable con las veteranas, en el caso de Mireia Belmonte la resistencia se convierte en una situaci¨®n extrema. La espa?ola, que cumplir¨¢ 29 a?os en noviembre, fue la mayor de las participantes de la final de 800 libre. No pareci¨® casual que acabara ¨²ltima con 8m 25,51s, muy lejos de su mejor tiempo, los 8m 18,55s que logr¨® en Rio, en 2016.