El Alav¨¦s sigue siendo el Alav¨¦s y puede con el Levante

Empez¨® el Alav¨¦s trist¨®n, con ritmo cansino. Como cuando se va Celed¨®n con su paraguas, al acabar las fiestas de la Virgen Blanca, que son ya un recuerdo en Vitoria, y eso le dio alas al Levante, que aspira a aspirar a algo m¨¢s que pasar apuros hasta el final; es decir, que aspira a ser el Alav¨¦s de la temporada pasada, aunque el Alav¨¦s tambi¨¦n quiera ser el Alav¨¦s de Abelardo, o un poco m¨¢s, si puede ser, con Asier Garitano en el banquillo.

Pero muchas veces se quiere y no se puede, y aunque el Levante, con nombres nuevos y el comandante Morales en el banquillo, ocupaba m¨¢s campo y parec¨ªa jugar con m¨¢s sentido que el equipo vitoriano, llegaba al borde del ¨¢rea y se perd¨ªa en la insustancialidad del f¨²tbol sin final feliz en las ¨¢reas. Llegaba y all¨ª se terminaba el Levante, salvo cuando a Bardhi se le ocurri¨® salir de la cueva en la que se escond¨ªa, casi al final de la primera parte, y despu¨¦s de recibir en el ¨¢rea y de recortar a su marcador, lanz¨® un disparo con intenciones letales que se encontr¨® en el camino el pu?o de m¨¢rmol de Pacheco.

No marc¨® el Levante en esa ocasi¨®n clara, y el equipo valenciano, que podr¨ªa haber sido, con ventaja en el marcador, el Alav¨¦s de la temporada pasada, aprovechando la m¨ªnima ocasi¨®n para clavarle un rej¨®n de muerte a su rival, sigui¨® siendo el Levante indefinido, gris como su camiseta; aseado pero ineficaz.

El susto despert¨® al Alav¨¦s, que de repente, se dio cuenta de que la Virgen Blanca pas¨® hace tiempo, y que el verano tard¨ªo de agosto es ya ¨¦poca de jugar al f¨²tbol en serio, as¨ª que empez¨® a ser el Alav¨¦s de siempre, que en los tiempos vertiginosos del f¨²tbol es como decir el de la temporada anterior, sin irse m¨¢s all¨¢. Mendizorroza es su casa, y en su casa mandan ellos, pensaron, y dieron un paso hacia delante, con Wakaso, Tom¨¢s Pina y Manu Garc¨ªa empujando la l¨ªnea del medio campo. Y en su insistencia lleg¨® un saque de esquina en el minuto 53 que remat¨® Joselu, Aitor Fern¨¢ndez sac¨® como pudo de dentro de la porter¨ªa y, por si acaso el VAR, Marip¨¢n remach¨® jug¨¢ndose la cabeza.

As¨ª que el Alav¨¦s volvi¨® a ser el Alav¨¦s, y Garitano orden¨® repliegue, que fue mano de santo para su equipo y un fastidio para el Levante, que segu¨ªa estrell¨¢ndose contra el muro defensivo local. A la afici¨®n de Mendizorroza no le importa demasiado que su equipo tenga la pelota o no, sino que juegue con cierto sentido cuando la tiene y se defienda con solvencia cuando la pierde, as¨ª que hay consenso entre grada y banquillo, y un portero superlativo, que en julio decidi¨® quedarse en Vitoria, y en la primera jornada, despu¨¦s de sacarle a Bardhi el pu?o en la primera ocasi¨®n, vol¨® en picado al remate a bocajarro de Rub¨¦n Bezo a la salida de un c¨®rner, para permitir que el Alav¨¦s vuelva a ser el Alav¨¦s de la temporada pasada y el Levante lo quiera ser, aunque sin fortuna todav¨ªa.