Alejandro Valverde relata la depresi¨®n que sufri¨®

Al final de la proyecci¨®n y apagada la pantalla, Natalia Valverde, una ni?a de pocos a?os, se acerca a su padre, Alejandro, y le pregunta, ¡°?pap¨¢, has llorado?¡±.

Valverde, el campe¨®n del mundo de ciclismo, le responde, ¡°s¨ª, Natalia, me he emocionado y he llorado¡±.

Y como ¨¦l, como el ciclista de 39 a?os que el d¨ªa anterior hab¨ªa subido por s¨¦ptima vez al podio de la Vuelta al terminar segundo 16 a?os despu¨¦s haber quedado ya tercero, ten¨ªan los ojos acuosos muchos de los asistentes a la proyecci¨®n previa de Un a?o de arco¨ªris, el documental de M¨®nica Marchante que Movistar+ emitir¨¢ este martes a las 21.45 en #Vamos.

La pel¨ªcula habla de un campe¨®n sin igual, el m¨¢s fuerte de todos, el m¨¢s longevo, el de m¨¢s clase, m¨¢s habilidades, m¨¢s capacidad, de la cuadrilla de amigos innumerables que todos los d¨ªas salen a entrenar con ¨¦l en Alcantarilla y toman un caf¨¦ en Librilla antes de volver a su Murcia, de sus victorias casi incontables (127, hasta ahora) y de una carrera fabulosa sin m¨¢s mancha que una sanci¨®n por su implicaci¨®n en la Operaci¨®n Puerto que le tuvo parado dos a?os y de la que sali¨®, en enero de 2012, aparentemente m¨¢s fuerte, como demostr¨® ganando en enero, nada m¨¢s regresar a correr, la etapa reina del Tour Down Under, en Australia.

?El ciclista perfecto, una m¨¢quina ya bautizada de ni?o El Imbatido?

¡°No, para nada¡±, responde Valverde. ¡°Por fuera, parece todo muy bonito, pero soportar la presi¨®n es muy duro. Al final somos humanos y los bajones est¨¢n ah¨ª¡±.

En una secuencia, Valverde relata a la c¨¢mara lo mucho que le pes¨® los primeros meses el arco¨ªris, c¨®mo, el portarlo, el ser el ¨²nico ciclista del pelot¨®n con derecho a lucir un maillot diferente, le supon¨ªa tal necesidad de hacerlo bien, de honrarlo siempre, que la presi¨®n acab¨® hundi¨¦ndolo. ¡°Y hasta perd¨ª el deseo de ganar, me faltaba esa hambre, ese plus necesario para vencer. Cuando ganas algo importante siempre le sigue un baj¨®n¡±, cuenta. ¡°Internamente pensaba que si ya hab¨ªa ganado el Mundial ya lo hab¨ªa ganado todo, y fue un desastre. Se me olvid¨® disfrutar en la bici, que es lo que ten¨ªa que hacer. Solo me sent¨ªa a gusto entrenando con los amigos; ah¨ª me sent¨ªa fuerte, pero compitiendo, no¡±.

Y, entonces, a mitad de relato de su crisis de la primavera de 2019 ¡ªla depresi¨®n postparto que sigui¨® al Mundial¡ª, de la que sali¨® reforzado para el Tour y la Vuelta, y como quien no quiere la cosa, sin cambiar el tono de voz, como si su voz interior hubiera cobrado autonom¨ªa y mando, Valverde dice que va a contar algo que nunca antes hab¨ªa contado, que un d¨ªa de marzo de 2012 se levant¨® y se sinti¨® mal, con mareos, hormigueos, y miedo, aut¨¦ntico p¨¢nico, e interiormente se preguntaba que si lo ten¨ªa todo porque estaba as¨ª, mal. ¡°No me atrev¨ªa a coger el coche por la autov¨ªa por si me daban mareos, y cuando me entrenaba me daba p¨¢nico bajar por carreteras rectas. Corr¨ª la Amstel siempre a cola del grupo, que cada vez se iba reduciendo m¨¢s y yo segu¨ªa, pero siempre atr¨¢s, con Pablo Lastras a mi lado, con miedo a marearme¡±.

Valverde empez¨® a acudir un psic¨®logo. ¡°Y no me sirvi¨® de nada. Las consultas de una hora parec¨ªa que duraran 10, me machacaba a preguntas que no sab¨ªa responder y sal¨ªa peor que entraba. Estaba pasando casi por una depresi¨®n. Estaba de psiquiatra¡±.

¡°Si lo tengo todo¡±

El psiquiatra le diagnostic¨® una depresi¨®n ex¨®gena m¨¢s que leve, un estr¨¦s postraum¨¢tico que Valverde explica contando que en aquel momento, despu¨¦s de liberarse ganando en Australia, el cuerpo, que tiene memoria y alg¨²n d¨ªa tiene que sacar afuera todo lo que tiene guardado, y la mente, que va por su cuenta, empezaron a echar fuera todo lo que hab¨ªa sufrido entre 2008 y 2011, su gran trauma, ¡°los a?os de la persecuci¨®n hasta la sanci¨®n¡±. ¡°La enfermedad dur¨® un a?o, pero entre las consultas y la medicaci¨®n, lo super¨¦. Y despu¨¦s todo ha sido maravilloso. Las cosas que tienen que pasar en la vida pasan y se superan. No las esperas, pero llegan. Para que haya buenos momentos tiene que haberlos malos¡±.

Hablando despu¨¦s con la prensa, Valverde cuenta que relata su depresi¨®n siete a?os despu¨¦s porque cree ha llegado el momento de contarla. ¡°El maillot arco¨ªris pesa y me sali¨® contarlo¡±, dice. ¡°Y al hacerlo, me he liberado¡±.