Cristiano ante la revoluci¨®n de Sarri
El t¨¦cnico llamado a modernizar el juego de la Juve choca con la necesidad de oxigenar al portugu¨¦s y la cautela de una plantilla conservadora
¡°Tenemos que volver a divertirnos en el campo¡±, insisti¨® este martes Maurizio Sarri, t¨¦cnico del Juventus, sentado en la sala de conferencias del Metropolitano con las gafas montadas en mitad de la nariz, como un mec¨¢nico que rastrea el origen de la fuga de aceite en el motor de un cami¨®n. ¡°Tenemos que liberarnos de una fobia que en Italia no es l¨®gica. Para nosotros encajar un gol es un drama semanal. En otros pa¨ªses es un est¨ªmulo para meter m¨¢s¡±.
El fichaje de Maurizio Sarri por la Juve el pasado 16 de julio marc¨® un hito en la m¨¢s larga y poderosa de las tradiciones del f¨²tbol italiano. Due?os durante d¨¦cadas de una f¨®rmula aparentemente simple que les permiti¨® competir en todos los terrenos con la m¨¢xima consistencia sin apenas sufrir altibajos, los Agnelli se afanaron por introducir un cambio que les permitiera dominar con la misma prepotencia el torneo que se corona con la vieja Copa de Europa, ¨²nica competici¨®n en la que hist¨®ricamente se han sentido inc¨®modos. Tras un siglo de lucha ¡ªsiete finales perdidas y dos ganadas¡ª a base de una rigidez industriosa, a?adieron un poco de elasticidad y de glamour. Algo que les aproximara a la idea m¨¢s espectacular que industrial que encumbr¨® a clubes como el Madrid, el Bar?a, el Ajax, el Liverpool o el Milan, todas sociedades que lograron imponer su hegemon¨ªa en Europa.
La decisi¨®n de fichar a un entrenador como Sarri, contracultural en el calcio y m¨¢s extra?o todav¨ªa en la Juve, supuso un acto de valent¨ªa por parte de Andrea Agnelli. El presidente, ¨²ltimo sucesor de la m¨¢s antigua dinast¨ªa de empresarios del f¨²tbol europeo, se aventura en un territorio extra?o. Lo ha comprobado en las tres jornadas de Serie A que lleva disputadas: despu¨¦s de m¨¢s de 500 d¨ªas de gobierno, el equipo ha perdido el liderato en favor del Inter. La visita al Metropolitano (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones) se presenta como un muro en llamas.
Ap¨®stol del juego elaborado, del control del bal¨®n a partir del 4-3-3 y la presi¨®n adelantada, Sarri parece chocar con un escollo para desarrollar su idea en la Juventus. Resulta que Cristiano Ronaldo solo entra en juego para atacar. Puesto a resolver el problema de la ocupaci¨®n del espacio con nueve jugadores de campo, el t¨¦cnico ha sido prisionero de la biolog¨ªa. Por un lado, Matuidi y Khedira han resultado los volantes m¨¢s capacitados para recorrer los kil¨®metros que es preciso abarcar a la espalda del portugu¨¦s; por el otro, demuestran que no son volantes h¨¢biles para jugar en 360 grados cuando se agota el tiempo para pensar y el rival aprieta. El equipo lo ha padecido en las continuas imprecisiones, en la p¨¦rdida de fluidez, y en una preocupante falta de remate. Higua¨ªn y Cristiano suelen quedarse aislados.
¡°Khedira y Matuidi son campeones del mundo¡±, se defendi¨® Sarri en el Wanda. ¡°Khedira la puede tocar. Matuidi tambi¨¦n. Despu¨¦s tenemos jugadores atr¨¢s que pueden iniciar con gran calidad [Pjanic, Bonucci, De Ligt, Danilo y Alex Sandro]. Y tenemos jugadores que necesitan ponerse a punto f¨ªsicamente como Ramsey y Rabiot¡±.
¡°Con la Juve hay que tener paciencia¡±, apuntaba Arrigo Sacchi en La Gazetta dello Sport. El ¨²ltimo gran innovador del calcio se muestra comprensivo. Sabe que Sarri vive embarcado en la dif¨ªcil tarea de adiestrar a una plantilla que se encontraba en su zona de confort sin arriesgar la pelota cuando el rival presionaba arriba. Ahora Sarri exige a Bonucci, De Ligt y Pjanic que intenten salir tocando. Incluso dividiendo la presi¨®n con pases verticales que rompan l¨ªneas por el medio. Aunque puedan perder la pelota en zonas peligrosas.
¡°Campo de batalla¡±
Los resultados en Serie A apenas disimulan las dudas del equipo: 0-1 al Parma, 4-3 al N¨¢poles, y 0-0 al Fiorentina en un empate que exasper¨® a Sarri. El t¨¦cnico apunt¨® que la causa del mal juego en Florencia fue la falta de soltura de sus futbolistas para salir tocando en corto cuando los presionan. ¡°La Fiorentina nos hac¨ªa presi¨®n muy arriba y nos hac¨ªa la vida dif¨ªcil¡±, lament¨®. ¡°Nos hemos asustado despu¨¦s de un par de salidas en las que cometimos errores¡±.
Bonucci, que antes resolv¨ªa este dilema con un pase largo a Mandzukic, o a Higua¨ªn, ahora debe buscar otras alternativas. Para ello el t¨¦cnico le impone mover m¨¢s la pelota. En teor¨ªa, un placer. En la pr¨¢ctica, no tanto. ¡°Jugar bien al f¨²tbol es dif¨ªcil en un campo como el del Atl¨¦tico, que es un campo de batalla¡±, advirti¨® Bonucci, este martes en Madrid. ¡°Intentaremos dominar el partido desde el primer minuto y sacar adelante la idea del m¨ªster (...). Intentaremos divertirnos con la pelota (...). Los centrales no estamos habituados a hacer lo que nos pide el m¨ªster pero nos estamos adaptando¡±.
No solo el capit¨¢n Bonucci se debate por aprender un manual desconocido. La Juventus, hasta hace poco el club menos experimental del mundo, tambi¨¦n est¨¢ en v¨ªas de adaptaci¨®n.
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