Al Bar?a se le ven las costuras

Condicionado por el resultado, el Bar?a evidenci¨® en Granada (2-0) se?ales inequ¨ªvocas de que algo est¨¢ mal. A los s¨ªntomas futbol¨ªsticos se uni¨® una gestualidad significativa. Arturo Vidal le recrimin¨® al ni?o Ansu Fati una bola que no le entreg¨®, el mismo chico sac¨® un c¨®rner cuando nadie se prest¨® a ello, Luis Su¨¢rez abronc¨® a Lenglet por chutar antes que d¨¢rsela y Messi acab¨® bajando hasta su ¨¢rea para componer el f¨²tbol del equipo. Demasiado guirigay en un Bar?a sin rumbo, con dos derrotas ya en el campeonato liguero cuando solo cedi¨® cuatro (dos ya como campe¨®n) en los ejercicios anteriores.

El doble de goles recibidos. En los anteriores cursos de Valverde siempre se ha dado un tramo en el que el Bar?a encajaba m¨¢s de lo previsto, deficiencia corregida con el tiempo y, sobre todo, por la voluntad colectiva, porque el problema nunca fue exclusivo de la defensa, sino de todas las l¨ªneas. Hay dos goles encajados que lo ejemplifican: frente al Betis, Griezmann dio un mal pase hacia atr¨¢s y Loren, sin marca porque no se hicieron las vigilancias ofensivas ¡ªdescuidaron a los rivales con el bal¨®n entre los pies¡ª, marc¨® un golazo de a¨²pa; y ante el Granada, una p¨¦rdida de Junior conden¨® al Bar?a, que corri¨® demasiado tarde hacia atr¨¢s. Lo que expresa la falta de estrechez en las l¨ªneas, demasiado estirado el Bar?a para ser eficaz en la transici¨®n ataque-defensa. Lagunas que explican la endeblez azulgrana en defensa. El Bar?a es el equipo m¨¢s goleado de Primera (nueve) junto a Betis y Espanyol, y contabiliza casi dos goles en contra por duelo (1,8), cuando en la temporada anterior se par¨® en 0,9, la mitad, y hace dos en 0,7.

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El Bar?a es hoy la nada

La defensa se queda demasiado sola porque los delanteros se hacen los remolones para bajar, Busquets no est¨¢ a tono, De Jong ha jugado en tres posiciones diferentes (mediocentro, interior y en el doble pivote), y Arthur y Sergio Roberto, que entran y salen del equipo, nunca destacaron por su anticipaci¨®n o corte.

Los apuros de los laterales. Aunque en ocasiones la a?oranza reclama a Alves en el Camp Nou, un lateral que romp¨ªa a los rivales y mezclaba como nadie con Messi, la realidad es que los carrileros de este Bar?a han empezado de la peor de las maneras. De los nueve goles que ha encajado el equipo, en cinco salen se?alados. Alba sali¨® de sitio ante el Athletic y Demb¨¦l¨¦ no corri¨® para corregir hasta que marc¨® Aduriz; Osasuna centr¨® de nuevo donde no estaba Alba y se adelant¨® en el marcador; Gameiro se col¨® entre Piqu¨¦ y Alba para marcar con el Valencia de id¨¦ntico modo que Semedo sali¨® tarde a la presi¨®n lateral y Maxi remat¨® a la red; am¨¦n de la cantada de Junior frente al Granada, que le cost¨® el relevo tras la primera parte. Alba, ahora lesionado, no ha dado asistencia alguna cuando en el curso anterior regal¨® 17, solo por detr¨¢s de Messi (22). Junior no centr¨® una sola vez ante el Granada como tampoco se prodiga Semedo, con una asistencia.

Mucho pase, poco remate. Para Guardiola no hab¨ªa dudas. ¡°El f¨²tbol es de los medios¡±, resolv¨ªa con frecuencia cuando le cuestionaban que jugara con cinco centrocampistas y, en ocasiones, con seis al situar a Cesc de falso nueve. As¨ª lo defend¨ªa Valverde. ¡°El estilo tambi¨¦n pasa por tener un juego de medios¡±, advirti¨® en su presentaci¨®n como t¨¦cnico azulgrana. Pero si bien ha tenido fases en las que se ha visto a un Bar?a demoledor, como en la Champions pasada hasta la debacle ante el Liverpool, el f¨²tbol del equipo nunca ha sido demasiado coral y se ha significado m¨¢s en las ¨¢reas. Ahora, en cualquier caso, es el peor momento porque apenas descuentan l¨ªneas de pase. ¡°No hacemos efectiva la posesi¨®n¡±, se lament¨® el t¨¦cnico antes del Granada. No le falta raz¨®n, tal y como demuestran los n¨²meros. El Bar?a tiene el 70,6% de posesi¨®n de media y realiza 723 pases por duelo cuando en el curso anterior se qued¨® en 64,8% y 666 pases, y en el de hace dos, en 62,9% y 638 pases. ¡°En seg¨²n qu¨¦ zonas del campo debemos ser m¨¢s decisivos, m¨¢s verticales. Tener el bal¨®n se tiene que traducir en ocasiones de gol¡±, reflexion¨® el t¨¦cnico tras Dortmund. Y atin¨® porque en esta campa?a, realiza 12 remates por partido y 4,8 entre los tres palos, mientras que el a?o pasado sumaba 14, 7 y 6,6, y hace dos alcanzaba 15,2 y 7,1.

Todo un frenazo para el equipo, que tampoco se significa en el medio, quiz¨¢ porque todav¨ªa no se sabe qui¨¦n es qui¨¦n. De Jong alterna el mediocentro con el interior, Busquets ya no es intocable, Arthur sigue sin subrayarse, Vidal apenas cuenta, como pasa con Ale?¨¢ (desaparecido de las convocatorias tras ser titular en San Mam¨¦s y citado ahora ante el Villarreal), Sergi Roberto se mueve entre el medio y el lateral, y Rakitic parece haber perdido el sitio ¡ªno est¨¢ en la lista para jugar hoy¡ª. Lo que da un equipo sin demasiados automatismos y menos compacto, al punto de que tambi¨¦n empeora en las recuperaciones porque ahora cuenta 52,8 por choque y en las dos temporadas anteriores lleg¨® a 59,7 y 61,1.

La posici¨®n de Griezmann. El mejor partido del gran fichaje de la temporada ¡ª120 millones¡ª fue contra el Betis (5-2), ocasi¨®n en la que jug¨® de falso nueve, acompa?ado por extremos abiertos para dar amplitud y con las diagonales por bandera, partido en el que hizo sus dos ¨²nicas dianas. Algo similar ocurri¨® ante el Valencia, con P¨¦rez y Fati a los costados, cuando particip¨® en tres goles. Pero Griezmann no jugar¨¢ ah¨ª porque hasta la fecha Luis Su¨¢rez es intocable como nueve, como Messi, que ni parte ni se le espera demasiado por el costado derecho porque juega con libertad.

El nuevo tridente apenas ha compartido unos minutos sobre el c¨¦sped por la lesi¨®n del 10, y cuando lo hizo, Valverde puso en pr¨¢ctica el 4-2-3-1 porque entendi¨® que arrinconar¨ªan al rival y no necesitar¨ªan tantos efectivos en campo propio. No sali¨® bien. Tanto Griezmann como Valverde piden tiempo. ¡°Tengo que acostumbrarme y pillar los movimientos de Luis, de Ousmane, de Leo¡­ Y ellos los m¨ªos. Tenemos que trabajarlo¡±, asume el delantero franc¨¦s, que contabiliza 400 minutos sin ver puerta.