El Bar?a da pena en Granada

El Granada va como un tiro y no se mueve el Bar?a. No juegan, ni marcan ni respiran los azulgrana cuando salen del Camp Nou. Han empeorado seriamente desde su estreno en San Mam¨¦s y ya cuentan ocho derrotas desde su ¨²ltimo triunfo el 23 de abril, d¨ªa de Sant Jordi, en la cancha del Alav¨¦s. No se corrigen con el paso del tiempo, con el cambio de temporada, ni siquiera con los fichajes, tampoco con la vuelta de Messi. No se recordaba nada igual desde la temporada 1994-1995. La Liga parec¨ªa aguardar al 10 para arrancar y ni con el capit¨¢n mejor¨® el Bar?a. El equipo de Valverde descuenta puntos sin parar y sin remedio, esperp¨¦ntico en Granada.

El partido ya comenz¨® sin Messi y un gol en contra para el Bar?a. Aturdido Lenglet, golpeado por Puertas, el Granada sali¨® r¨¢pido por el costado derecho, se equivoc¨® Junior, tampoco acert¨® Piqu¨¦ y remat¨® Azeez. La jugada fue tan permitida por los azulgrana como por el ¨¢rbitro y el VAR. Aunque pareci¨® falta, el colegiado no apreci¨® infracci¨®n, el Granada tampoco detuvo el juego y la hinchada cant¨® con ganas el 1-0.

No es sencillo arbitrar al Granada, un equipo que tiene mucho car¨¢cter, de pierna fuerte, f¨²tbol f¨ªsico e intimidador, m¨¢s intenso y revolucionado que el pusil¨¢nime Barcelona. El contraste era tan manifiesto que en cualquier caso nadie repar¨® en las decisiones controvertidas de Cuadra Fern¨¢ndez. Lenglet se dol¨ªa del hombro, no sab¨ªa defender Junior, tampoco enganchaba De Jong y hasta se cay¨® malherido Luis Su¨¢rez. El futbolista del partido era Antonio Puertas. El Barcelona de Los C¨¢rmenes era m¨¢s p¨¢lido incluso que el de?San Mam¨¦s y el de El Sadar por m¨¢s cambios que hiciera Valverde. La humillaci¨®n fue mucho mayor que en Bilbao.

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Los barcelonistas no tuvieron mando ni control, a remolque del marcador y del rival como ya es su costumbre, planos y sin profundidad, reiterativos en las concesiones defensivas y sin una sola ocasi¨®n porque no llegaban los medios y no aparec¨ªa Griezmann, desconectado del encuentro y de Luis Su¨¢rez. El choque se jugaba tal y como quer¨ªa el Granada, excelente en la estrategia, pu?etero en sus entradas en la cancha contraria, desequilibrante Machis.

Alcanzado el descanso, el Bar?a no hab¨ªa ganado ni un solo duelo individual ni alcanzado el ¨¢rea de Rui Silva. No est¨¢ para competir en el cuerpo a cuerpo ni tampoco tiene finura ni velocidad para generar dudas en los equipos organizados y trabajados como el Granada. Ante la falta de continuidad en el f¨²tbol barcelonista, los locales sab¨ªan cuando hab¨ªa que interrumpir la contienda y en qu¨¦ momento se impon¨ªa acelerar hacia Ter Stegen. ¡°?S¨ª se puede!¡±, coreaba la hinchada.

A Valverde no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir despu¨¦s de que las rotaciones obligadas por la llegada de la Champions favorecieran a Rakitic, Sergi Roberto y Junior, titular por la lesi¨®n de Alba, mientras descansaba Busquets. Los se?alados fueron Junior y Carles P¨¦rez. Ya con Messi y Ansu Fati, junto el tridente, empezaba un nuevo partido en Los C¨¢rmenes. Jugaba el Bar?a con doble pivote ¡ªRakitic y De Jong¡ª, Ansu Fati a la izquierda, Griezmann en la derecha y el 10 como enganche en un 4-2-3-1.

Messi tir¨® de su equipo hacia Rui Silva, recul¨® el Granada y hasta Soldado se puso tan fiero que le cambi¨® Diego Mart¨ªnez. Los azulgrana ganaron presencia en ataque mientras ced¨ªan metros en su campo para las contras del Granada. Quedaba parado un encuentro m¨¢s abierto y propicio aparentemente para futbolistas de sangre caliente y pulmones como Arturo Vidal o as¨ª le pareci¨® a Valverde. El chileno ped¨ªa cancha y nada m¨¢s salir le dio un manotazo al bal¨®n: consulta con el VAR, penalti y 2-0.

El gol de Vadillo fue tan cruel para el Bar?a como agradecido para Los C¨¢rmenes. No tuvieron respuesta los azulgrana y se exhibi¨® el Granada. El plantel de Diego Mart¨ªnez rebosa salud: ya suma 11 goles y tres puntos m¨¢s que el Bar?a: 10, igual que Sevilla (con un partido menos) y Atl¨¦tico. Y los equipos que le ponen ritmo a los partidos desfiguran al Bar?a. Nadie da pie con bola, convertido el grupo azulgrana en un almanaque de malas noticias, sin m¨¢s gracia que Ansu Fati. Ya no vale el juvenil como excusa ante la falta de liderazgo y personalidad, y sobre todo del desgobierno en el Camp Nou. No se sabe qu¨¦ pretende el t¨¦cnico mientras aumenta la degradaci¨®n del equipo, desnortado, falto de atrevimiento y de rebeld¨ªa, sin que se sepa distinguir ya entre jugadores nuevos y viejos, todos de pena en Granada. Hay derrotas imperdonables, pocas como la de Los C¨¢rmenes.