Ter Stegen: ¡°?Me faltaba una asistencia en mi carrera!¡±
El portero del Barcelona celebra su pase de gol a Su¨¢rez en el 0-1 al Getafe, punto de partida de un duelo que puso fin a la racha de cinco salidas ligueras sin ganar
Fue un pelotazo cualquiera. Pero cuidado. En estos tiempos inciertos, cualquier bal¨®n lanzado al voleo a la espalda de la zaga del Bar?a es susceptible de desencadenar una demolici¨®n.
La pelota vol¨® como una granada sin espoleta. Desde el ¨¢rea sur se precipit¨® llovida a diez metros del ¨¢rea norte. Lenglet estaba vendido. Gir¨¢ndose. A su espalda, ?ngel se dispon¨ªa a rematar. Lo habr¨ªa tenido a huevo de no ser porque Ter Stegen se le anticip¨®. El portero sali¨® del ¨¢rea, se llev¨® la pelota con el pecho, y cuando la horda coordinada del Getafe adelant¨® l¨ªneas para ir a presionarlo ¨¦l lanz¨® un vistazo y en un instante decidi¨® algo que fue un despeje y al mismo tiempo un pase medido al otro lado.
"Estas cosas pasan porque adelantamos mucho la presi¨®n", lament¨® Arambarri, antes de abandonar el estadio, derrotado. "Dejamos mucho espacio a la espalda de nuestra defensa... Y todos podemos cometer errores...".
Como quien devuelve la granada a la trinchera que la lanz¨®. A punto de estallar. El de Ter Stegen no fue un pelotazo cualquiera. Fue un pase sincronizado con el desmarque de Luis Su¨¢rez, que rompi¨® el fuera de juego entre los centrales y lanz¨® a puerta de vaselina sobre David Soria. Malparado en tierra de nadie, el portero local no hab¨ªa le¨ªdo la jugada a tiempo. Consecuencia: 0-1 del Bar?a con la primera asistencia de un portero azulgrana en lo que va de siglo. Considerando estad¨ªsticas y probabilidades, un accidente.
Bordal¨¢s: "El 0-1 es una jugada de chiste, de infantil. Un equipo profesional no puede encajar un gol as¨ª"
"Le he vist¨® ah¨ª pero tampoco tanto", dijo Ter Stegen, cuando al acabar el partido le preguntaron en Movistar si se hab¨ªa propuesto asistir a Su¨¢rez. "?No nos enga?emos! Ha sido en el momento perfecto con la arrancada de Luis. Ha salido de maravilla. En el descanso se lo dije a Jos¨¦ [De La Fuente, el preparador de porteros cul¨¦]. ?Me faltaba una asistencia en mi carrera!".
El sol ca¨ªa a plomo sobre el sur de Madrid y las l¨¢mparas del estadio aumentaban la sensaci¨®n de sofoco en Getafe. La hierba estaba alta. El bal¨®n rodaba con lentitud y los jugadores del Bar?a ejecutaban como inhibidos, como si tuvieran que pararse a pensar cada vez que reciben la pelota porque no hay nada previsto de antemano. Nada visualizado. Nada entrenado. El partido avanzaba con lentitud al calor de la tarde. Transcurrida la media hora todo marchaba como Bordal¨¢s lo hab¨ªa previsto: la presa estaba en el cepo.
El cepo imaginario era una figura colectiva formada por dos l¨ªneas de hombres que aprietan el espacio como si lo mordieran. En una fila, Cucurella, Arambarri Maksimovic y Dami¨¢n; en la otra, Djene y Bruno. Entre todos consiguieron que un sector en el medio del campo resultara intransitable. No hab¨ªa por d¨®nde moverse y ah¨ª fatigaban Su¨¢rez, Griezmann y De Jong, intentando improvisar algo frente a una cuadrilla que lo ten¨ªa todo calculado.
El Bar?a estaba tan apretado que no jugaba por donde quer¨ªa sino por donde pod¨ªa. La crisis se reflejaba en una maniobra reiterativa: a falta de receptores m¨¢s libres, le pasaban la pelota a J¨²nior Firpo. Los rivales le dejan recibir para presionarlo, para quitarle la pelota o para dejar que la jugara. Porque Firpo jugaba hacia atr¨¢s o eleg¨ªa la entrega a destiempo. Se pon¨ªa nervioso y comenzaba a hacer faltas. Antes del minuto 40 el lateral sum¨® seis de las siete faltas del equipo visitante. El ¨¢rbitro, Gil Manzano, decret¨® las infracciones sin mostrarle la tarjeta amarilla. El p¨²blico se encabrit¨®: ¡°?Fueeeerraaaaaa! Fueeeerraaaaa¡!¡±.
Cumplido el minuto 40 el partido hab¨ªa sido tan aburrido que el p¨²blico buscaba entretenerse pitando a Firpo, a ver si perd¨ªa otra pelota, o si, finalmente, le sancionaban. El Bar?a sumaba un tiro a puerta y el Getafe otro. Obra de ?ngel, el disparo local lo hab¨ªa parado Ter Stegen agrand¨¢ndose y achicando los ¨¢ngulos al rematador.
El partido se cocinaba en la marmita del Getafe cuando en el minuto 41 un bal¨®n llovido pudo destrozar al Bar?a. Si el accidente acab¨® destrozando al Getafe fue porque Marc Andr¨¦ ter Stegen es un artista.
Las asistencias de porteros son extra?as: la ¨²ltima en LaLiga fue obra de Herrer¨ªn, el meta del Athletic, el pasado enero en Bala¨ªdos. Para el equipo castigado resultan una afrenta. Jos¨¦ Bordal¨¢s, el entrenador del Getafe, acab¨® la tarde indignado. ¡°La jugada del primer gol es una jugada de chiste, de infantil", lament¨®. "Un equipo profesional no puede encajar un gol as¨ª de ninguna manera. ?El 0-1 vino por un despeje! No recordaba haber visto una cosa as¨ª en mucho tiempo. No tiene ning¨²n tipo de justificaci¨®n. Ha sido decisivo. Nos ha lastrado mucho. En la primera parte solo nos hicieron dos ocasiones por errores nuestros¡±.
¡°No es nada f¨¢cil jugar aqu¨ª y estoy feliz de que nos llevemos los tres puntos", reflexion¨® Ter Stegen despu¨¦s del partido que puso fin a la racha de cinco salidas ligueras sin poder lograr un triunfo. "?ltimamente nos hac¨ªan muchas ocasiones de gol. Hoy no fueron tantas. Hemos dado un paso adelante. Queremos evitar que nos marquen goles".
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