El Bayern desmantela al Tottenham con p¨®ker de Gnabry
Exaltado por el joven extremo, el equipo alem¨¢n se sobrepone al 1-0 para acabar arrasando al ¨²ltimo finalista de la Champions, que sufre su peor goleada de siempre en el torneo
El Tottenham es ciclot¨ªmico. El Bayern es impredecible. Se cruzaron en White Hart Lane y desplegaron una variedad de alternativas tan larga como un men¨² degustaci¨®n. Al hilo de un partido desaforado hubo tiempo para saborear todo el cartel. Hubo minutos para Son, que amenaz¨® con adue?arse del escenario, para Dele Alli, que ofreci¨® destellos del magn¨ªfico volante que pudo ser, y para Ndombel¨¦, que al filo de la media hora se comportaba como un Pogba. Tambi¨¦n hubo tiempo para que las maravillas del Tottenham experimentaran una r¨¢pida mutaci¨®n hacia la discontinuidad, primero, la irrelevancia despu¨¦s, y, finalmente, la cat¨¢strofe. Golpeado sucesivamente por Kimmich, Lewandowski y Gnabry ¡ªque meti¨® cuatro¡ª, el equipo ingl¨¦s se deshizo despu¨¦s de ponerse por delante en el marcador. El 2-7 fue la goleada m¨¢s amplia que sufri¨® el ¨²ltimo finalista de la Champions en esta competici¨®n, en toda su historia. Tras quedar eliminado de la Copa de la Liga por el Colchester, de cuarta divisi¨®n, el palo sumerge al Tottenham ¡ªtan feliz en mayo¡ª en una grave crisis.
El partido se inici¨® con dos acciones propias del descontrol y la desatenci¨®n que se avecinaba. Primero Gnabry se qued¨® mano a mano ante Lloris, que despej¨® el trallazo despu¨¦s de un saque de banda. Acto seguido Ndombel¨¦ estrell¨® una pelota contra el cuerpo de Neuer. Como si los centrales no existieran.
Animado por su p¨²blico, el Tottenham entr¨® al campo con ese punto de energ¨ªa que tantas veces le ha faltado esta temporada. El empuje le ayud¨® a organizarse y a superar a un adversario que durante la primera media hora sufri¨® para crear superioridades en el mediocampo. Con Coutionho desconectado como segunda punta y Lewandowski esperando el ¨²ltimo pase, Kimmich y Tolisso se vieron pronto superados por la afluencia de los volantes del otro bando. Bien mandados por Winks, Ndombel¨¦, Sissoko y Dele Alli se juntaron alrededor de la pelota para poner en juego a Kane y a Son con continuidad. Aprovechando la fuerte presi¨®n adelantada, Dele Alli despoj¨® a Tolisso de una pelota que acab¨® en los pies de Son y en el fondo de la red de Neuer. El 1-0 pudo dar paso al 2-0 si Son hubiera estado m¨¢s fino. El gol del coreano tuvo el efecto ilusorio. Ilusion¨® a sus compa?eros, a su p¨²blico, tal vez, con una idea de victoria. El espejismo comenz¨® a desvanecerse por Kimmich.
El canterano del Bayern, que comenz¨® jugando de mediocentro junto a Tolisso, represent¨® lo peor y lo mejor de su equipo. Destemplado como pocos, le cost¨® manejar los hilos del partido desde la mitad de la cancha pero expres¨® esa resistencia a la derrota, ese temperamento combativo, que a la postre provoc¨® la superemontada. El hombre es contagioso. Al cuarto de hora replic¨® al 1-0 con una jugada de alborotador. La inici¨® ¨¦l y ¨¦l la concluy¨® con un tirazo desde fuera del ¨¢rea que acab¨® reflejado en el marcador: 1-1.
Al filo del descanso Lewandowski se invent¨® una jugada que desajust¨® a la defensa rival. Primero por fantas¨ªa, despu¨¦s por contundencia. El polaco expuso la laxitud de Winks y sus centrales revolvi¨¦ndose al borde del ¨¢rea para mandar la pelota pegada al palo sin que nadie le estorbara en la trayectoria de b¨²squeda de una posici¨®n de tiro. A la vuelta del descanso el Bayern revent¨® a su oponente a partir de los cambios t¨¢cticos. Retirado Alaba por lesi¨®n, Kovac devolvi¨® a Kimmich al lateral derecho, su h¨¢bitat natural, y le dio la manija del mediocampo a Thiago Alc¨¢ntara. Bast¨® con introducir esa pieza, la del especialista que marca el c¨®mo, el qui¨¦n y el cu¨¢ndo, para que todo el conjunto comenzase a ganar posiciones en un campo que pronto reflej¨® un solo color. Al dictado de los pases de Thiago surgi¨® otro jugador que llevaba un rato inadvertido: el h¨¦roe de la noche, Serge Gnabry.
Partiendo desde la izquierda, el internacional alem¨¢n fue imparable para los zagueros que le salieron al camino: m¨¢s o menos as¨ª meti¨® cuatro goles. Sin que Aurier ni Alderweireld pudieran anticiparle nunca. Sin que Vertonghen, demasiado ocupado con Lewandowski, pudiera cerrarle el paso. El Tottenham solo pudo replicar con un penalti que ejecut¨® Kane. Demasiado poco ante un rival que elev¨® a la categor¨ªa de gol pr¨¢cticamente cada contragolpe.
Pochettino: "El f¨²tbol es hoy; el ayer no cuenta"
¡°Fuimos muy buenos durante 30 minutos y ellos fueron quir¨²rgicos durante el resto del partido¡±, dijo Pochettino, con aire sombr¨ªo, ya en el t¨²nel de vestuarios. ¡°Ellos tienen una gran calidad y cada toque que daban acababa dentro. El f¨²tbol es hoy. Es lo que hagas hoy. El ayer no cuenta. Tenemos que estar juntos, ayudarnos unos a otros, no individualizar culpables y seguir adelante¡±.
No fue tan emocionante el partido de Manchester. Ah¨ª el City recibi¨® al Dinamo de Zagreb. El equipo de Guardiola tuvo trabajo. Hasta pasada la hora de refriega no meti¨® el primero en una de esas acciones de distracci¨®n colectiva que tanto caracterizan sus ataques: Walker sorprendi¨® desde atr¨¢s con una apertura a la izquierda, y Mahrez meti¨® el pase atr¨¢s desde la l¨ªnea de fondo sirviendo a Sterling, que hizo el 1-0 entrando al ¨¢rea como un viejo nueve. Foden marc¨® el 2-0.
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