Vald¨¦s: el hambre y las ganas de comer
A falta de un medidor, de alguien con criterio y personalidad para juzgarle, no se sabe si el todav¨ªa t¨¦cnico del Juvenil A es un embaucador o una figura
V¨ªctor Vald¨¦s dejar¨¢ de ser entrenador del Juvenil A probablemente el lunes y se desvincular¨¢ del Bar?a. Aunque todav¨ªa no se saben los t¨¦rminos de la rescisi¨®n, las dos partes no se soportan porque se juntaron el hambre y las ganas de comer desde que se anunci¨® la incorporaci¨®n del t¨¦cnico del Moratalaz que derrot¨® al Madrid. ¡°Habl¨¦ con ¨¦l y me dijo: ¡®Presi, ?no crees que es hora de que vuelva a casa?¡¯, le respond¨ª que s¨ª, pero que me diera unos d¨ªas¡±, afirm¨® sin rubor el presidente Bartomeu en su comparecencia de julio previa a la presentaci¨®n de De Jong. La convivencia no llegar¨¢ al trimestre despu¨¦s del carrusel de incidentes protagonizados por el exportero del Bar?a.
No hay un solo estamento del club que no se las haya tenido con Vald¨¦s, cuyo sentido de la representaci¨®n ha sido discutible desde que nada m¨¢s llegar desafi¨® a la organizaci¨®n del Youth Otten Cup cuando se neg¨® a que su equipo disputara la final de consolaci¨®n para no da?ar la salud de sus jugadores en Holanda. Ha polemizado con empleados (se quej¨® por no disponer de una mesa y una silla para dar una rueda de prensa), con compa?eros (no acudi¨® a la presentaci¨®n del departamento de Metodolog¨ªa y fue el ¨²nico que se ausent¨® en la cena de los t¨¦cnicos) y directivos (se quej¨® por no poder jugar siempre en el estadio Johan Cruyff y lleg¨® tarde al partido que jugaba precisamente en casa con el Inter).
El Bar?a perdi¨® con los italianos de la misma manera que ya hab¨ªa ca¨ªdo en Dortmund, d¨ªa en que el t¨¦cnico cambi¨® a tres jugadores en el descanso del partido de la Youth League, el torneo que expresa el desconcierto del plantel y de los rectores del Bar?a. El percance definitivo se dio el viernes cuando discuti¨® con Kluivert. Al jefe de la cantera no le gustaba la versi¨®n de Vald¨¦s entrenador por no ser fiel al 4-3-3, sino que se decantaba por el 4-4-2, y tampoco apostaba por aquellos jugadores elegidos por el club como por ejemplo Ilaix Moriba. Vald¨¦s respondi¨®: ¡°Mi equipo lo hago yo¡±. Kluivert decidi¨® que el t¨¦cnico, expulsado ante el Girona, no viajara ya a Tarragona.
Ni la metodolog¨ªa ni la personalidad tan particulares de Vald¨¦s encajan en el desnortado Bar?a de Bartomeu. Acostumbra a pasar cuando un club est¨¢ mal gestionado ¡ªpor m¨¢s buena que pueda ser la intenci¨®n¡ª y contrata a un empleado dif¨ªcil de mandar ¡ªaunque individualmente pueda ser un fuera de serie y una operaci¨®n publicitaria rentable para el Bar?a. A falta de una organizaci¨®n futbol¨ªstica estable, la pol¨ªtica de Bartomeu consiste en comprar cromos: Vald¨¦s, Kluivert, Abidal o los imposibles por ahora Puyol o Jordi Cruyff. Alcanzada la figura, despu¨¦s se salta el organigrama o si hace falta cambia a los responsables de la La Masia.
Vald¨¦s fue un tipo solitario y dif¨ªcil, y tambi¨¦n uno de los mejores porteros del Bar?a. El puesto de guardameta le permiti¨® vivir la vida y disputar los partidos como un duelo de uno contra once; as¨ª se apreci¨® en la final de Par¨ªs. No intim¨® con sus compa?eros, tuvo sus diferencias con los entrenadores y con sus decisiones puso en jaque al Bar?a. Una lesi¨®n complic¨® todav¨ªa m¨¢s su mala salida del Camp Nou.
Todav¨ªa peor ser¨¢ su adi¨®s como entrenador despu¨¦s de una presentaci¨®n tan desafiante ¡ªen la l¨ªnea de su carrera de futbolista¡ª, que son¨® a revolucionaria, m¨¢s propia de un mes¨ªas del Camp Nou que de un t¨¦cnico del Juvenil A. As¨ª que a falta de un medidor, de alguien con criterio y personalidad para juzgarle, no se sabe si es un embaucador o una figura; s¨ª trascendi¨® que fue quien adivin¨® que el ¨²nico problema de Ansu Fati para volar eran sus botas: se les hizo cambiar y hoy juega con Messi.
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