El Tour de 2020 se dibuja como un caos monta?oso para escaladores

Ganan el Tour chavales de 22 a?os que creen que a los 23 ya ser¨¢n viejos, Gimondi ha muerto, Merckx, Poulidor y De Vlaeminck, los h¨¦roes de los 70, est¨¢n en el hospital, y al aficionado antiguo le sacude el v¨¦rtigo, todo se agolpa, siente que el tiempo, que nunca para, ha decidido acelerar de forma exponencial, que los d¨ªas son segundos y los a?os minutos. No le ayuda a pensar lo contrario, a aliviar su desasosiego, el recorrido del Tour de 2020, presentado el martes, en Par¨ªs, como siempre. Huye m¨¢s que nunca del canon cl¨¢sico, desprecia los Pirineos, los grandes Alpes y la contrarreloj, y se rinde al batiburrillo que se lleva, una mezcolanza de nostalgia, vintage, gui?os, se?ales y mensajes para todas las generaciones, y llegadas en alto para cabras, a lo Vuelta y al gusto Alaphilippe, of course.

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Habr¨¢ finales en alto en el Macizo Central (Mont Aigoual, Pas de Peyrol), en los Alpes (Orci¨¦res Merlette y la prolongaci¨®n de M¨¦ribel llamada col de la Loze), en el Jura (Grand Colombier) y en los Vosgos (Planche de las Belles Filles), pero no en los Pirineos, que pr¨¢cticamente se sobrevuelan (294 kil¨®metros divididos en dos etapas, con paso por Bal¨¨s, Peyresourde, Soudet y Marie Blanque); no habr¨¢ contrarreloj llana, una rebeli¨®n, y s¨ª una cronoescalada la v¨ªspera de Par¨ªs, el final de una semana de fuegos artificiales.

Se piensa m¨¢s en la repetici¨®n del duelo de Pinot (el Jura y los Vosgos son las tierras amadas del franc¨¦s, que ya tendr¨¢ 30 a?os para julio) con Alaphilippe (el rey de la media monta?a y del Macizo Central) y con el ganador del 19, el colombiano Egan Bernal, algo as¨ª como el Bahamontes del siglo XXI. El mundo al rev¨¦s: los escaladores podr¨¢n ser conservadores y los grandes rodadores que se atrevan a participar --Dumoulin, Roglic, Thomas--, privados del colch¨®n de su contrarreloj, deber¨¢n atacar. Landa ser¨¢ beneficiado; Mas y Marc Soler deber¨¢n ense?ar lo que valen. Froome mostrar¨¢ si se ha recuperado de las terribles fracturas que le privaron del Tour del 19.

Saldr¨¢ de Niza el 27 de junio, s¨¢bado, y terminar¨¢ en Par¨ªs el 19 de julio, domingo, cinco d¨ªas antes de que la antorcha ol¨ªmpica prenda su llama en el estadio de Tokio. Ser¨¢n 3.470 kil¨®metros. Solo habr¨¢ una etapa de m¨¢s de 200 kil¨®metros, los 218 kil¨®metros hasta Sarran, la m¨¢s corta etapa m¨¢s larga de ning¨²n Tour.

A Oca?a y al Merckx derrotado pero no muerto del 71 se les recuerda ya el cuarto d¨ªa con el final a los m¨¢s de 1.800m de Orci¨¨res-Merlette, donde no se regresaba desde que el holand¨¦s Rooks les gan¨® a Marino, Indurain y Perico la cronoescalada del 89 desde Gap. Otra de las primeras etapas terminar¨¢ en Mont Aigoual (monte acuoso), donde tanto llueve, en medio de la erosi¨®n desoladora y dura de las Cevennes, y es inevitable recordar tanto a Roger Rivi¨¨re, quien habr¨ªa sido el gran rival de Anquetil, y no Poulidor, si no hubiera quedado paral¨ªtico al caerse por un barranco en su descenso por el Col de Perjuret en 1960, como en la adoraci¨®n al lugar cultivada por los nuevos globeros y h¨ªpsters desde que el holand¨¦s Tim Krabb¨¦ escribi¨® El corredor, la novela de culto.

Se pasa por Sarran, donde hace nada enterraron al expresidente Jacques Chirac, y, tras el Macizo Central se llega el domingo 12 de julio al Jura el pen¨²ltimo domingo con el final en los alto del Grand Colombier, que no es un homenaje a Bernal, (el gran colombiano), sino uno de los cl¨¢sicos de la d¨¦cada. Ser¨¢ la cuarta vez que se ascienda, la primera como final de etapa, un col que debut¨® en el Tour en 2012 con sus 17 kil¨®metros irregulares y estrechos desde Culoz, al que se llega tras ascender los 11 kil¨®metros al 8% de La Selle de Fromentel, con pasos al 22% y un kil¨®metro al 15%, y los siete kil¨®metros al 9% de La Biche.

El mi¨¦rcoles 15 ser¨¢ la etapa reina, el megamix alpino del col de la Madeleine, por una carretera in¨¦dita, y el final en el col de la Loze, siete kil¨®metros por encima de la estaci¨®n de esqu¨ª de M¨¦ribel. El puerto no exist¨ªa hasta que se asfalt¨® en mayo un camino estrecho que asciende hasta 2.305 metros hacia el valle vecino de Courchevel. Lo subi¨® Hinault hace unas semanas y enloqueci¨®: tramos en descenso, tramos al 20%, un puro caos, que simboliza como nada los tiempos que vienen. "Es el prototipo de col del siglo XXI", dice, encantado, Christian Prudhomme, el director del Tour, que lo ensay¨® en el pasado Tour del Porvenir con una minietapa de 23 kil¨®metros.

Y remacha el Tour, acorde a la filosof¨ªa ya desvelada, la contrarreloj final: 36 kil¨®metros; 28 de aproximaci¨®n, pasando por M¨¦lisey, el pueblo donde Pinot cr¨ªa corderitos, y ocho de ascensi¨®n vertical hasta la Planche des Belles Filles (sin camino no asfaltado esta vez), que, como el Grand Colombier, entr¨® en el Tour en 2012 y ya es un cl¨¢sico.