El orgullo infinito de Andy Murray

Pocos, muy pocos tenistas son tan tozudos como Andy Murray, el guerrillero escoc¨¦s que d¨ªa tras d¨ªas se rebela contra el destino que le hab¨ªa propuesto peligrosamente un pasado no demasiado lejano. Despu¨¦s de alcanzar la cima y su punto m¨¢s ¨¢lgido como profesional, hace dos a?os, la cadera puso en jaque su carrera. Sin apenas poder caminar, le oblig¨® a pasar un par de veces por el quir¨®fano y le abri¨® la puerta de salida del circuito. As¨ª lo adelant¨® a comienzos de curso en Australia: hasta aqu¨ª. Pero no. No se rinde Murray, uno de los jugadores con mayor amor propio. Se instal¨® una pr¨®tesis, venci¨® al dolor y ahora, con un trofeo entre las manos despu¨¦s de darle mil vueltas a su circunstancia, vuelve a sonre¨ªr. Y con ¨¦l lo hace el tenis.

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¡°Esto significa mucho para m¨ª¡±, dec¨ªa tras superar a Wawrinka en la final de Amberes (ATP 250) por 3-6, 6-4 y 6-4 (en 2h 27m), y elevar as¨ª su primer t¨ªtulo individual despu¨¦s de dos a?os y medio. ¡°No espera estar en esta situaci¨®n, as¨ª que estoy muy, muy feliz¡±, abundaba el escoc¨¦s, al borde del llanto y con un remolino de emociones en la cabeza mientras repasaba interiormente el infierno de los ¨²ltimos tiempos: quir¨®fanos, incertidumbre, miedos. Ten¨ªa pie y medio fuera y no disputaba una final desde el 4 de marzo de 2017 ¨Ccuando a¨²n era n¨²mero uno y bati¨® en el cemento de Dub¨¢i a Fernando Verdasco¨C, pero su empe?o y su orgullo le han devuelto una porci¨®n de gloria.

No desiste Murray, que a sus 32 a?os y con un tercer reto?o en camino entiende que todav¨ªa tiene cosas que aportar; no tanto t¨ªtulos ni los ¨¦xitos de los viejos tiempos, en los que se code¨® y enred¨® como nadie a Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, como el ejemplo de un deportista tenaz y sufridor, porque ¨¦l las ha visto de todos los colores. En 2013 se la jug¨® seriamente la espalda y despu¨¦s, en su mejor momento, le torpede¨® la cadera, que ahora porta metal. El pasado mes de enero anticip¨® su adi¨®s entre l¨¢grimas, marc¨¢ndose el tope de Wimbledon para poder despedirse al menos ante su gente, pero la situaci¨®n ha dado un giro y tal vez pueda ofrecer alg¨²n que otro fasc¨ªculo competitivo.

Siempre con los pies en el suelo, porque Murray no volver¨¢ a ser nunca el Murray al que el periodismo brit¨¢nico aup¨® hasta integrar el Big Four, junto a los tres magn¨ªficos, pero al menos s¨ª un tenista competitivo que pueda irse en unas condiciones mucho m¨¢s dignas que las que le propon¨ªa la adversidad de los dos ¨²ltimos a?os. ¡°Estamos todos felices de verle de vuelta. Andy es un gran campe¨®n y se lo merece¡±, dec¨ªa este domingo Wawrinka, otro viejo rockero (34 a?os) que tambi¨¦n acumula heridas y que tambi¨¦n ha conseguido sortear la indeseada retirada pese a que su rodilla izquierda le puso en un buen brete el curso pasado.

¡°Este es uno de mis mejores triunfos¡±

¡°Los ¨²ltimos tiempos han sido extremadamente dif¨ªciles. Tanto Stan como yo hemos tenido muchos problemas, as¨ª que es fant¨¢stico encontrarnos en una situaci¨®n como esta¡±, expres¨® el de Dunblane, ganador de 46 t¨ªtulos, entre ellos Wimbledon (2013 y 2016), el US Open (2012) y la Copa Davis (2015), adem¨¢s de dos oros ol¨ªmpicos (2012 y 2016). ¡°Este es uno de mis mejores triunfos, despu¨¦s de todo. Estoy verdaderamente orgulloso de haber conseguido esto¡±, ampliaba sabiendo ya que este lunes escalar¨¢ 116 puestos en el ranking de la ATP, del 243 al 127.

Dos meses despu¨¦s de operarse por segunda vez de la cadera, Murray volvi¨® a coger la raqueta; luego se reinsert¨® en el circuito ganando el dobles de Queen¡¯s con Feliciano L¨®pez; en verano particip¨® en la gira veraniega sobre cemento ¨Cun partido en Cincinnati y otro en Winston-Salem¨C y en agosto no tuvo reparos en alistarse en el challenger de la Academia de Nadal; en Zhuhai logr¨® su primera victoria y a continuaci¨®n llegaron otras tres en Pek¨ªn (2) y Shangh¨¢i; y este domingo, cuando hace nada parec¨ªa inimaginable, pura utop¨ªa, volvi¨® a renacer en B¨¦lgica.