A los Juegos por necesidad
Vicen? Ruiz y Berta Bonastre cuentan la doble obsesi¨®n de los internacionales de hockey hierba: obtener los billetes para Tokio 2020 y asegurarse las becas que compensen su dedicaci¨®n exclusiva
M¨¢s de 150 d¨ªas al a?o durmiendo fuera de casa para jugar en la ¨¦lite del hockey hierba. Rutina de profesional con un jornal amateur. La rigurosa exigencia que soportan los integrantes de la selecci¨®n espa?ola, masculina y femenina, para cazar la plaza ol¨ªmpica les sumerge en una espiral de plena dedicaci¨®n al deporte, aun cuando los n¨²meros no les salen. Y sin Juegos, no hay becas.
El apremio se ha agudizado tras escaparse, por los pelos, el billete directo a Tokio 2020, que estaba en juego en el reciente Campeonato Europeo que se disput¨® en B¨¦lgica. El combinado masculino perdi¨® el oro contra la selecci¨®n local, actual campeona del mundo y subcampeona ol¨ªmpica, y las f¨¦minas se quedaron sin final pero se desquitaron del disgusto cazando el bronce frente a Inglaterra. Las medallas tienen sabor de recompensa insuficiente porque no haber atrapado mayores quilates har¨¢ menester jugarse la plaza ol¨ªmpica en sendas eliminatorias a cara o cruz. Espa?a, gracias a su mejor ranking, juega como local los dos partidos, en el Beter¨® de Valencia, en que se dilucidan los billetes para Tokio. La selecci¨®n masculina empat¨® a tres ante Francia -goles espa?oles de Xavi Lleonart y dos de Pau Quemada- y por lo tanto se lo jugar¨¢ todo en el partido, este s¨¢bado (18.00, Eurosport). La selecci¨®n espa?ola femenina, con goles de Bel¨¦n Iglesias y Lola Riera, super¨® a Corea por 2-1. Partir¨¢ pues con esa ventaja en el partido decisivo, este s¨¢bado (20.00, Eurosport).
Ser¨¢ el ¨²ltimo paso para alcanzar el sue?o ol¨ªmpico, una meta que, m¨¢s all¨¢ de ser la culminaci¨®n de una aspiraci¨®n deportiva, supondr¨ªa una inyecci¨®n de ox¨ªgeno econ¨®mico en ambos vestuarios. ¡°Esto es inhumano, me paso todo el a?o fuera¡±, refiere Vicen? Ruiz. Es natural de Terrassa, tiene 28 a?os y suma m¨¢s de 130 internacionalidades. Acaba de fichar por el Real Club de Polo y apunta que, a excepci¨®n del a?o que se march¨® a la liga holandesa, ¡°esta va a ser la primera vez que cobro por jugar¡±. Tiene una carrera en Ciencias del Deporte y dos m¨¢sters pero lamenta no poder estrenar su curr¨ªculum laboral: ¡°No puedo compaginar el hockey con un trabajo, lo que me ha llevado a plantearme muchas veces si no estar¨¦ perdiendo el tiempo, porque no gano dinero ni tampoco estoy adquiriendo formaci¨®n profesional¡±, cuenta.
No son los compromisos de club lo que hipoteca sus horas, sino el ritmo de la selecci¨®n. Afirma que las concentraciones, europeos, mundiales, preol¨ªmpicos y los tediosos viajes para los partidos de la ProLeague le obligan, pr¨¢cticamente, a vivir dentro de un avi¨®n. Berta Bonastre, 27 a?os e indiscutible para el seleccionador Adrian Lock, confirma la encrucijada que supone para los integrantes de la selecci¨®n apostarlo todo al hockey. Nutricionista de formaci¨®n, se fue a jugar a B¨¦lgica porque en Espa?a no s¨®lo no cobraba sino que ten¨ªa que pagar por competir. Y cuando habla de competir lo hace con may¨²sculas: ¡°Desde los 13 a?os no ten¨ªa m¨¢s de una semana de vacaciones, este verano he tenido tres semanas libres y no sab¨ªa ni qu¨¦ hacer¡±. En el norte europeo se pas¨® siete a?os, y no sent¨ªa la necesidad de volver pero el reclamo de los Juegos la ha llevado a fichar por el Egara. ¡°En B¨¦lgica lo pude considerar como un trabajo y aqu¨ª no podr¨¦ nunca, pero regresar es la ¨²nica manera de poder prepararme bien con la selecci¨®n de cara a los Juegos¡±, se?ala.
Francia en hombres y Corea en mujeres son los rivales a los que Espa?a debe superar en una eliminatoria en Valencia este viernes y s¨¢bado para estar en Tokio 2020
Ambos coinciden en que sumando todas las plantillas, masculinas y femeninas, de la m¨¢xima categor¨ªa del hockey hierba espa?ol, unos 400 jugadores en total, no hay m¨¢s de ¡°diez o doce elegidos¡± que cobran por jugar. Con el bagaje aprendido en el exilio, razonan que hace falta hacer las maletas para progresar: ¡°En Holanda o en B¨¦lgica hay mucho m¨¢s nivel, y si te vas a jugar fuera te tienes que adaptar a esa exigencia¡±. Sin embargo, Vicen? Ruiz, que es un apasionado del boxeo, huye de derrotismos. ¡°Siempre comparamos nuestra liga con las de fuera, y no es justo. F¨ªjate en las licencias y los presupuestos, Holanda tiene 250.000 licencias y aqu¨ª no llegamos a las 20.000. En realidad, somos la leche¡±, destaca. Berta Bonastre a?ade que, a nivel de instalaciones, los clubes de la liga espa?ola lucen m¨¢s que los de la reputada competici¨®n belga. ¡°All¨ª hay un campo, un bar, y a jugar¡±, describe. ¡°Se lo gastan todo en pagar a los jugadores¡±, matiza su compa?ero.
El oro del equipo femenino en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona consta como el mayor logro del hockey hierba espa?ol y, a rebufo, la plata de los chicos en Pek¨ªn 2008. Ruiz y Bonastre lamentan que ¡°no hay continuidad¡± y que, tras una buena hornada, no llegan refuerzos para alargar un ciclo triunfante. La escasez de la cantera dificulta la oxigenaci¨®n de los equipos, ¡°es m¨¢s f¨¢cil jugar a f¨²tbol que a hockey¡±, dice Ruiz. ¡°El hockey tiene la etiqueta de elitista¡±, a?ade Bonastre, pero ambos est¨¢n de acuerdo: ¡°El talento mal gestionado tampoco sirve para nada¡±. De momento, su quinta aspira a todo, y no se reservan nada. El objetivo inmediato, los billetes para Tokio-2020.
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