Los All Blacks se consuelan con el bronce de las despedidas

En la v¨ªspera de la gran final, Tokio aisti¨® este viernes a un fin de ciclo en las dos selecciones m¨¢s estables del mundo de la d¨¦cada. Termina el ciclo de Steve Hansen en Nueva Zelanda tras ocho a?os como seleccionador y un registro de 94 victorias en 108 partidos. Con ¨¦l se va su compatriota Warren Gatland, que ha dado cuatro t¨ªtulos del Seis Naciones a una Gales que cogi¨® despedazada en 2007. Los All Blacks, que deber¨¢n designar sucesor en las pr¨®ximas semanas, no dieron margen a la nostalgia y resolvieron sin apuros el partido que no quer¨ªan jugar. El bronce fue para el gendarme destronado, la ¨²nica selecci¨®n que no ha sido derrotada m¨¢s de una vez en un Mundial.

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El amargo adi¨®s del capit¨¢n de los All Blacks

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El capit¨¢n Kieran Read orquest¨® su ¨²ltima haka y los neozelandeses salieron enchufados. En apenas cinco minutos hubo tiempo para que Mo¡¯unga fallara una pata franca a palos y a la primera cabalgada de la delantera oce¨¢nica. Read y Retallick pusieron en marcha el tren con dos r¨¢pidos apoyos por la zona central y Moody, un pilier que desmiente la te¨®rica lentitud de su posici¨®n, hizo el ¨²ltimo relevo hacia el ensayo. Tras el verso inicial, Beauden Barrett abri¨® la brecha col¨¢ndose por el medio ante la parsimonia de Gales, despistada por un amago de Aaron Smith. En cuarto de hora, 14-0.

El XV del Drag¨®n, con nueve cambios respecto a su agotadora derrota ante Sud¨¢frica en semifinales, se rebel¨® a su destino y se adue?¨® de la acci¨®n con su delantera. Con los neozelandeses encerrados en su guarida, tuvieron la paciencia para cocinar a fuego lento una secuencia con m¨¢s de una decena de fases hasta que Rhys Patchell ¨Cel te¨®rico tercer apertura de su selecci¨®n¨C asisti¨® con un env¨ªo tenso la marca de Hallam Amos. Tras su aciaga puesta en escena, los galeses se llegaron a acercar a cuatro puntos.

Los Al Blacks no dieron pie al suspense y rompieron el partido al filo del descanso con dos ensayos de Ben Smith, el zaguero imprescindible del ciclo anterior relegado a un papel secundario en este torneo. Aprovech¨® primero la interinidad de la defensa galesa. Retallick rob¨® el bal¨®n en el ruck e inici¨® la sinfon¨ªa de los delanteros con Read y Frizell. En la siguiente secuencia, Smith percuti¨® como un cuchillo entre mantequilla y pos¨® de espaldas. Despu¨¦s, con el tiempo ya cumplido, recogi¨® un env¨ªo preciso de Aaron Smith para acelerar junto a la banda, dejando por el camino a Tomos Williams, apoyando la mano en su cara. Hansen se march¨® al descanso con las cuentas hechas (28-10).

Josh Adams, el futuro de los ¡®dragones¡¯

Si el duelo por el bronce ya descuenta un d¨ªa de descanso respecto a una semana convencional, Gales, que jug¨® su semifinal un d¨ªa despu¨¦s, iba corta de combustible para plantearse remontadas. Se lo record¨® el ensayo de Ryan Crotty, asistido por un offload de Sonny Bill Williams, apodado por su facilidad para continuar la jugada en las circunstancias m¨¢s complejas. Se despide como una figura que divide opiniones en su pa¨ªs por un talento que muchos consideran desaprovechado.

Se march¨® ovacionado el capit¨¢n gal¨¦s, Alun Wyn Jones. Le quedan dos a?os de contrato el XV del Drag¨®n, pero la l¨®gica de la longevidad dice que, con 34 a?os, este l¨ªder ejemplar no volver¨¢ a saborear un Mundial. El futuro en Gales, que no gana a Nueva Zelanda desde 1953, lo sirve Josh Adams, que anot¨® su s¨¦ptimo ensayo del torneo, una marca que solo podr¨ªa igualar el sudafricano Mapimpi ¨Chasta el momento lleva cinco¨C en la final. La marca del ala, brillante por su efervescencia con espacios, tuvo especial m¨¦rito porque la logr¨® percutiendo en campo cerrado junto a su delantera.

Termin¨® el partido y Read se quit¨® por ¨²ltima vez su cinta blanquinegra. Tras los protocolarios saludos, intercambi¨® impresiones con Jones. Una charla amigable entre gladiadores que ilustra un fin de ¨¦poca. Despu¨¦s, el capit¨¢n de los All Blacks resumi¨® su gran legado: dejar la camiseta en un mejor lugar que cuando se la puso por primera vez. ¡°Ha sido un privilegio¡±, a?adi¨® emocionado el gran¨ªtico Hansen, que ser¨¢ ahora un seleccionador m¨¢s, como otros cuatro millones de neozelandeses.