El Atleti mexicano, acorralado por el conflicto
El equipo franquicia del Atl¨¦tico de Madrid en M¨¦xico afronta un duro escenario en su primeros seis meses en Primera Divisi¨®n con dos entrenadores despedidos y un veto a su estadio
Han pasado dos a?os desde que el Atl¨¦tico de Madrid hechiz¨® al f¨²tbol de M¨¦xico. El conjunto madrile?o se hizo con el 61 % de las acciones de un club olvidado en segunda divisi¨®n. De ser el San Luis que jugaba con un escudo auriazul a te?irse de rojiblanco para ser el Atl¨¦tico de San Luis. El club era visto como un ejemplo a seguir en la Segunda Divisi¨®n de M¨¦xico. Sus primeros torneos fueron tibios intentos hasta que, el a?o pasado, lograron su ascenso. El idilio ha encontrado sus primeras turbulencias al despedir a dos entrenadores en poco menos de dos meses, al primero por insultar a sus futbolistas y al segundo por estar inmiscuido en una red de corrupci¨®n. Adem¨¢s, el club no pudo controlar la violencia en su estadio.
El Atleti mexicano busc¨®, en sus primeros d¨ªas, encomendarle el puesto de entrenador al ahora director deportivo de la selecci¨®n de Espa?a, Jos¨¦ Francisco Molina. El experimento no funcion¨® hasta que encontraron en Alfonso Sosa al t¨¦cnico ideal, uno de perfil bajo y eficaz. Con ¨¦l, el equipo gan¨® los dos torneos necesarios para llegar a la Primera Divisi¨®n. En ambas ocasiones le arrebataron la gloria a los Dorados de Sinaloa, guiados en ese entonces por Diego Armando Maradona. Y fue en la primera final donde el club rojiblanco encaj¨® su primer rev¨¦s: un grupo de aficionados locales insult¨® al astro argentino y este quiso liarse a golpes en los pasillos del estadio Alfonso Lastras.
Con Sosa, el Atl¨¦tico de San Luis marchaba bien en la Liga mexicana. Para un club reci¨¦n ascendido la marca de tres partidos ganados, dos empatados y dos perdidos era una garant¨ªa a ilusionarse. Sin embargo, antes de la octava fecha del campeonato mexicano el estratega fue s¨²bitamente despedido. La raz¨®n fue, seg¨²n Alberto Marrero, presidente del club, el haber insultado y faltado el respeto a los futbolistas y al propio Marrero. ¡°No tenemos duda alguna que los objetivos iniciales se cumplieron¡±, explicaba el equipo en un comunicado. La prensa mexicana aseguraba que fue cesado del cargo por llamarles ¡°putos¡± a sus jugadores. Sosa, entrevistado por la cadena ESPN, dijo: ¡°no me importa si son homosexuales. S¨ª soy muy mal hablado en el campo, los que conocemos el vestidor es [algo] muy normal, pero mi intenci¨®n nunca fue ofender¡±. Los valores del Atleti mexicano imperaron.
En menos de una semana, el Atleti de San Luis Potos¨ª present¨® al reemplazo de Alfonso Sosa. Gustavo Matosas fue el elegido. El uruguayo dirig¨ªa a la selecci¨®n de Costa Rica hasta que, durante una conferencia de prensa, lanz¨® un mensaje de hartazgo y present¨® su renuncia. ¡°No sab¨ªa que ser t¨¦cnico de una selecci¨®n era tan aburrido porque no tienes [tan seguido] a los jugadores¡±, dijo. Pese a eso, los colchoneros le ficharon. Nada pod¨ªa salir mal. Pero en el campo los n¨²meros fueron rojos: dos triunfos y cinco derrotas. Alcanzar un sitio en liguilla luc¨ªa complicado.
El pasado 25 de octubre, un reportaje de Televisa present¨® un audio en el que se escuchaba a Matosas y a Fernando Pav¨®n, un representante de futbolistas. Ambos acordaban una comisi¨®n por el fichaje de un futbolista en 2012. El entrenador uruguayo recomendaba futbolistas y se quedaba con un porcentaje de la operaci¨®n. La noticia sacudi¨® el seno del Atl¨¦tico de San Luis y, dos d¨ªas despu¨¦s, el club y el uruguayo acordaron cortar la relaci¨®n laboral, aunque, en su bolet¨ªn, no hicieron menci¨®n a las acusaciones de corrupci¨®n.
Otro caso que elev¨® la tensi¨®n en el Atl¨¦tico mexicano fue la violencia en las tribunas de su estadio del pasado 20 de octubre. En un partido contra el Quer¨¦taro, los aficionados visitantes desataron una trifulca con los hinchas rojiblancos en las gradas. El partido tuvo que ser suspendido al minuto 83. La violencia era tal que se detuvo el juego y los aficionados bajaron al c¨¦sped para salvarse de la batalla campal que no pudo ser controlada por la seguridad. El estadio fue vetado por dos partidos, entre ellos, uno contra el Club Am¨¦rica que iba a representar una gran venta de entradas, y recibi¨® una multa de 26.000 d¨®lares.
Marrero ha admitido que desde la matriz en Madrid est¨¢n extra?ados por todo lo sucedido. EL PA?S busc¨® la postura del equipo sat¨¦lite en M¨¦xico, sin embargo, el club no quiso comentar sobre el tema. Este viernes el Atleti mexicano gan¨® su m¨¢s reciente partido contra Atlas (1-2) al m¨¢s puro estilo de Simeone y mantiene una esperanza para clasificarse a la liguilla. Los rojiblancos, con tintes madrile?os, a¨²n aspiran a conquistar el t¨ªtulo mexicano.
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