Alex Schwazer, un positivo de novela de espionaje
El campe¨®n ol¨ªmpico italiano lucha por demostrar su inocencia en un caso de dopaje en el que el juez ve indicios de manipulaci¨®n de pruebas. El auto refleja "una concentraci¨®n an¨®mala de ADN"
El marchador italiano Alex Schwazer gan¨® el oro en los Juegos de Pek¨ªn de 2008 en los 50 kil¨®metros marcha. No defendi¨® t¨ªtulo en Londres 2012 porque dio positivo por EPO poco antes de la cita ol¨ªmpica. Fue sancionado durante cuatro a?os. Decidi¨® volver antes de los Juegos de R¨ªo 2016 y se puso en manos de Sandro Donati, el palad¨ªn de la lucha antidopaje italiana, que en los a?os 80 fue apartado de la Federaci¨®n por negarse a dopar a sus atletas. ¡°Quiero demostrar que voy fuerte sin ayuda. No quer¨ªa terminar siendo un dopado¡±, declar¨® el marchador italiano a este peri¨®dico en mayo de 2016. El 22 de junio de ese a?o volvi¨® a dar positivo (testosterona). Fue sancionado con ocho a?os. Su t¨¦cnico siempre sostuvo que las muestras hab¨ªan sido manipuladas para que Schwazer diera positivo. Lleva tres a?os luchando para demostrarlo y empieza a ver algo de luz al final del t¨²nel: hay emails entre altos mandos de la Federaci¨®n Internacional de Atletismo [IAAF], el abogado de la misma y el laboratorio de Colonia que hablan de complot. La orden de realizar el control antidopaje incriminado fue dada el d¨ªa que Schwazer testific¨® contra dos m¨¦dicos (uno de ellos de la IAAF) por colaborar en la suministraci¨®n de EPO. Su declaraci¨®n contribuy¨® a la condena en primer grado de ambos.
La hip¨®tesis con la que trabaja Walter Pelino, el juez de instrucci¨®n preliminar del Tribunal de Bolzano que lleva el juicio penal, es la de que las muestras pudieron ser manipuladas. As¨ª lo recoge en el auto en el que tambi¨¦n refleja ¡°vicios en la cadena de custodia¡±. Ha pedido un estudio pericial m¨¢s [con an¨¢lisis de 50 atletas de alto nivel] para ¡°explicar la an¨®mala concentraci¨®n de ADN en las muestras de Schwazer¡± que ya certificaron los dos primeros, descartar que se deba a un ¡°esfuerzo elevado¡± y despejar cualquier tipo de sombra. Esa concentraci¨®n es ¡°demasiado elevada para ser fisiol¨®gica¡± considera el juez en el auto apoy¨¢ndose en la investigaci¨®n del perito.
Seg¨²n el estudio pericial, el ADN deber¨ªa bajar y no subir; por el paso del tiempo y por el ¡°estr¨¦s t¨¦rmico¡± debido a la congelaci¨®n y descongelaci¨®n de las muestras. En el caso de Schwazer hay una ¡°subida muy elevada¡± y una ¡°sensible divergencia (m¨¢s de 3/1)¡± entre la muestra B y la A. Lo que tiene entre manos bastar¨ªa, seg¨²n escribe el juez, para ¡°afirmar, desde ya, la existencia de dudas razonables sobre la culpabilidad del investigado y archivar el juicio a su cargo¡±.
La ordenanza, de 35 p¨¢ginas, tiene todos los elementos de una novela de espionaje (emails que hablan de complot, violaci¨®n de la cadena de custodia de las muestras, frascos no sellados¡) y, de confirmarse los indicios a trav¨¦s de los estudios encargados, puede acabar con la credibilidad del sistema. ¡°Lo que est¨¢ en juego es mucho m¨¢s que la responsabilidad penal y el honor del investigado, es la credibilidad de todo el sistema de controles antidopaje¡±, escribe el juez en sus conclusiones.
Schwazer, que hoy tiene 34 a?os, se ha casado y ha sido padre, dio positivo por testosterona en un control del 1 de enero de 2016. El laboratorio de Colonia analiz¨® las muestras y las consider¨® negativas. As¨ª lo registr¨® tambi¨¦n en el sistema ADAMS (el entorno WEB de los deportistas en el que, entre otras cosas, informan sobre su localizaci¨®n y conocen sus resultados de control de dopaje). No consideraron sospechoso el valor de 3,46 de epitestosterona (testosterona externa, es decir, no producida por el organismo) que encontraron. La relaci¨®n normal entre testosterona y epitestosterona es de 1-1 y las normas permiten hasta un 1-4. ¡°Era una cantidad tan m¨ªnima que la atribuyeron al consumo de alcohol [d¨ªa siguiente a la nochevieja] ya que el alcohol libera una cantidad mayor de testosterona¡±, explicaba Donati.
La IAAF, sin embargo, s¨ª consider¨® sospechoso ese valor y pidi¨® analizar las muestras con un examen m¨¢s caro (el IRMS) que permite testar y detectar la testosterona sint¨¦tica. La que, finalmente, se encontr¨® en la orina Schwazer y certific¨® su positivo. El entrenador siempre se pregunt¨® por qu¨¦ la federaci¨®n internacional pidi¨® analizar una muestra que dio negativo y por qu¨¦ tard¨® m¨¢s de un mes (desde 13 de mayo al 20 de junio) en comunicar el positivo al atleta (algo que se suele hacer a los pocos d¨ªas).
Dos a?os para conseguir las muestras
La prueba de ADN fue requerida por la defensa, aceptada por el fiscal y solicitada por el juez Pelino que, en el auto, cuenta como tard¨® dos a?os en conseguir que el laboratorio de Colonia entregara las muestras A y B a los dos peritos nombrados por ¨¦l. Tuvo que pedir dos veces una rogatoria internacional. La WADA y la IAAF no quer¨ªan que los frascos de Schwazer, que finalmente evidenciaron una concentraci¨®n de ADN ¡°an¨®mala¡±, salieran de ese laboratorio. En el intercambio de emails recogido en el escrito del juez, el abogado de la IAAF en Lausana (Ross Wenzel) y el jefe antidopaje de la IAAF (Thomas Capdevielle) hablan de complot contra AS [las presuntas iniciales de Alex Schwazer] y presionan al director del laboratorio de Colonia para que las muestras no salgan de ah¨ª.
Se orden¨® la entrega el 12 de noviembre de 2016 y fueron entregadas el 7 de febrero de 2018. ¡°Los frascos [que normalmente se identifican con un c¨®digo num¨¦rico] llevaban el nombre del pueblo de Schwazer [Racines, 4.000 habitantes], por lo que el anonimato no estaba garantizado [¡] La cadena de custodia se ha demostrado inconsistente: Hans Geyer, director del laboratorio de Colonia, pretendi¨® entregar a los peritos una muestra, que aseguraba ser la B, sin sellar; la A tampoco estaba sellada; la cantidad que hab¨ªa dentro no se correspond¨ªa a la declarada previamente¡¡±, escribe el juez.
¡°En tal contexto hab¨ªa posibilidad de manipular los frascos en cualquier fase: transporte, custodia, an¨¢lisis¡±, a?ade. ¡°Hay evidentes e importantes lagunas en la cadena de custodia como para formular hip¨®tesis sobre manipulaci¨®n. Las muestras no eran an¨®nimas, varias personas ten¨ªan acceso a ellas en Stuggart [donde llegaron el 1 de enero, d¨ªa festivo] y en Colonia donde fueron depositadas. En el laboratorio de Colonia, cada vez que se utilizaban para los an¨¢lisis, no se indicaba la cantidad que quedaba en el frasco. En una situaci¨®n as¨ª, una eventual e hipot¨¦tica manipulaci¨®n, tal como para explicar la anomal¨ªa evidenciada en el estudio pericial, no s¨®lo era posible sino f¨¢cil de llevar a cabo: habr¨ªa bastado a?adir orina con rastros de testosterona ex¨®gena en la orina de Schwazer y luego concentrar la misma recalent¨¢ndola¡±, sostiene el juez Pelino en el auto.
Otra atleta de Donati v¨ªctima de una manipulaci¨®n
?El m¨®vil? Seg¨²n el juez hay uno ¡°plausible¡± aunque ¡°todav¨ªa por verificar¡±. La petici¨®n del control antidopaje para el 1 de enero de 2016, escribe el juez, fue ordenada el 16 de diciembre de 2015, d¨ªa en el que ¡°Alex Schwazer testific¨® en un juicio penal contra los m¨¦dicos de la IAAF (Giuseppe Fischetto) y de la Federaci¨®n italiana de atletismo (Pierluigi Fiorella) por su activa colaboraci¨®n en la suministraci¨®n de EPO antes de los Juegos de Londres¡±. ¡°Su declaraci¨®n contribuy¨® a la condena en primer grado de ambos¡±, se lee en el auto.
No es la primera vez que un atleta de Sandro Donati es v¨ªctima de una manipulaci¨®n de muestras. Hace 22 a?os la muestra de orina de Annamaria Di Terlizzi) fue manipulada con cafe¨ªna para que diera positivo. El entrenador fue colaborador de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) durante 12 a?os y ayud¨® a destapar la base de datos encontrada en el ordenador de un m¨¦dico italiano de la IAAF con centenares de perfiles hem¨¢ticos an¨®malos de atletas de todo el mundo, sobre todo rusos. En marzo de 2016 la WADA le envi¨® una carta para prescindir de sus servicios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.