Dejarse el color de la piel
Los j¨®venes que desfilaron con los trofeos del Mundial sub 17 entre M¨¦xico y Brasil eran todos muy guapos y muy blancos. No es el mejor mensaje
La final de la Copa del Mundo sub 17 que ha ganado Brasil dej¨® este domingo una estampa de guapura digna de comentar: algo m¨¢s de una decena de muchachos y muchachas salieron formados al concluir el partido para la entrega de los trofeos. Todos sonrientes, todos guapos, casi todos blancos. ?Qui¨¦n decide esta selecci¨®n? ?Qui¨¦n levanta un tel¨¦fono desde el despacho y dispone: me los eligen guapos y blancos, por favor? Es duro pensar que eso ocurra tras una mesa brillante y mientras gira indolente una silla de cuero; de haber sido grabada una escena as¨ª, la pol¨¦mica ser¨ªa peliaguda. Pero es un hecho que algo parecido debe ocurrir para que se consiga un equipo de sonrisas tan brillantes, todos cortados por el mismo patr¨®n, ni una m¨¢cula. Puede que ellos mismos se presenten al c¨¢sting y los feos, o los negros, o los ind¨ªgenas se autoexcluyan de un mundo que saben que ya les ha excluido antes. Puede. Pero incluso si es de ese modo como ocurren las cosas, habr¨ªa que modificarlo para que el final del partido sea distinto.
Latinoam¨¦rica es un regi¨®n que a diario sufre convulsiones que tienen que ver con el color de la piel. Estos d¨ªas, en Bolivia, la mayor¨ªa ind¨ªgena del pa¨ªs denuncia que la violencia desatada en las calles tambi¨¦n tiene que ver con la raza, algo que no ocurr¨ªa, dicen, desde hace 13 a?os, en coincidencia con el mandato de Evo Morales. En Brasil, como en Cuba, donde la poblaci¨®n deber¨ªa presumir de un pantone que va de la leche al chocolate en una preciosa gradaci¨®n, los m¨¢s negros, los prietos, saben que la oscuridad no se limita a su piel. Tristemente, las posibilidades de desarrollo e incluso la libertad de movimientos en las calles, polic¨ªa mediante, est¨¢ condicionada por un color de nacimiento. M¨¦xico, que este domingo disputaba con Brasil la final, no es un excepci¨®n. La gran variedad ind¨ªgena confiere al pa¨ªs una riqueza dif¨ªcilmente mensurable, pero todav¨ªa hoy es m¨¢s exhibida que valorada. Ambos equipos se dejaron la piel en el juego, y no era blanca, precisamente. Justo por eso, porque el deporte ha sido en muchas ocasiones pionero en abrir las puertas a quienes las ten¨ªan cerradas en otros clubes, no deber¨ªamos asistir a espect¨¢culos como este fin de fiesta organizado por la FIFA. Esa doble hilera de modelos desfilando por el c¨¦sped con sonrisas dent¨ªfricas, esa selecci¨®n espuria, no hac¨ªa honor ni a los equipos ni a los pa¨ªses que se jugaban la copa. Dir¨¢n que hab¨ªa un par de j¨®venes de piel algo m¨¢s oscura. Cierto, pero tambi¨¦n lo es que la poblaci¨®n universitaria brasile?a ya es mayoritariamente negra. Y no todos ser¨¢n guapos. En el campo de juego ya se ha avanzado, falta corregir los m¨¢rgenes.
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