Nadal, a contrarreloj en las alturas
Espa?a irrumpe en la Davis ante Rusia con el n¨²mero uno al frente, aunque solo ha podido entrenar dos d¨ªas a los 667 metros de altitud de Madrid: ¡°Mi preparaci¨®n va a ser corta, pero espero que suficiente¡±
Mientras en la Caja M¨¢gica todav¨ªa se retiran precintos y la edificaci¨®n estrena lifting para esta Copa Davis ¨Cun futbolero c¨¦sped artificial sustituye a la moqueta tradicional del recinto, numerosos espacios se han reorganizado y la est¨¦tica general ha mutado hacia el tono verdoso escogido por la nueva empresa organizadora¨C, el equipo espa?ol planificaba entre bambalinas el primer asalto del torneo. Ser¨¢ este martes (18.00, #Vamos) frente a Rusia, y el capit¨¢n Sergi Bruguera apuraba las horas y recababa sensaciones para definir qui¨¦nes ser¨¢n los elegidos para la puesta de largo, articul¨¢ndose la decisi¨®n, obviamente, sobre el feeling del gran t¨®tem, Rafael Nadal.
Llega bien el n¨²mero uno, sin rasgu?os despu¨¦s de competir en Londres, adonde lleg¨® con prisas y de donde se fue de la misma manera, porque no hay tregua y el presente le exige sin respiro otra carrera contra reloj. Otro acrob¨¢tico giro en la preparaci¨®n, porque en un plazo de tres d¨ªas el n¨²mero uno ha tenido que readaptar su tenis a una nueva circunstancia. Comparte Madrid la misma pista sint¨¦tica que el O2, aunque seg¨²n precisan desde el equipo, una ¨²ltima cobertura un poco m¨¢s rugosa ralentiza algo la pelota y eso siempre es una buena noticia; tambi¨¦n se juega a techo cerrado y en una clave de iluminaci¨®n baja que confiere un aire de mayor intimidad; y la nueva Davis tambi¨¦n apuesta por el juego abreviado de los tres sets.
Ahora bien, hay un pero. Y se llama altitud; los 667 metros de Madrid. Es decir, poco o nada que ver con el Masters.
¡°Es una superficie complicada para todos, vamos a ver qu¨¦ sucede. Esperamos estar bien preparados. Mi preparaci¨®n va a ser corta, pero espero que suficiente. He venido con la ilusi¨®n y la m¨¢xima predisposici¨®n para hacerlo de la mejor manera posible¡±, expone Nadal, que el domingo se entren¨® a un nivel elevado con Roberto Bautista, despu¨¦s de tomarse el s¨¢bado como d¨ªa de transici¨®n ¨Cviaj¨® directamente desde Londres al barrio de San Ferm¨ªn, tras caer en la fase de grupos de la Copa de Maestros¨C, y que este lunes tambi¨¦n ensay¨® tanto de forma individual como el dobles.
En este sentido, durante la sesi¨®n form¨® junto a Pablo Carre?o, que a su vez se uni¨® a Feliciano L¨®pez, y este tambi¨¦n con Marcel Granollers. Dispone de varias variables Bruguera, que ve a Nadal ¡°sano y con ganas de competir¡±. Extraordinaria se?al. Decidir¨¢ el seleccionador a ¨²ltima hora, dado que la reglamentaci¨®n le permite anunciar la formaci¨®n definitiva tan solo una hora antes de la serie, y en el caso del dobles puede modificarlo con una antelaci¨®n de solo media hora antes de que se dispute. No obstante, parece que en este primer cruce el mallorqu¨ªn intervendr¨¢ ¨²nicamente como solista. Lleg¨® en buen estado, pero su realidad le invita ahora a echar el freno y no excederse lo m¨¢s m¨ªnimo. En el O2 se rod¨®, invirtiendo seis horas en los dos ¨²ltimos partidos, y le vino de perlas esa lanzadera para llegar con mayor ritmo al estreno en un escenario que le suscita sentimientos enfrentados.
Nadal se ha coronado cuatro veces en la Caja M¨¢gica ¨Cla primera vez que gan¨® el Masters de Madrid lo hizo cuando el torneo a¨²n lo albergaba el Rock¨®dromo de la Casa de Campo¨C, pero l¨®gicamente en un contexto muy diferente, el de la tierra batida; siempre, eso s¨ª, con el h¨¢ndicap de jugar en esos 667m de altitud. Ese matiz, tal vez insignificante para quien observa desde la barrera pero muy condicionante seg¨²n transmiten los jugadores, hace que pierda control y su bola se dispara m¨¢s. Por lo tanto, el balear trabaja contra reloj para calibrar bien su juego y poder ofrecer la versi¨®n que demanda Espa?a si desea tener aspiraciones de poder levantar el pr¨®ximo domingo la sexta Ensaladera.
En cualquier caso, Nadal es un tenista bien distinto del que disput¨® la permanencia contra Ucrania en 2013, tambi¨¦n en la Caja M¨¢gica; y, desde luego, es un Nadal muy diferente del que consigui¨® su primer Masters 1000 en la capital espa?ola, en 2005. Entonces ten¨ªa 19 a?os y compensaba sus lagunas t¨¢cticas con ese arrebatador despliegue de su ¨¦poca el¨¦ctrica. Es ahora el de Manacor (33) todo un se?or jugador, menos voltaico pero m¨¢s camale¨®nico y con m¨¢s colmillo. Pese a que no sea su h¨¢bitat, su evoluci¨®n estil¨ªstica le ha permitido dar un paso adelante en indoor y tambi¨¦n sabe morder y tomar la red si hace falta. Se une esto, adem¨¢s, a que la superficie granulosa de la pista le conceder¨¢ una mil¨¦sima m¨¢s para pensar.
¡°Contra Rusia y Croacia vamos a sufrir¡±, anticipa Bruguera. ¡°Aunque la altura se nota menos en r¨¢pida y bajo techo¡±, precisa el capit¨¢n, muy pendiente de la evoluci¨®n de su estrella. ¡°Nos ha tocado un grupo complicado en una superficie que, evidentemente, no es nuestra favorita, pero creo que todos estamos concienciados de llegar lo mejor preparados posible¡±, resuelve Nadal, un darwinista que maneja como pocos el dificultoso arte de la adaptaci¨®n.
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