La larga marcha de los hinchas de River hacia la final de la Copa Libertadores en Lima

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En el mediod¨ªa del jueves, despu¨¦s de haber esperado seis horas a 4.400 metros de altura a que se agilizara el Paso de Jama, 215 hinchas de River Plate?cruzaron a bordo de cuatro autobuses la frontera m¨¢s al norte entre Argentina y Chile. Como una ciudad ambulante roja y blanca que atravesaba primero la Cordillera de los Andes y m¨¢s tarde el desierto de Atacama, la caravana se encaminaba a ingresar por el paso Santa Rosa en Per¨², el pa¨ªs que este s¨¢bado acoger¨¢ en su capital, Lima, la final de la Copa Libertadores entre el club argentino y el Flamengo de Brasil.

A los fan¨¢ticos de River les espera, adem¨¢s, un tercer d¨ªa de viaje, durante todo este viernes y las primeras horas del s¨¢bado, para llegar hasta Lima poco antes del partido en el que su equipo intentar¨¢ retener la Copa que el a?o pasado le gan¨® en Madrid a su cl¨¢sico rival, Boca. M¨¢s de tres d¨ªas y 3.900 kil¨®metros de viaje desde la noche del martes, en la puerta del Monumental de Buenos Aires. La expedici¨®n se completa con 15.000 hinchas que se trasladar¨¢n principalmente en avi¨®n, pero tambi¨¦n en otros buses, autos y hasta motos.

Desde sus casas de adobe al costado de las rutas de la Argentina profunda, cientos de personas saludaron el mi¨¦rcoles el paso del convoy de buses por provincias alejadas como Santiago del Estero, Tucum¨¢n o Jujuy. A un lado y otro de las ventanillas, hab¨ªa una comuni¨®n entre los hinchas que ten¨ªan la posibilidad de viajar a Lima -a pesar de la incomodidad- y quienes nunca vieron jugar en persona al equipo que siguen a la distancia incluso en su propio pa¨ªs.

En Jama, una aldea de 50 casas de adobe a un costado de la frontera con Chile, los lugare?os se beneficiaron de la econom¨ªa informal que gener¨® el viaje: alquilaron los ba?os de sus casas a 30 pesos argentinos (50 centavos de d¨®lar) para que los hinchas pudiesen asearse. A un costado de los autobuses, varios hinchas vomitaban a causa de la altura.

La cancelaci¨®n de la final programada en Santiago por la revuelta social que sacude a Chile, la primera definici¨®n a partido ¨²nico de la Copa, supuso una dificultad extra para los hinchas de River. Fue tal la demanda de traslados a Lima que de repente result¨® m¨¢s barato viajar a Par¨ªs. "Este es el viaje de los hinchas comunes, de los que no podemos pagar un avi¨®n", dice El Rasta, de 44 a?os, uno de esos fan¨¢ticos que desde hace a?os recorren miles de kil¨®metros para seguir a su equipo, aunque nunca se hab¨ªa sumado a un bus por tantas horas seguidas. En total, ida vuelta, ser¨¢n casi ocho d¨ªas de viaje por apenas 90 minutos de partido.

"Desde ahora, solo usamos el ba?o del colectivo, ya no paramos m¨¢s, solo en la frontera con Per¨²", grit¨® uno de los ch¨®feres a la entrada a Chile, consciente de que la caravana se hab¨ªa demorado m¨¢s de la cuenta. En el futuro inmediato del viaje, se aventuraban nuevos problemas. Algunas rutas chilenas est¨¢n cortadas a causa de las protestas, aunque el contingente argentino, ya en el norte de Chile, en la localidad de Pozo al Monte, recibi¨® el visto bueno de los manifestantes. Unos 50 encapuchados, algunos con piedras en sus manos, abrieron las calles en la madrugada del viernes para que pasaran los autobuses del f¨²tbol, ya en su camino hacia Per¨². "Vamos, River, que solo faltan 27 horas", arengaba uno de los hinchas.