Con Nadal al fin del mundo
El n¨²mero uno impulsa la remontada de Espa?a ante Gran Breta?a, con otros dos puntos que sit¨²an a los de Bruguera a un paso de la sexta Ensaladera. La primeriza Canad¨¢ es la rival en la final (16.00)
Cuando esa bola est¨¢ suspendida en el aire y los corazones palpitan a mil, muy pocos, poqu¨ªsimos creen que Rafael Nadal lograr¨¢ llegar a tiempo. Sin embargo, cuando esas piernas entran en ebullici¨®n y el balear consigue en el escorzo devolverla, la Caja M¨¢gica se pone patas arriba. Despu¨¦s vendr¨¢ una derecha invertida que peina el flequillo de los brit¨¢nicos y luego un zambombazo de Feliciano L¨®pez que Neal Skupski resta directamente a la red, ante el gesto de rendici¨®n de su compa?ero Jamie Murray. Ah¨ª se termin¨® la discusi¨®n: doble 7-6, en 2h 17m, y Espa?a aterrizando en la final.
Se repite la secuencia una y otra vez. Bienvenida secuencia. Al arranque en falso le sucede la irrupci¨®n mete¨®rica del h¨¦roe, que resuelve su turno individual como si fuera un puro tr¨¢mite (6-4 y 6-0 a Daniel Evans, en 1h 24m) y despu¨¦s se pone el traje de doblista para voltear otra eliminatoria. Y ya son tres. Ocurri¨® en el estreno frente a Rusia, luego ante Argentina y este s¨¢bado contra Gran Breta?a. En todas ellas, Nadal se inflama y prende la mecha del equipo, a lomos del buque insignia, apagafuegos y s¨ªmbolo redentor de la finalista porque el trazado en esta nueva Copa Davis hubiera sido bien distinto de no haber figurado ¨¦l en la alineaci¨®n.
Si Espa?a asiste ya como una de las finalistas, se debe en buena medida a la omnipresencia del balear. Lleg¨® de Londres justo, despu¨¦s de competir en la Copa de Maestros, y se adapt¨® a la carrera para rescatar a los suyos con cuatro victorias individuales y tres m¨¢s por parejas; siete de los ocho puntos de Espa?a. Le invocaba esta y el n¨²mero uno, eternamente iluminado, respondi¨® a la llamada con una versi¨®n feroz. Corrector, enderez¨® el rumbo, despach¨® a un rival tras otro, y ahora los de Bruguera afrontan su d¨¦cima final, la primera desde 2012. Ser¨¢ este domingo (16.00, #Vamos), frente a la primeriza Canad¨¢, una selecci¨®n sin gloria pero con una dilatada tradici¨®n en la competici¨®n.
Incansable, el balear (33 a?os) encaden¨® su vigesimoctavo triunfo consecutivo en los individuales y continu¨® tirando del carro y achicando agua. Primero resolvi¨® ante Evans y despu¨¦s coron¨® con una portentosa actuaci¨®n en el ep¨ªlogo de la serie, cuando el reloj ya marcaba las 00.35. La secuencia, pues, se repite una y otra vez. Frente a las urgencias, siempre Nadal. No hay mejor aval que el del mallorqu¨ªn, impresionante a lo largo de toda esta semana al servicio. Maquilla carencias y llega ¨¦l donde no puede hacerlo el resto. Rescat¨® al grupo otra vez en una jornada que comenz¨® con aspereza y termin¨® en un endemoniado mano a mano con el d¨²o brit¨¢nico. Al pedigr¨ª de Murray le acompa?aba la pericia de Skupski, otro especialista. Este a?o han jugado juntos 13 torneos, mientras que el binomio espa?ol se asociaba por primera vez.
A Marcel Granollers le dol¨ªa la espalda y no pudo saltar a la pista pese a la infiltraci¨®n, de modo que tuvo que hacerlo Feliciano. Previamente, el toledano hab¨ªa cedido ante Edmund, mientras Andy Murray observaba desde la barrera y Roberto Bautista se reintegraba en el equipo tras el fallecimiento de su padre hace dos d¨ªas. La rectitud del brit¨¢nico se impuso a la jerarqu¨ªa del espa?ol, copart¨ªcipe de cuatro Ensaladeras y obligado a abrir el cruce por la baja a ¨²ltima hora de Pablo Carre?o. El asturiano, que hab¨ªa perdido en la apertura del viernes contra Argentina, figuraba en el cartel inicial, pero al final no compiti¨® debido a una contractura muscular.
Otra exhibici¨®n con el servicio
Con 28 eliminatorias a las espaldas y mayor incidencia como doblista, Feliciano (38 a?os) no pudo contener a Edmund (24), y una jornada m¨¢s Espa?a comenz¨® remando a contracorriente. Tal vez su juego no sea el m¨¢s seductor, pero el brit¨¢nico es un alumno aplicado que no cavila y aplica un plan muy espec¨ªfico: del servicio a la estocada, sin l¨ªos. Sin la m¨¢s m¨ªnima se?al de tensi¨®n, el pelirrojo venci¨®, desequilibr¨® y puso cuesta arriba la semifinal. Despu¨¦s apareci¨® Nadal como un rayo. Sali¨® el mallorqu¨ªn al corte y dobleg¨® a un adversario respond¨®n, Evans, tenista que tras ser sancionado durante un a?o por consumo de coca¨ªna vive su mejor momento deportivo.
Instalado en el puesto 42 de la ATP y valiente en la propuesta, el tenista de Birmingham se revolvi¨® durante un buen rato. No obstante, a la que le flaquearon un poco las piernas, Nadal castig¨® la descompresi¨®n. Se le tir¨® el de Manacor a la yugular y emprendi¨® el desaf¨ªo del dobles incandescente. Muy s¨®lido con el saque, dibujando ¨¢ngulos con escuadra y cartab¨®n, llev¨® el peso e impuso su ascendencia emocional; implosion¨® la Caja M¨¢gica y bien secundado por Feliciano acab¨® con la resistencia brit¨¢nica, sentenciada en los dos tie breaks.
Desfil¨® otra vez Nadal, imperial y multiplicado, y ara?¨® los dos puntos que sit¨²an a Espa?a ante el paisaje so?ado: la sexta Ensaladera est¨¢ a un solo paso. Cedi¨® en 1965, 1967, 2003 y 2012, y fue campeona en?2000, 2004, 2008, 2009 y 2011. En cuatro de ellas dej¨® su firma el balear. Con ¨¦l al fin del mundo.
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