Robert Moreno: ¡°Si yo no hubiese seguido, Luis Enrique no ser¨ªa seleccionador¡±
El antiguo seleccionador sostiene que a¨²n no sabe por qu¨¦ el nuevo t¨¦cnico de la Roja no cuenta con ¨¦l
Aunque ya se ha tomado la decisi¨®n de que Luis Enrique vuelva a ser el seleccionador de Espa?a, al menos hasta despu¨¦s del Mundial 2022, no se ha cerrado la herida del traspaso de papeles. Ni para el t¨¦cnico ni para su predecesor, Robert Moreno, acusado el mi¨¦rcoles de ¡°desleal¡± por el que hab¨ªa sido su jefe durante una d¨¦cada, desde la Roma al Celta, del Bar?a a Espa?a. As¨ª, con una sonrisa nerviosa delatada por el repiqueteo del pilot azul sobre la mesa, el ya exseleccionador Robert Moreno compareci¨® en un hotel de Barcelona ante la prensa con cuello alto y chaqueta, con un discurso escrito y poco aclaratorio, m¨¢s all¨¢ de para defender su honra, su integridad y hasta su lealtad a Luis Enrique. Y sin admitir preguntas. ¡°No quiero faltar a lo que dije y no quiero hacer reproches. Quiero aportar informaci¨®n necesaria despu¨¦s de que se me atacase de forma personal e injusta¡±, se arranc¨® en un sal¨®n de actos del hotel Claris de Barcelona; ¡°faltan mis piezas y creo que os van a gustar¡±.
Decidido en un inicio a no remover el asunto, a salir por la puerta de atr¨¢s con mala cara y escasas palabras, tambi¨¦n ¡°con la conciencia tranquila¡±, Moreno vari¨® de postura ante la intervenci¨®n y acusaciones de Luis Enrique, por lo que quiso dar su versi¨®n de los hechos, por m¨¢s que no admitiera preguntas, lo que dejaba inc¨®gnitas por resolver. ¡°No quiero dejar pasar mucho tiempo para responder en una situaci¨®n que es muy desagradable para m¨ª¡±, convino. Postura aconsejada, en cualquier caso, por sus abogados para que no rompa la cl¨¢usula de confidencialidad que figura en su finiquito, pero v¨¢lida para replicar a las palabras de su mentor. Un toma y daca que les puede servir para ganarse la gracia o la reprobaci¨®n del aficionado, porque es un terreno emocional pero que no resolver¨¢ una amistad rota ni cambiar¨¢ el decreto del presidente de la federaci¨®n, Luis Rubiales, ni del director deportivo, Jos¨¦ Francisco Molina.
Luis Enrique se refugi¨® en su familia, el deporte y los amigos para afrontar la p¨¦rdida de su hija, motivo por el que abandon¨® el cargo hasta que se encontr¨® de nuevo con las fuerzas necesarias. Entre esos amigos ya no se contaba Robert Moreno, porque solo se reunieron una vez, el 12 de septiembre, cuando el hasta entonces su segundo le vino a sugerir el deseo de seguir como seleccionador hasta concluir la Eurocopa para despu¨¦s apartarse. Apetito que contradec¨ªa a su discurso p¨²blico del 3 de septiembre, cuando asumi¨® el cargo y manifest¨®: ¡°Si Luis Enrique vuelve, yo dar¨¦ un paso al lado¡±. Y lo hizo, aunque a rega?adientes y forzado. ¡°No ten¨ªa dudas de Robert en lo personal hasta que las palabras fueron una cosa y los hechos, otra. Y entiendo que sea ambicioso, pero la ambici¨®n desmedida no es una virtud. Es un gran defecto¡±, resolvi¨® el seleccionador; ¡°y tambi¨¦n entiendo que es la ocasi¨®n de su vida, pero para m¨ª es desleal. Yo jam¨¢s lo har¨ªa¡±. Palabras a las que dio r¨¦plica Moreno, despu¨¦s de agradecer a Luis Enrique y a todo el cuerpo t¨¦cnico lo hecho durante los ¨²ltimos nueve a?os en los que han ido de la mano.
¡°Los hechos¡±, anunci¨® el exseleccionador. ¡°Hace nueve a?os empec¨¦ con Luis Enrique en el Bar?a B, luego la Roma¡ Y all¨ª, cuando dijo que no quer¨ªa seguir, todos renunciamos a nuestro segundo a?o de contrato. Estuvimos un a?o parados, sin hacer nada, siendo fieles. Luego el Celta y despu¨¦s la oportunidad de entrenar a un grande¡±, enumer¨®. ¡°Pero tambi¨¦n lleg¨® el fin del Bar?a y nos dijo que no nos garantizaba que volviera a entrenar alguna vez¡ Aun as¨ª, le dijimos que est¨¢bamos dispuestos a esperarle. Y cuando lleg¨® la oferta del Celta, a Juan Carlos [Unzue] le pedimos un permiso que nos dio¡±.
La reuni¨®n
Un tiempo despu¨¦s, la federaci¨®n llam¨® a Luis Enrique y este a su staff de siempre. ¡°El 19 de junio, tras la renuncia irrevocable de Luis, el presidente nos reuni¨® para decirnos que yo iba a ser el seleccionador, que era mi proyecto y que firmaba un contrato hasta despu¨¦s de la Euro. Incluso esos d¨ªas, a trav¨¦s de Joaqu¨ªn [Vald¨¦s, psic¨®logo], tambi¨¦n le ped¨ª permiso. Nos lo dio¡±, continu¨®. Y ah¨ª se tuerce el asunto, tambi¨¦n la amistad.
¡°Lo que est¨¢ claro es que si yo no hubiese seguido, habr¨ªa otro seleccionador en Espa?a¡±, remarc¨® Moreno, que del mismo modo ocup¨® el cargo porque lleg¨® con Luis Enrique antes. ¡°Antes de la primera concentraci¨®n, tuve un encuentro con Luis y me dijo que hab¨ªa hecho lo que deb¨ªa hacer, que estaba orgulloso de m¨ª¡±, revel¨®. Y lleg¨® el d¨ªa 12 de septiembre. ¡°Decid¨ª ir a verle para darle un abrazo y mi apoyo. Aunque durante esa reuni¨®n me pareci¨® correcto decirle que pasar¨ªa de igual modo a dar un paso al lado si volv¨ªa. La sorpresa fue la respuesta: ¡®Me parece perfecto, pero ya no cuento contigo; con el resto del staff s¨ª¡±, desvel¨®.
Con el tono de voz m¨¢s alto, entre nervioso por el disgusto que lleva y enfadado, prosigui¨® con su relato: ¡°Nada m¨¢s salir, habl¨¦ con todos los del staff porque todas mis decisiones han sido consensuadas. Estuve un tiempo mal, pregunt¨¢ndome qu¨¦ hab¨ªa hecho mal. Tuve la tentaci¨®n de preguntarle qu¨¦ hab¨ªa pasado a Luis. Pero eran momentos dif¨ªciles y no lo hice¡±. Pasado el tiempo, llegaron los ¨²ltimos encuentros de la selecci¨®n y ya en C¨¢diz, frente a Malta, Moreno intuy¨® la jugada. ¡°Con las preguntas de la prensa intu¨ª que Luis Enrique quer¨ªa volver. Y quiero demostrar que soy fiel porque sabiendo que mi presencia no es agradable para Luis, dije al presidente que quer¨ªa una salida. Fui fiel¡±.
No lo entendi¨® igual Luis Enrique. ¡°A d¨ªa de hoy no s¨¦ por qu¨¦ no quiere que siga con ¨¦l. Me etiquet¨® con dos cosas muy feas [desleal y ambicioso desmedido] que no me merezco. No soy eso. Pasar¨¢n a?os y seguir¨¦ sin saberlo¡±, lament¨®, al tiempo que advirti¨®: ¡°A partir de ahora contin¨²o con la carrera de primer entrenador. Tengo ganas de dirigir a un equipo, es mi ilusi¨®n, mi pasi¨®n¡±.
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