Disturbios en la calle y lluvia de pelotas en el campo

La temida protesta convocada por el Tsunami Democr¨¤tic durante el partido entre el Bar?a y el Real Madrid desemboc¨® en manifestaciones y cargas policiales fuera del campo y una breve lluvia de balones de pl¨¢stico de color amarillo en el minuto 56 del encuentro. El juego tuvo que ser interrumpido durante un par de minutos, mientras muchos aficionados coreaban ¡°?Llibertat!¡±.

A pesar de las calles cortadas y un excepcional dispositivo de seguridad, con helic¨®ptero, drones y blindaje total durante horas por parte de los Mossos, se registraron algunos actos violentos fuera del estadio. Comenzaron despu¨¦s de que las principales manifestaciones se desarrollaran sin problemas. Unas 5.000 personas se concentraron en cuatro puntos alrededor del estadio del Bar?a, seg¨²n la Guardia Urbana, en protesta por las sentencias del proc¨¦s.

Las protestas subieron de tono coincidiendo con la media parte del partido. Un grupo de aficionados sin entrada intent¨® acceder al recinto del Camp Nou reventando una de las puertas de acceso. Unas decenas de j¨®venes montaron algunas barricadas con contenedores, vallas y se?ales de tr¨¢fico. Los Mossos dispararon proyectiles de foam contra los violentos. En la Travessera de Les Corts se produjeron enfrentamientos entre los Mossos y los manifestantes, algunos sentados sobre el asfalto. Los radicales incendiaron algunos contenedores. El primer balance era de nueve detenidos y 46 personas atendidas por las asistencias sanitarias.

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Los jugadores llegaron sin problemas al campo. En el interior, se exhibieron carteles independentistas y se lanzaron algunas pelotas hinchables. Los agentes intervinieron algunas de esas pelotas e incluso una bengala camuflada en un bocadillo.

Las pancartas de Spain, sit and talk [Espa?a, si¨¦ntate y habla] distribuidas por Tsunami Democr¨¤tic, que imprimi¨® unos 100.000 ejemplares, inundaron las inmediaciones del estadio y las gradas del Camp Nou. Los polic¨ªas blindaron los alrededores del campo hasta que los futbolistas, concentrados juntos de manera excepcional en el mismo hotel, estuvieron en el interior. En otra estampa at¨ªpica, algunos de los cl¨¢sicos tenderetes de productos en venta en los aleda?os del Camp Nou se reconvirtieron en lugares de venta de lazos amarillos, pulseras independentistas, gorras, llaveros y pelotas hinchables.

El despliegue policial empez¨® a las siete de la ma?ana con la instalaci¨®n de las vallas que blindaron el hotel Sof¨ªa, a unos 600 metros del Camp Nou. All¨ª lleg¨® el Real Madrid poco antes de mediod¨ªa, escoltado por la polic¨ªa catalana, y a bordo de dos autobuses blancos, sin ning¨²n emblema visible. En su interior, en primera fila, viajaba sentado el presidente del club, Florentino P¨¦rez, que acostumbra a desplazarse en un veh¨ªculo particular. Al bajar, salud¨® a los Mossos y comparti¨® sus sensaciones: ¡°Tranquilos, no pasar¨¢ nada¡±. La polic¨ªa catalana cambi¨® todas las rutinas y llevaron al mismo hotel a los futbolistas del Bar?a y a los ¨¢rbitros.

El dispositivo funcion¨® sin incidentes destacables, hasta los que se produjeron en la media parte del encuentro. Las acciones anunciadas por Tsunami Democr¨¤tic, una plataforma an¨®nima investigada por la Audiencia Nacional en una causa por terrorismo, empezaban a las cuatro de la tarde. La parte p¨²blica y conocida consist¨ªa en cuatro manifestaciones alrededor del Camp Nou. Puntual, Octavi S., de 68 a?os, plant¨® su silla en la calle de Ar¨ªstides Maillol: ¡°Tenemos que estar aqu¨ª para protestar, no hay otra alternativa¡±. Solo, como suele ir a las manifestaciones, ten¨ªa la intenci¨®n de quedarse hasta el final del partido.

Durante cuatro horas convivieron las protestas ciudadanas con el goteo de aficionados que se iban reuniendo, como es tradici¨®n, en los bares de los alrededores. Los manifestantes cortaron la Diagonal, Travessera de les Corts y Ar¨ªstides Maillol. En total, 17 buses municipales se quedaron atrapados. ¡°A ver qu¨¦ nos dice la Guardia Urbana¡±, esperaban tres horas despu¨¦s los conductores. Tambi¨¦n impidieron la circulaci¨®n del tranv¨ªa a su paso por la Diagonal.

A las seis de la tarde, los jugadores fueron trasladados al campo. ¡°?Blancos, cabrones!¡±, abuchearon algunos manifestantes a lo lejos, separados por un cord¨®n amplio de mossos que solo permit¨ªa ver de lejos los autobuses del Real Madrid y del Bar?a. Despu¨¦s llegaron m¨¢s personas para unirse a la protesta y denunciar la situaci¨®n de los pol¨ªticos presos. Aguardaban expectantes la sorpresa de Tsunami, que manten¨ªa la inc¨®gnita de qu¨¦ har¨ªan dentro del campo