Arteta se queda corto

Sali¨® de los ¨²ltimos por el t¨²nel de vestuarios del Vitality Stadium con el semblante serio, la cabeza gacha y ning¨²n amago de sonrisa ¡ªni siquiera de nerviosismo¡ª antes de estrenarse como t¨¦cnico del Arsenal. Y, aunque iba vestido de negro de los pies a la cabeza, el donostiarra Mikel Arteta, de 37 a?os, trat¨® de poner color a un club necesitado de alegr¨ªas porque atiende la clasificaci¨®n a la Liga Europa como una posibilidad antes que una realidad, ahora que anda el equipo perdido por debajo del ecuador clasificatorio. Pero Arteta se llev¨® una bofetada para empezar, un gol del Bournemouth que neg¨® el gran f¨²tbol de su equipo, impulsado por ?zil y estropeado por unos delanteros que jugaron con las botas del rev¨¦s. Hasta que Aubameyang hizo diana e igual¨® un duelo tan an¨¦mico en el resultado como esperanzador en el juego, pues el Arsenal fue protagonista absoluto del envite por m¨¢s que interpretara mal su papel en el ¨¢rea rival. Brotes verdes para el conjunto londinense, que se despliega a partir del bal¨®n como casi siempre hizo con el hist¨®rico Ars¨¨ne Wenger.

Camina deprimido el Arsenal, erosionado por la falta de entendimiento que hubo con Emery, t¨¦cnico destituido porque el equipo jugaba a no encajar cuando tiene dinamita por pies; desconcertado despu¨¦s con Fredrik Ljungberg porque solo pudo conquistar un duelo en siete intentonas. ¡°Quiero que se apropien de la idea de atacar y de sacar a relucir el f¨²tbol que los seguidores del Arsenal de todo el mundo quieren ver¡±, exigi¨® Arteta en su presentaci¨®n en sociedad.

La inspiraci¨®n de Wenger

En los entrenamientos tambi¨¦n ense?¨® parte de su librillo, reducido a las cuatro palabras que m¨¢s se le escucharon: ¡°Pelota, compa?ero, rival y espacio¡±. Un manual que se inspira en sus dos grandes referentes, en Wenger ¡ª¡°me tiro horas hablando con ¨¦l de f¨²tbol porque ve todos los partidos de Europa, se sabe todos los jugadores y estad¨ªsticas¡±, reconoc¨ªa hace unos a?os Arteta, entonces capit¨¢n gunner¡ª y en Pep Guardiola, con el que ha estado las ¨²ltimas temporadas en el City. Criado en La Masia, adem¨¢s, siempre entendi¨® el f¨²tbol con visi¨®n cruyffista y por lo tanto comprendi¨® que m¨¢s val¨ªa marcar un gol m¨¢s que mantener la porter¨ªa a cero. Pero a¨²n le queda mucho por hacer en el Arsenal, con la presi¨®n por ajustar, con el juego de la ra¨ªz por pulir y con los remates por acertar.

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No fue prometedor, en cualquier caso, el saque de centro del Arsenal, con un pase hacia atr¨¢s y un pelotazo a la carrera de Aubameyang, directo para la zaga rival. Tampoco fue alentador el 4-2-3-1, que garantiza que no se separen demasiado las l¨ªneas pero resta efectivos y l¨ªneas de pase al ataque. Penalidad para ?zil, que se reencontr¨® en el c¨¦sped como ¨²nico mediapunta. Y sin demasiadas exigencias defensivas porque Torreira y Xhaka ya corr¨ªan por ¨¦l. As¨ª, el alem¨¢n actu¨® de crupier en las zonas determinantes, un aspersor de pases que descontaban rivales y l¨ªneas de presi¨®n. Pero Lacazette, principal receptor, ten¨ªa la mirilla desviada ¡ªcomo en ese disparo a las nubes tras una media vuelta en el ¨¢rea; como ese remate en una contra que no lleg¨® a armar cuando ten¨ªa la porter¨ªa delante¡ª y Aubameyang corr¨ªa m¨¢s que pensaba. Nada que limitara a ?zil, de tacones, pases sin mirar a lo Laudrup, bicicletas y juego atildado que no encontr¨® continuidad, pues en el primer acto el Arsenal chut¨® seis veces y ninguna entre los palos.

Tampoco le preocup¨® el gobierno rival al Bournemouth, simpl¨®n pero efectivo, sin otra pretensi¨®n que llegar al ¨¢rea rival de un pelotazo o con una contra, presente siempre en las segundas jugadas porque a f¨ªsico no hay quien le gane. As¨ª lo demostr¨® Joshua King con sus galopadas, tambi¨¦n Fraser con sus conducciones. Y fue en una contra ¡ªtras una p¨¦rdida de bal¨®n del Arsenal¡ª cuando Wilson abri¨® para Stacey, que filtr¨® un pase al punto de penalti para que Gosling embocara a la red. Toda una colleja para el Arsenal de Arteta.

Pretendieron los gunners rehacerse con el bal¨®n entre los pies, posesiones largas que siempre ten¨ªan a ?zil como trampol¨ªn y los consiguientes chutes extraviados de Aubameyang y Lacazette. Hasta que la fortuna se ali¨® con el delantero gabon¨¦s, pues en un ataque posicional y bien manufacturado, un remate de Nelson cay¨® en sus pies y de ah¨ª a la porter¨ªa rival. Celebr¨® el Arsenal el empate como si no hubiera ma?ana en comuni¨®n con los aficionados que se desplazaron a la casa de los cherries.Porque buenas son las tablas cuando no hay trato con la porter¨ªa rival, cuando los delanteros fallan por definici¨®n. Y m¨¢s si es para despegar un proyecto, el de Arteta y sus brotes verdes en el Arsenal.