Stephen Jackson, en nombre del ¡®hermano gemelo¡¯
El exjugador de la NBA vuelve a asumir el papel de activista tras la muerte de su ¨ªntimo George Floyd
Stephen Jackson arenga alto y fuerte, tieso ante el meg¨¢fono. ¡°Sinceramente, quiero la pena de muerte para los polic¨ªas que mataron a mi hermano. La ¨²nica forma en que la gente sentir¨¢ que hay justicia, y la ¨²nica forma en que esta polic¨ªa dejar¨¢ de matar gente a plena luz del d¨ªa como si no fuera nada, es si tambi¨¦n ellos comienzan a morir¡±.
Los airados manifestantes contra el racismo escuchan con veneraci¨®n a uno de los puntales de su reivindicaci¨®n. La voz de este exjugador de la NBA de 2,03 metros, encapuchado, con sudadera negra, se alza poderosa e incitadora, in situ, rodeado por la muchedumbre ante el ayuntamiento de Minneapolis. La soflama truena, inculpadora, beligerante con los blancos: ¡°No puedes decir que me amas, que te gusta c¨®mo juego al baloncesto y no estar de pie aqu¨ª a mi lado. Terminaron esos d¨ªas¡±.
Jackson aglutina el hartazgo, la rabia del momento y de los a?os de ignominia. Lo sabe y lo sufre. Es activista desde su ¨¦poca de jugador y era amigo personal de George Floyd, el afroamericano fallecido el 25 de mayo tras ser reducido de manera cruel por el polic¨ªa Derek Chauvin. Jackson y Floyd nacieron en Texas y crecieron en Cuney Homes, unas viviendas sociales en Houston. Jackson fue criado por su madre soltera. Cuando ten¨ªa 16 a?os, su medio hermano Donald Buckner, de 25, fue asaltado y falleci¨®. La amistad entre Jackson y Floyd se fragu¨® estimulada por su extraordinario parecido f¨ªsico. ¡°Cuando nos vimos, lo primero que dijimos fue: ¡®Hombre, ?qui¨¦n es tu padre?¡±, explic¨® el exjugador al portal The Undefeated. ¡°Y solo por eso, porque nos parec¨ªamos tanto, mantuvimos un estrecho v¨ªnculo desde ese d¨ªa¡±. Desde entonces se consideraron gemelos.
Cambiar la realidad
Jackson, padre de dos hijos, tiene 42 a?os y presenta All Smoke de Showtime Basketball, un popular podcast, junto al tambi¨¦n exjugador Matt Barnes. ¡°En este momento, mi ¨²nico prop¨®sito es que se haga justicia, estar con estas personas e intentar ser un buen l¨ªder¡±, afirma, tras prolongar su visita a Minneapolis para apoyar a la familia de Floyd. Aboga por una protesta firme pero pac¨ªfica. ¡°No debemos caer en sus trampas¡±, advierte, y pone como ejemplo que en Atlanta aparecen de repente ladrillos en las zonas de las manifestaciones. ¡°?Qui¨¦n los pone ah¨ª para que la gente los tire?¡±, se pregunta. Propugna la participaci¨®n en los comicios como m¨¦todo para cambiar la realidad: ¡°Tenemos que votar. No solo hablo del presidente. Hablo del ayuntamiento local, de tu jefe de polic¨ªa, de tu jefe de bomberos. Necesitamos votar por todo ese tipo de cosas, al final es lo que importa¡±.
Algunas de las proclamas de los ¨²ltimos d¨ªas no son bienvenidas por Jackson. Por ejemplo la de Roger Goodell, comisionado de la NFL, que abog¨® por la unidad de las razas y dijo estar con quienes protestan contra la brutalidad policial. ¡°Eso es tan falso¡ Sabemos que no es real. No deber¨ªan decir nada. Si va a hablar sobre esto, que comience con una disculpa a Colin Kaepernick. Entonces tal vez lo aceptemos¡±, sentencia en relaci¨®n al jugador de los 49ers que, a finales de 2016, hizo mundialmente famoso su gesto de protesta, arrodillado mientras sonaba el himno de Estados Unidos, que despu¨¦s fue estigmatizado y no ha podido volver a jugar en la Liga.
Marihuana y peleas
Jackson destac¨® como jugador universitario y fue elegido en el puesto 42 del draft de 1997 por Phoenix Suns. Pero tuvo que ganarse un puesto en la NBA jugando primero en la CBA, la segunda competici¨®n entonces, unos partidos en Australia y un tiempo en Venezuela y la Rep¨²blica Dominicana. Su carrera en la NBA empez¨® en 2000 con New Jersey Nets, y tras dos a?os en San Antonio Spurs, con los que fue campe¨®n en 2003, y otro en Atlanta, empez¨® su etapa en 2005 con Indiana. All¨ª, en su primera temporada con los Pacers, el 19 de noviembre de 2004, estuvo involucrado en Malice at the Palace (Malicia en el Palacio), la mayor reyerta jam¨¢s vista en la NBA, una pelea entre jugadores y aficionados en las gradas del Palace de Auburn Hills, en Detroit. Jackson fue sancionado con 30 partidos lo que le supuso una p¨¦rdida de 1,7 millones de d¨®lares en salario.
Jackson, que tras su retirada en 2014 admiti¨® que hab¨ªa fumado marihuana durante toda su carrera para relajarse tras los partidos, dijo sobre la pelea: ¡°Veo las im¨¢genes con frecuencia porque, me guste o no, mi nombre permanece en la historia por eso. Pero estuve all¨ª porque estaba protegiendo a mi compa?ero de equipo. Y lo volver¨ªa a hacer hoy, as¨ª fue como me criaron. Obviamente, fue un error ir a las gradas¡±.
Jackson tambi¨¦n se vio envuelto en otro incidente, en octubre de 2006, una pelea en un club de striptease por el que fue suspendido con siete partidos. Jugadores y entrenadores consideran a Jackson un excelente compa?ero y un extraordinario jugador y la NBA le reconoci¨® por sus causas caritativas con el Premio de Ayuda Comunitaria en 2008. Don Nelson, el entrenador con m¨¢s victorias en la historia de la NBA, dijo de ¨¦l: ¡°No creo que la gente se d¨¦ cuenta de lo bueno que es. Rinde todas las noches, juega, tira, y lo ¨²nico en que no destaca es en el rebote. Hace que todos sean mejores¡±. En 14 cursos en la NBA, Jackson jug¨® 858 partidos, con promedios de 15,1 puntos, 3,9 rebotes y 3,1 asistencias.
El activismo de Jackson viene de lejos. Se signific¨® despu¨¦s de que un polic¨ªa de Ferguson matara a tiros a Michael Brown, un negro de 18 a?os, en agosto de 2014. Ya entonces dijo estar harto del racismo en Estados Unidos. Poco antes, la NBA expuls¨® de por vida a Donald Sterling, el due?o de los Clippers, por unos comentarios racistas. Jackson utiliz¨® el hip hop para desahogarse y junto al rapero Scarface public¨® la canci¨®n America Da Beautiful. Cinco a?os despu¨¦s, Jackson ha vuelto, muy a su pesar, al primer plano: ¡°No esperaba desempe?ar este papel, tener a tanta gente esperando a qu¨¦ tengo que decir y cu¨¢l es el pr¨®ximo movimiento. Lo estoy asumiendo¡±.
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