Chips de seguimiento en la Bundesliga de baloncesto
La competici¨®n se reanuda este s¨¢bado con un torneo de 10 equipos marcado por las ausencias de los jugadores extranjeros que no quisieron regresar a Alemania y las medidas de seguridad
El primer campe¨®n de la nueva normalidad en el baloncesto europeo se proclamar¨¢ en M¨²nich. Este s¨¢bado regresa la Bundesliga alemana (BBL), el principal estandarte de la resistencia frente a la pandemia; el referente que mantuvo viva la expectativa de la ACB mientras 27 ligas continentales y la propia Euroliga echaban el cierre. El Audi Dome de la capital de Baviera acoger¨¢, del 6 al 28 de junio, una fase final, similar a la proyectada en Espa?a, en la que participar¨¢n 10 equipos divididos en dos grupos. Los cuatro primeros de cada uno acceder¨¢n a los cruces de cuartos y semifinales, que se disputar¨¢n a doble partido como la final. Veintitr¨¦s d¨ªas de competici¨®n intensiva con 36 partidos a puerta cerrada. ¡°A pesar de ser una circunstancia extra?a, nos viene bien jugar. Hubiese sido mucho peor estar parados hasta la temporada que viene¡±, explica A¨ªto Garc¨ªa Reneses, entrenador del Alba Berl¨ªn desde 2017.
Su equipo y el Bayern se presentan como los grandes favoritos de un torneo marcado por las ausencias: hasta 30 bajas entre los jugadores extranjeros que no han regresado y los lesionados. Y tambi¨¦n por las medidas de control sanitario y seguridad. A los 2.500 test que la BBL realizar¨¢ a todos los participantes del torneo, antes y durante la competici¨®n, se une la recomendaci¨®n de utilizar un chip, en forma de pulsera o colgante de uso voluntario, para monitorizar los movimientos de las personas dentro del hotel que compartir¨¢n los 10 equipos. Una concentraci¨®n que en principio iba a ser un b¨²nker pero cuyo protocolo final permitir¨¢ a los jugadores salir a dar paseos en grupos de tres. Los chips, dise?ados por la empresa Kinexon, son similares a los que utilizan algunos equipos para obtener datos de posici¨®n y rendimiento de sus jugadores en los entrenamientos. En este caso, su uso se limitar¨¢ a las instalaciones del hotel para poder rastrear el contacto entre personas en caso de alg¨²n positivo y limitar as¨ª su incidencia.
En Alemania la cuarentena no exigi¨® confinamiento y se avanz¨® con relativa normalidad en mitad de la pandemia. Un mes despu¨¦s de la suspensi¨®n de las competiciones, los equipos lograron una autorizaci¨®n gubernamental para que sus jugadores pudieran utilizar las instalaciones de forma individual. A primeros de mayo llegaron los entrenamientos colectivos. ¡°Nos pidieron cerrar un grupo de 22 personas por equipo, 15 jugadores y siete t¨¦cnicos, y ese grupo, que es el que acude al torneo, est¨¢ concentrado desde hace cuatro semanas en r¨¦gimen de semiaislamiento, en sus casas pero sin actividad social. Solo se relacionan entre ellos, son los ¨²nicos que han utilizado nuestro pabell¨®n de entrenamiento y los ¨²nicos que entrar¨¢n al Audi Dome¡±, detalla Ojeda. ¡°Si todo el mundo est¨¢ volviendo al trabajo, nosotros ten¨ªamos que hacerlo tambi¨¦n¡±, completa.
Medidas excepcionales a pesar de las cuales, A¨ªto, de 73 a?os y con m¨¢s de 45 de experiencia en los banquillos, interpreta el torneo m¨¢s como una liberaci¨®n que como una competici¨®n. Sin detenerse en excusas ni poner reparos como el riesgo de lesiones. ¡°Puede ser m¨¢s peligroso para el f¨²tbol, que tiene unos ritmos distintos. Nosotros estamos constantemente rotando y estamos acostumbrados a tener partidos y viajes cada dos d¨ªas¡±, completa el entrenador del Alba, que ha sobrellevado la cuarentena ofreciendo videoconferencias y fomentando aficiones como la fotograf¨ªa de p¨¢jaros. A su an¨¢lisis se suma el de Himar Ojeda, director deportivo del conjunto berlin¨¦s. ¡°El gran valor fue aguantar cuando lo f¨¢cil que era la cancelaci¨®n definitiva. Despu¨¦s, el f¨²tbol ha abierto el camino¡±, explica Ojeda, antes de detallar el proceso.
¡°La negociaci¨®n para el regreso de la competici¨®n result¨® voluntaria, no por orden clasificatorio. Y fueron 10 de los 17 equipos los que quisieron jugar. Al inicio de la pandemia, los clubes peque?os entraron en p¨¢nico y buscaron la soluci¨®n f¨¢cil de rescindir contratos para reducir costes. Luego no ten¨ªan opci¨®n de recomponerse. Aun as¨ª, ha habido muchos problemas para configurar el resto de las plantillas¡±, repasa Ojeda. El Rasta Vechta, dirigido por el espa?ol Pedro Calles, llega a M¨²nich con seis bajas: cuatro jugadores que no regresaron de la di¨¢spora, uno m¨¢s lesionado y otro que fich¨® por el Maccabi Haifa. La nueva normalidad del baloncesto se inicia en la capital de Baviera. ¡°La gran reflexi¨®n que nos deja este tiempo es que no hay que estar seguro de que todo va a seguir siempre igual. Las cosas pueden cambiar en un momento y hay que tratar de aprovechar lo que tenemos, sin echar las campanas al vuelo demasiado¡±, cierra A¨ªto.
El Alba aspira a romper el dominio del Bayern
Con el baloncesto parado en todos los pa¨ªses salvo en Espa?a e Israel, los equipos participantes en la fase final de M¨²nich han podido pescar 15 fichajes en el mercado para paliar el tropel de bajas. Pero la competici¨®n echar¨¢ en falta a referentes extranjeros como Greg Monroe (Bayern), Khadeen Carrington (Riesen), Grant Jerrett , Killian Hayes (Ulm), Steve Vasturia y Jordan Davis (Rasta Vechta). Anfitriones sin afici¨®n, Maodo Lo y Vladimir Lucic liderar¨¢n el cartel de Bayern en el Audi Dome en busca del tercer campeonato consecutivo (que supondr¨ªa el sexto en su historia), con el Alba de Peyton Siva, Luke Sikma, Marcus Eriksson y Rokas Giedraitis como gran aspirante tras caer en las dos ¨²ltimas finales ante el conjunto muniqu¨¦s. Los amarillos, con ocho t¨ªtulos en el palmar¨¦s, cantaron su ¨²ltimo alir¨®n en 2008.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.