Asensio y el impulso de Ra¨²l

Cuando, casi diez meses despu¨¦s de romperse el cruzado y el menisco de la rodilla izquierda, Marco Asensio regres¨® en mayo a la ciudad deportiva del Real Madrid para volver a trabajar por fin al mismo ritmo que el resto de la plantilla, y lo subieron a la b¨¢scula, la pantalla se?al¨® unos gramos menos que el 24 de julio. Aquella noche, hasta que le reventaron los ligamentos, Asensio volaba sobre el c¨¦sped del FedExField de Washington en el partido contra el Arsenal. Entr¨® por Hazard en el segundo tiempo, fabric¨® la jugada del primer gol, de Bale, marc¨® el segundo y vio c¨®mo su a?o se evaporaba. ¡°Empec¨¦ esta temporada con la ilusi¨®n renovada, cuidando hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle de mi preparaci¨®n para que fuese una gran temporada para todos los madridistas y para m¨ª. Cuando mejor est¨¢s, la vida te puede golpear en cualquier momento, y en un instante cambia todo por completo¡±, escribi¨® al d¨ªa siguiente en Twitter.

As¨ª se extingui¨® el primero de sus tres renacimientos recientes. El ¨²ltimo est¨¢ a un paso de culminarlo: se encuentra ya en disposici¨®n de volver a jugar, este jueves por la noche contra el Valencia en el Alfredo di St¨¦fano (22.00, Movistar LaLiga).

El trayecto ha sido espinoso. Hasta la lesi¨®n, la noche de Washington de Asensio supon¨ªa la demostraci¨®n de que se hab¨ªa repuesto al hundimiento general del equipo la temporada anterior. A ¨¦l le afect¨® de manera especial. ¡°No estaba mentalmente bien¡±, dicen fuentes de su entorno. Para retomar el vuelo, junto con el club, decidi¨® renunciar a disputar el Europeo sub-21 con la selecci¨®n y centrarse en el curso siguiente. El plan funcion¨®. Aunque se trat¨® de algo ef¨ªmero. ¡°Al principio le cost¨® much¨ªsimo aceptarlo [la lesi¨®n]. Hab¨ªa unos planes espectaculares para ¨¦l, deportivos y tambi¨¦n con multinacionales, cosas muy avanzadas. Pero se cay¨® todo. Fue una locura¡±, dice su gente, que recuerda que le llev¨® alrededor de un mes reponerse de aquel golpe. En eso resultaron fundamentales su padre, su hermano y su novia, seg¨²n cuentan fuentes de Valdebebas.

Tambi¨¦n las conversaciones con Ra¨²l cuando se encontraban en la ciudad deportiva. El entorno del futbolista valora mucho las atenciones durante estos meses de algunos exjugadores blancos, pero en particular del actual t¨¦cnico del Castilla.

Despu¨¦s del primer gran bache an¨ªmico, la recuperaci¨®n de Asensio fue ganando velocidad. Trabajaba por la ma?ana con la asistencia del club y por la tarde con un preparador que contrat¨®. Quer¨ªa m¨¢s carga de trabajo y el doctor Manuel Leyes, el traumat¨®logo que le oper¨® en agosto en la cl¨ªnica Cemtro, le ech¨® el freno un par de veces. ¡°Se sent¨ªa bien, pero hace mucho caso y volv¨ªa al ritmo¡±, dicen en su entorno. El ritmo apuntaba a volver a competir hacia finales de abril, o en mayo. Sin riesgos. Hasta el siguiente topetazo, que ahog¨® el segundo de sus renacimientos.

El 12 de marzo estaba citado en Valdebebas para su primera sesi¨®n con todo el grupo a partir de las 11.00. Pero no le permitieron cambiarse. Ni a ¨¦l ni a nadie. Los esperaba el doctor Nico Mihic para contarles que un jugador de la plantilla de baloncesto hab¨ªa dado positivo en el test de coronavirus y que todos entraban en cuarentena. Se suspendi¨® LaLiga y dos d¨ªas despu¨¦s el Gobierno decret¨® el estado de alarma y el confinamiento de la poblaci¨®n. ¡°Le afect¨® mucho. Se le cay¨® todo. Fue otro drama. Estaba en el momento de empezar a correr y no pod¨ªamos ir a entrenar a ning¨²n sitio. Retras¨® un mes y medio todo¡±, dicen fuentes de su entorno.

Tambi¨¦n se reh¨ªzo de esta tercera ca¨ªda, seg¨²n cuentan quienes le han seguido desde Valdebebas: ¡°En estos tres meses, en vez de venirse abajo, se vino a¨²n m¨¢s arriba¡±.

Al borde ya de completar el tercero de los renacimientos con la vuelta al f¨²tbol, su gente se?ala la fortaleza mental del propio Asensio. Aparte de reconocer el papel de la familia y de figuras como Ra¨²l, le apuntan a ¨¦l: ¡°Lo ha hecho sin fijarse en un modelo. ?l se ubic¨® a s¨ª mismo, una vez que entendi¨® la lesi¨®n como un accidente en su vida¡±. Ha transcurrido un a?o, pero la b¨¢scula detecta al mismo tipo que volaba en Washington.