A Guardiola le basta con Gabriel Jesus
El t¨¦cnico del City sacrifica el control de bal¨®n de Bernardo y de Silva, y apuesta por la energ¨ªa del brasile?o para presionar
La primera pelota del partido m¨¢s importante de la temporada fue para el Madrid y la ocup¨® de un modo desconcertante frente al equipo m¨¢s desanimado de todos los que ha dirigido Pep Guardiola. El Madrid dio 27 pases en los primeros dos minutos de acci¨®n. Sin que lo forzaran con la presi¨®n m¨¢s agresiva posible el conjunto que dirige Zidane no sali¨® del cuarto de campo m¨¢s pr¨®ximo a su porter¨ªa. Benzema dio un toque, Kroos dio otro y Modric otro, y todos los pases fueron hacia atr¨¢s. Siempre a los defensas que se repartieron las otras 24 entregas en un largo intercambio alrededor del ¨¢rea propia. De Varane a Carvajal, de Carvajal a Varane, de Varane a Milit?o, de Milit?o a Courtois, del portero a Mendy, de Mendy al portero... La secuencia finaliz¨® con un pase largo de Courtois que acab¨® fuera de banda.
No fue la forma m¨¢s ortodoxa de perseguir una remontada. Tampoco las decisiones de Guardiola respondieron al patr¨®n de comportamiento que ha guiado al t¨¦cnico en los mejores momentos de su trayectoria. Puesto a elegir entre el voluntarioso y el l¨²cido, Guardiola prefiri¨® al voluntarioso. Situ¨® a Gabriel Jesus en la banda izquierda en perjuicio de Bernardo Silva, tal vez buscando esa cuota de energ¨ªa que ahora le proporciona el brasile?o a la hora de presionar y desmarcarse. Con Jesus por afuera el City perdi¨® continuidad y precisi¨®n con la pelota, pero gan¨® ese ¨ªmpetu que sirve para provocar errores en el rival. Le ayudaron Foden cerrando las l¨ªneas que conectaban a los centrales con Casemiro y Kroos; y en la otra banda Sterling, aunque el jamaicano fue menos aplicado en estas tareas.
Dec¨ªan los t¨¦cnicos del City cuando Jesus se incorpor¨® al equipo, en enero de 2017, que el tren inferior del muchacho les recordaba al tren inferior de Pel¨¦. Le distingu¨ªa la potencia. Tambi¨¦n ese esp¨ªritu de sacrificio que alienta a los buenos competidores. A los nueve minutos de partido Jesus hizo lo que le hab¨ªan pedido hacer y de tanto poner la ficha, obtuvo premio. Su v¨ªctima fue el l¨ªder circunstancial de la defensa madridista en M¨¢nchester: Raphael Varane.
El exceso de pases entre zagueros, m¨¢s que convicci¨®n en los procedimientos denunci¨® inseguridad. Debi¨® olfatearlo Jesus cuando se lanz¨® a importunar a Varane dentro del ¨¢rea y el franc¨¦s, inopinadamente, le intent¨® esconder la pelota como si no estuviera en su ¨¢rea sino en la contraria. El robo, la entrega a Sterling y el gol consagraron la presi¨®n de este City que es, las estad¨ªsticas lo evidencian, el menos en¨¦rgico de la dinast¨ªa que dirige Guardiola desde 2016. Van con lo justo. Sufren desde hace un a?o una mezcla de agotamiento f¨ªsico y mental. La crisis de Bernardo Silva ¡ªsuplente esta vez¡ª es s¨ªntoma de algo m¨¢s profundo que el mal estado de forma de un futbolista. Llamado a heredar el 10 de David Silva, el portugu¨¦s acab¨® sentado en el banquillo. Entre Foden, un canterano, y Jesus, un esforzado, le quitaron el puesto en el momento m¨¢s sensible de la temporada.
La alineaci¨®n trascendi¨® el planteamiento. El City jug¨® a ocultar limitaciones antes que a explotar virtudes. Fue menos en¨¦rgico en su intento de dominar que de provocar el fallo. Se puso las botas hostigando al eje Varane-Milit?o cada vez que el Madrid intentaba manejar la pelota desde atr¨¢s. Varane acab¨® tan desencajado que mediada la segunda parte no logr¨® despejar uno de esos balones que son caramelos para centrales.
La pelota cay¨® llovida del cielo tras un despeje de Rodri. El franc¨¦s la vio de frente y en lugar de despejarla se dej¨® sorprender por un bote que el manual aconseja evitar. Cuando se gir¨® para darle la pelota a Courtois ¡ªotro pase m¨¢s al portero¡ª Jesus ya le hab¨ªa le¨ªdo las intenciones. El brasile?o, seguramente el futbolista menos t¨¦cnico del populoso ataque del City, hab¨ªa aprendido por experiencia. Lleg¨® a la pelota antes que Courtois y se convirti¨® en el h¨¦roe de la noche anotando el 2-1.
Al City de Guardiola, esa maravilla que rend¨ªa a los rivales a base de combinaciones vertiginosas, le bast¨® con mucho menos para pasar a cuartos. Le bast¨® con soltar al sabueso Jesus.
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