El prodigioso Evenepoel sale malherido de una tremenda ca¨ªda
El ciclista belga, de 20 a?os, se rompe la pelvis tras precipitarse por un puente en el Giro de Lombard¨ªa y ser¨¢ baja durante varios meses
¡°Abandone toda esperanza quien aqu¨ª entre¡±, escribe Dante en la puerta del infierno, y siete siglos m¨¢s tarde la advertencia la podr¨ªan usurpar los aficionados al ciclismo, que ven volar a Remco Evenepoel por encima de un pretil de piedra en una carretera hermosa que desciende desde la Colma de Sormano, el final del muro m¨¢s duro, hacia el lago de Como y el final del Giro de Lombard¨ªa, y los que lo ven por la televisi¨®n repetido, a c¨¢mara lenta, se quedan sin aliento, y sienten que en ciclismo toda ilusi¨®n, toda emoci¨®n viva, parece condenada. Su novia, que espera en la meta, se desvanece, cuentan los periodistas que la rodean.
El ciclista belga al que todos aman, un chaval¨ªn que a los 20 a?os lo gana todo y de una manera que nadie hab¨ªa visto antes, siempre escapado de un pelot¨®n condenado a no alcanzarle nunca, golpea con su cabeza la piedra y tras un salto mortal perfecto cae del otro lado, al vac¨ªo, y aterriza cinco o seis metros m¨¢s abajo, seg¨²n los testigos presenciales, fot¨®grafos que han dejado de seguir la carrera y se asoman al borde de la carretera, y tuitean: ¡°Tranquilos, est¨¢ consciente, se mueve, habla con el m¨¦dico¡±.
Faltaban menos de 40 kil¨®metros para el final de la carrera, y Evenepoel, que participaba en su primer monumento, su primera gran cl¨¢sica de un d¨ªa, marchaba, por supuesto, con los mejores, con Nibali, que conoce como nadie los descensos y las carreteras de la Lombard¨ªa traicionera, y que gu¨ªa al grupo de media docena que pelear¨¢n por la victoria. Nibali ha acelerado y Evenepoel entra un poco retrasado en una curva a izquierdas, la bici se le va y acaba rozando contra el murete. La bici se queda. Evenepoel vuela.
Y cuando el ganador, el dan¨¦s Jakob Fuglsang, levanta los brazos, Evenepoel ya ha llegado, por ambulancia, a un hospital de Como. Cuando entra, habla por tel¨¦fono con sus padres ¡ª¡±estoy bien, me duele mucho una pierna, pero puedo moverla bien¡±, les dice, ¡°creo que no tengo nada roto¡±¡ª. Horas despu¨¦s, una radiograf¨ªa le desmiente revelando una fractura de pelvis. Los m¨¦dicos del hospital a?aden a las lesiones una fuerte contusi¨®n en el pulm¨®n derecho. ¡°El domingo vuela a B¨¦lgica¡±, anuncia su equipo, el Deceuninck. ¡°Se mantendr¨¢ de baja durante un buen periodo¡±. Es una forma de decir a los aficionados que se olviden de disfrutar de Evenepoel por unos cuantos meses. Adi¨®s al Giro, claro, la carrera de octubre que iba a suponer su debut en una gran vuelta (no iba a participar en el Tour de Francia), y, claro, ya todos lo ve¨ªan de rosa y se preparaban para escribir cosas como ¡°Evenepoel hace lo que ni Merckx hac¨ªa¡±.
Como Merckx
Si la luz y el paisaje, y la foto fija de una bicicleta apoyada en el pretil de un puente, hicieron r¨¢pidamente recordar la terrible ca¨ªda de Pedro Horrillo, no muy lejos de all¨ª, en el Giro de 2009 ¡ªy el ciclista vasco vol¨® hasta caer 50 metros m¨¢s abajo y milagrosamente salv¨® la vida¡ª, cuando se interrogan las posibilidades de Evenepoel de volver a ser el que era, tan ¨²nico, los viejos aficionados recuerdan a Merckx, quien en 1969, cuando ten¨ªa 24 a?os y ya hab¨ªa ganado un Giro y un Tour y unas cuantas cl¨¢sicas, sufri¨® una tremenda ca¨ªda en un vel¨®dromo de cemento de Blois (Francia) cuando participaba en un crit¨¦rium tras derny (moto). Fernand Wambst, el piloto del derny, muri¨® en el acto y el can¨ªbal se rompi¨® la pelvis. Merckx sigui¨® ganando durante varios a?os, pero ¨¦l mismo confesaba que no era el mismo, que los dolores de espalda que sufr¨ªa siempre eran tremendos, que nunca daba con la altura exacta del sill¨ªn, que para escalar ya no se pod¨ªa poner de pie sobre los pedales, que perdi¨® much¨ªsimo porque nunca volvi¨® a articular perfectamente el f¨¦mur y le costaba doblarse sobre la bici.
Toda la carrera de Evenepoel, y apenas ha empezado, estar¨¢ sometida a la misma duda: ?ser¨¢ el mismo que era antes de la ca¨ªda? ?Ser¨¢ el que en j¨²niors ganaba Mundiales y Europeos siempre en fuga porque, como lleg¨® tarde al ciclismo, a los 17 a?os, despu¨¦s de hastiarse del f¨²tbol y su mundillo, y era el capit¨¢n de la selecci¨®n juvenil de B¨¦lgica y del Anderlecht, no conoc¨ªa la t¨¦cnica b¨¢sica, lo que se ense?a en las escuelas, y no sab¨ªa ir en pelot¨®n y por eso se escapaba? ?Ser¨¢ el mismo que en su primera cl¨¢sica, la de San Sebasti¨¢n, ganada a los 19 a?os, dej¨® boquiabiertos a todos, y sin aliento al pelot¨®n que le persegu¨ªa? ?O el que gan¨® en 2020, a los 20 a?os, todas las vueltas que corri¨®, Algarve, San Juan, Burgos y Polonia?
La retirada de Egan Bernal en la Dauphin¨¦
A pocos metros de ganar la etapa reina del Tour de Polonia, Evenepoel se rebusc¨® en los bolsillos y de ellos sac¨® un dorsal con el n¨²mero 75, el dorsal de su compa?ero de equipo Fabio Jakobsen que en el sprint de la segunda etapa sufri¨® una ca¨ªda que le tuvo dos d¨ªas en coma. Es otra de las ca¨ªdas que ha marcado el retorno del ciclismo tras la suspensi¨®n o aplazamiento de la mayor¨ªa de las carreras por la covid-19. Justo unas horas antes de la ca¨ªda de Evenepoel, en la Dauphin¨¦, que se corr¨ªa simult¨¢neamente, abandonaban por ca¨ªda el holand¨¦s Kruijswijk, podio en el ¨²ltimo Tour, y el alem¨¢n Buchmann, uno de los favoritos este a?o para romper el bloque de Roglic.
De la carrera francesa se hab¨ªa retirado previamente el ganador del ¨²ltimo Tour, el colombiano Egan Bernal, pretextando fuertes dolores de espalda. Es el final de una semana de malas vibraciones en el equipo Ineos, donde los brit¨¢nicos Thomas, ganador de un Tour, y Froome (cuatro Tours, dos Vueltas, un Giro) parecen haber decidido dejar a su suerte al colombiano, que no ha podido contar con su apoyo o su trabajo en ning¨²n momento. Se suceden las ca¨ªdas y los accidentes en esta extra?a temporada despu¨¦s del confinamiento, muy reducida a pocos meses de competici¨®n.
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