El Valencia zarandea al Madrid en la Euroliga
Los de Ponsarnau, liderados por Dublejvic y Kalinic, se dan un fest¨ªn hist¨®rico en el WiZink Center (77-93)
El Valencia Basket dio un recital ante el Real Madrid en la Euroliga. Con la actuaci¨®n sobresaliente de Dubljevic (24 puntos, con 6 de 9 en triples) y un partido notable de Kalinic, San Emeterio, Labeyrie y Van Rossom, los de Ponsarnau retrataron como nunca la endeblez madridista. Desconocido y sin defensa, el conjunto de Laso se desplom¨® tras el descanso y concedi¨® unos guarismos sonrojantes: 77-93 al final tras ir 25 abajo a falta de siete minutos (55-80). Malos n¨²meros y peores sensaciones para los blancos.
El Madrid perdi¨® el oremus defensivo en el segundo cuarto y fue incapaz de recuperarlo en toda la noche. Los de Laso pasaron del atolladero al precipicio en una segunda parte calamitosa, la peor de la d¨¦cada. Primero se agigant¨® Dubljevic desde el per¨ªmetro; despu¨¦s se sumaron a la misi¨®n Kalinic y Labeyrie, y el Valencia someti¨® al Madrid hasta el zarandeo (55-80, m. 33). Irreconocible, inusualmente descosido e incapaz de encontrar soluciones en su amplio repertorio, el conjunto de Laso se deshizo sobre la pista. El Valencia se dio un fest¨ªn hist¨®rico en un Palacio fantasmag¨®rico, sin alma en las gradas ni en la pista por parte del equipo blanco. Los de Laso suman su segunda derrota en dos jornadas, las dos ante equipos de la ACB, Baskonia y Valencia. El ambicioso proyecto taronja marc¨® un prestigioso hito en Madrid. Un triunfo cimentado en un tercer cuarto de museo (14-24). Para entonces, la estad¨ªstica madridista desde el triple reflejaba un 6 de 21. Los mismos seis triples que sumaba Dubljevic en sus nueve intentos, para un 9 de 18 del Valencia (11 de 23 al final). El choque acab¨® en fiesta visitante y div¨¢n para los blancos. ¡°La Euroliga no acaba de comenzar. La Euroliga ya ha comenzado y nosotros llegamos tarde. Si alguno quiere hacer la guerra por su cuenta y piensa que puede ganar o perder solo conmigo no jugar¨¢. Esto es un equipo¡±, lanz¨® Laso tras el partido a su plantilla.
Med¨ªa el encuentro a dos equipos con sensaciones contradictorias en su proceso evolutivo. El Madrid, invicto en Liga y campe¨®n de la Supercopa, llegaba a la cita tras firmar un pobre estreno continental ante el Baskonia y fue a peor. El Valencia, en cambio, agarr¨® con apuros la victoria ante el Asvel en la primera jornada de la Euroliga gracias a Derrick Williams, pero ya acumula dos derrotas en sus cuatro partidos ligueros. Est¨¢n los de Ponsarnau buscando la mezcla de sus lujosos fichajes. Andan los de Laso intentando resolver las ecuaciones del uno y del cinco, sin relevo para Tavares y con baile en la direcci¨®n. Explic¨® el t¨¦cnico madridista en la v¨ªspera que, con tres bases puros en la plantilla (Campazzo, Laprovittola y Aloc¨¦n), traslada oficialmente a Llull al puesto de escolta y que incluso Abalde entrar¨ªa antes a cubrir contingencias en la direcci¨®n. Mientras que, en el reparto de n¨²meros por dentro, Laso otorg¨® el papel de cuatro a Garuba y de cinco a Thompkins. Dilemas abiertos en el conjunto blanco, condicionados por el incierto futuro del Facu, por la excesiva dependencia de la conexi¨®n del argentino con Tavares y por la baja de Taylor en defensa. Nada le cuadra a Laso en este inicio de la Euroliga. Pocos se salvan.
De inicio, fue Abalde el que ejerci¨® de secante de Prepelic. Un duelo de protagonistas frente a su pasado reciente, un mano a mano entre el fichaje m¨¢s caro de la era Laso (1,5 millones) y uno de los que no encontr¨® acomodo con el t¨¦cnico vitoriano (¡°?por qu¨¦ no triunf¨¦ en Madrid? Habr¨ªa que preguntarle a Laso¡±, declar¨® el esloveno en As antes de la cita). Tampoco encontr¨® espacios de inicio en la defensa madridista pero, entre Dubljevic y Kalinic, el Valencia equilibr¨® la aplicada puesta en escena de los locales y mostr¨® su pegada (19-17, m. 10). Fluy¨® fugazmente el plan madridista a trav¨¦s de un esfuerzo gremial espoleado por los gritos constantes de su t¨¦cnico (n¨ªtidos en el vac¨ªo de WiZink), pero no perdieron comba los de Ponsarnau poniendo en valor su repertorio ampliado para este curso. Van Rossom, San Emeterio y Labeyrie tiraron de experiencia para atajar el primer estir¨®n blanco y cambiaron el aire del partido antes del viaje a los vestuarios. Del 29-22, tras la primera canasta de Randolph, al 32-37, tras el tercer triple de Dubljevic. Un parcial de 3-15 en apenas cuatro minutos que retrat¨® la falta de cemento blanco. Un atolladero que requiri¨® la vuelta a pista de la pareja Campazzo-Tavares.
No le bast¨® con eso a Laso. Lleg¨® el cuarto triple de Dubljevic en seis intentos (14 puntos en sus 11 minutos en pista en la primera mitad) y el Valencia alcanz¨® un +8 de renta (34-42, m. 19). Equilibr¨® la pelea por el rebote el conjunto taronja y mejor¨® la fluidez madridista. Un triple de Llull y un contraataque de Campazzo fueron el ¨²nico alivio de un Madrid achatado en torno a Tavares (11 puntos, tres rebotes y 18 de valoraci¨®n al descanso). Rebajaron la tensi¨®n defensiva los blancos en el segundo cuarto y perdieron el control y el ritmo, el pulso y el tacto. ¡°Dejamos de defender¡±, censur¨® Laso. Y, antes de que llegara el prop¨®sito de enmienda de los suyos, llegaron tres tazas m¨¢s en forma de triples. El primero de Prepelic y dos m¨¢s de Dubljevic (41-52, m. 22). El Valencia encontr¨® un fil¨®n y repiti¨® la misma acci¨®n una y otra vez. La mano de Tavares nunca llegaba a interceptar el lanzamiento de Dubljevic. El Madrid no se levant¨® de la lona y coleccion¨® 16 p¨¦rdidas. ¡°Fue un querer y no poder, como nos pas¨® con el Baskonia. Tenemos que mejorar mucho¡±, resumi¨® Laso. La confianza taronja creci¨® al mismo ritmo que la ansiedad de los blancos. Kalinic se sum¨® a la causa de Dubljevic y los de Ponsarnau dieron la vuelta de tuerca definitiva. El Madrid no encontr¨® soluciones al zarandeo.
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