Rins se impone en el GP de Arag¨®n con una victoria ante ?lex M¨¢rquez
Alca?iz premia la elegancia y dulzura en el pilotaje del de Suzuki y el de Honda, primero y segundo tras remontar nueve posiciones. Mir, tercero, es el nuevo l¨ªder de MotoGP
No hay piloto m¨¢s elegante en MotoGP. Por c¨®mo alza la mirada en el ¨¢pice de la curva, el cuello estirado, la mirilla apuntando siempre al horizonte. Por c¨®mo traza, con la delicadeza con que se baila un vals, agarrado siempre a su Suzuki con dulzura. No hay mejor compa?era de viaje para Alex Rins, que defiende su estilo sin hacer ruido, que no sucumbe a las modas, que se descuelga lo justo de la moto. Este domingo, en Alca?iz, a pocos kil¨®metros de Valdealgorfa, el pueblo turolense que le ha visto crecer verano tras verano, el chico de Barcelona logr¨® su primera victoria del a?o. Se hizo esperar. Sobre todo, despu¨¦s de una fea ca¨ªda en la primera carrera del a?o, en Jerez, que le dej¨® la espalda y el hombro maltrechos. Evit¨® el quir¨®fano, pero no pudo remediar una lenta recuperaci¨®n, en moto y de circuito en circuito. Su delicado estado f¨ªsico, as¨ª como el car¨¢cter de la Suzuki, tan constante en carrera, menos explosiva que sus rivales cuando toca bordar una vuelta rapid¨ªsima, han obligado a Rins a firmar (agradecido est¨¢ el personal) maravillosas remontadas este curso. En cuanto mejor¨® y logr¨® no quedarse estancado en la Q1, como ocurri¨® este s¨¢bado, la remontada pas¨® a ser menos espectacular, pero tambi¨¦n dur¨® menos vueltas. Y le permiti¨® alcanzar la cabeza de la carrera en un santiam¨¦n.
Lo consigui¨® Rins este domingo gracias a una salida excepcional. Solt¨® los frenos, le dio al gas, se coloc¨® por el exterior y en un abrir y cerrar de ojos pasaba de la d¨¦cima posici¨®n de la parrilla a la cuarta, por detr¨¢s de las tres Yamaha: ausente Rossi, con covid, las M1 de Vi?ales ¡ªtuvo que contentarse con acabar cuarto, incapaz de soportar el empuje de las Suzuki¡ª, Quartararo ¡ªcero puntos esta vez; mermado f¨ªsicamente, lastrado por un problema con el neum¨¢tico delantero, cay¨® poco a poco de la segunda a la 18 plaza y pierde el liderato¡ª y Morbidelli ¡ªsexto¡ª. Eran las tres motos llamadas a marcar el ritmo de la carrera antes de que todos se percataran de que pocos ten¨ªan mejor ritmo que el de Suzuki.
Entre esos pocos, adem¨¢s de su compa?ero Mir, que se desinfl¨® en las ¨²ltimas vueltas para acabar tercero en un podio ¨ªntegramente espa?ol ¨Cy alcanzar, por cierto, el liderato¨C, estaba ?lex M¨¢rquez. Nadie contaba con ¨¦l, a pesar de que ya se subi¨® al podio el pasado domingo en un lluvioso circuito de Le Mans. El peque?o de los M¨¢rquez sal¨ªa 11?, justo al lado del que fue su compa?ero de equipo durante a?os, primero en el campeonato de Espa?a, luego en el Mundial de Moto3. Ambos, misma edad (ahora tienen 24), mismos objetivos, distinta trayectoria despu¨¦s de que Rins se alejara de Emilio Alzamora. Se reencontraron unos a?os despu¨¦s peleando por el triunfo como lo hicieran de peque?os. La remontada de M¨¢rquez, suave con el gas, delicada la trazada, el pie al suelo en cada frenada, fue m¨¢s llamativa porque la construy¨® poco a poco, un adelantamiento tras otro. Y todos fueron puro espect¨¢culo. Comod¨ªsimo, por fin, sobre esa tozuda Honda que en sus manos parece cada d¨ªa menos brava, ?lex adelant¨® al experimentado Dovizioso (finalmente s¨¦ptimo), a la r¨¢pida Ducati de Miller, a las dulces Yamaha de Morbidelli y Quartaro, tambi¨¦n de Vi?ales, y al agresivo Mir.
Su carrera, adem¨¢s, pone en duda el axioma por todos asumido tras a?os de dominio del hermano mayor: ¡°dicen que solo Marc sabe llevar la Honda¡±, conced¨ªa ?lex en una entrevista reciente. Muchos llegaron a pensar, incluso, que solo un estilo, agresivo, el cuerpo totalmente descolgado, rodilla, codo y hombro ara?ando el asfalto, serv¨ªa para ganar en MotoGP. Aunque no est¨¢ M¨¢rquez, el mayor, en pista estos meses ¨Causente por lesi¨®n tras una ca¨ªda en la primera carrera en Jerez¨C los dos ?lex demostraron en Alca?iz que hay otras formas de volar. Y de pelear por la victoria.
Las hay, especialmente en carreras como esta, en las que mandan aquellos que logran mimar m¨¢s y mejor sus neum¨¢ticos. Rins y ?lex M¨¢rquez son de esos. Por eso acabaron encontr¨¢ndose en unos pocos metros a cinco vueltas del final. Cuando m¨¢s sufr¨ªa el primero, atacaba el segundo, que ve¨ªa tan cerca el triunfo que no se resist¨ªa a intentarlo. Hasta que un susto a la entrada de la ¨²ltima curva cuando solo quedaba una vuelta para terminar le devolvi¨® a la realidad. El estado de las gomas empezaba a ser cr¨ªtico y la Honda le dio una peque?a sacudida cuando encimaba la Suzuki de su rival. Perdi¨® unas d¨¦cimas y tambi¨¦n la oportunidad de firmar un ¨²ltimo adelantamiento en busca del triunfo. No se la volvi¨® a jugar. Dos podios seguidos eran ya un buen bot¨ªn para alguien que empieza a sentirse, de nuevo, un gran piloto. Campe¨®n de Moto3 y Moto2, es un di¨¦sel, asegura ¨¦l cuando la cr¨ªtica le mira con desconfianza. Le ha costado llegar, sin embargo, menos de lo que ¨¦l mismo esperaba.
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