Los extremos rejuvenecen a Messi
El argentino, muy activo, desatasca el partido contra un ambicioso Ferencvaros y Ansu y Pedri se lucen en ausencia de Griezmann
El Bar?a de Koeman tambi¨¦n necesita a Messi, incluso para decantar partidos aparentemente sencillos como el que le enfrent¨® al Ferencvaros, un equipo que se divirti¨® durante media hora en el Camp Nou. El argentino apareci¨® de improviso, responsabilizado y decidido a marcar las diferencias, con una jugada que evoc¨® sus mejores tiempos, cuando era el origen y final de los goles del Barcelona. El tanto tuvo un efecto terap¨¦utico para los j¨®venes futbolistas azulgrana, especialmente Trinc?o y Ansu Fati, dispuestos a dejar en evidencia a los veteranos y deseosos de formar parte del equipo capitaneado por Messi.
Hasta que apareci¨® el 10 del Barcelona, el partido perteneci¨® al 10 del Ferencvaros. Aunque estaba mejor dispuesto porque ensanch¨® el campo por los dos costados con Sergi Roberto y Dest, el Bar?a empez¨® el encuentro de mala manera, perezoso y pesaroso con la pelota, como si extra?ara la carga ambiental del Camp Nou en las noches de la Champions. El silencio era abrumador y el partido resultaba tan lento que Nguen tuvo tiempo de sobra para mostrar su calidad como 9. La jugada fue preciosa por la carrera, el recorte y el tiro del ariete que dej¨® petrificado a Neto. Tuvo suerte el Bar?a del fuera de juego advertido por el colegiado Sch?rer.
No marc¨® tampoco despu¨¦s el Ferencvaros porque Isael se encontr¨® con el larguero despu¨¦s de una asistencia del habilidoso Nguen. El keniano se divert¨ªa mientras se aburr¨ªa el Barcelona. Los azulgrana se acostaron en la cancha, faltos de ritmo y profundidad, sin desequilibrio individual hasta que apareci¨® Messi. Emergi¨® una de las versiones m¨¢s genuinas, aplaudidas y a?oradas del rosarino, como si tuviera 25 a?os y no 33, capaz de arrancarse todav¨ªa desde el extremo derecho, regatear a uno, dos y hasta tres defensas, para rematar finalmente al primer palo, imposible para el meta si antes no mediaba un defensa como Kovacevic.
El zaguero derrib¨® al 10 y el penalti fue transformado por el propio capit¨¢n del Bar?a. El gol ten¨ªa que ser suyo porque suya fue una jugada nacida de la nada a muchos metros del arco de Dibusz. No hab¨ªa futbolista que se movieran ni al que echarle la culpa porque anoche descansaba el reprendido Griezmann. El gol anim¨® a Trinc?o, la novedad de la jornada junto con Pjanic, y tambi¨¦n a Ansu Fati. El Ferencvaros se sinti¨® exigido y se acab¨® el suspense que provocaban las diab¨®licas jugadas de Nguen. El 2-0 estaba cantado y no tard¨® en llegar despu¨¦s de una excelente jugada de De Jong que defini¨® muy bien a bote pronto el oportuno Fati.
No descansa el 10
El joven delantero estuvo igualmente delicado y resolutivo cuando habilit¨® a Coutinho para el 3-0. El taconazo de Ansu Fati, colof¨®n a su excelente visi¨®n perif¨¦rica, fue tan sobrecogedor que hasta provoc¨® una mueca de Messi. Nadie pensaba en descansar con vistas al cl¨¢sico del s¨¢bado, ni siquiera el capit¨¢n, cuando el partido se puso dulz¨®n para el Barcelona.
Jugaban los azulgrana menos revolucionados que en partidos anteriores, cuando estaban convencidos de que para recuperar el respeto necesitaban correr m¨¢s que tocar y pensar, penitencia obligada despu¨¦s de ser sepultados por el ritmo endiablado del Bayern, la Roma o el Liverpool. A partir de las intervenciones de Messi y de Ansu Fati, los protagonistas con Trinc?o y despu¨¦s Pedri y Demb¨¦l¨¦, regres¨® el f¨²tbol de los buenos extremos, y tambi¨¦n el sentido posicional, necesario para tener la pelota y evitar las p¨¦rdidas, reiteradas en los partidos con el Sevilla y en Getafe.
Los azulgrana, sin embargo, todav¨ªa no han encontrado la manera de controlar los partidos, siempre expuestos a cualquier accidente, tambi¨¦n a una jugada desafortunada o falta de concentraci¨®n provocadas por la mucha pausa que hab¨ªa en el Camp Nou. Piqu¨¦ se encontr¨® de golpe a espaldas de Nguen y del forcejeo y agarr¨®n sali¨® un penalti y la expulsi¨®n del central del Barcelona. Un castigo sorprendente para los azulgrana cuando mandaban por 3-0: se quedaron con 10 con un buen trecho de partido por jugar y Piqu¨¦ se perder¨¢ el partido ante la Juve.
La contienda se puso peligrosa para el Bar?a e interesante para Rebrov. Pero la rueda de cambios la gan¨® Koeman: Busquets calm¨® la excitaci¨®n h¨²ngara y Demb¨¦l¨¦ coron¨® una galopada con un centro desde la l¨ªnea de fondo que remat¨® Pedri. Nadie mejor que un jugador sin miedo, y sin sentido de la realidad como Demb¨¦l¨¦ para cerrar el partido: excelente en el 4-1 y en el tiro del 5-1.
Los j¨®venes respondieron a la invitaci¨®n de Messi de celebrar el regreso a la Champions con una goleada camino del cl¨¢sico del Camp Nou. Necesitaba goles el Bar?a y marcaron todos los delanteros; un aprieto para el ausente Griezmann.
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