La exuberancia de Marcos Llorente
El poder¨ªo f¨ªsico y la aportaci¨®n en ataque y en defensa del futbolista del Atl¨¦tico le permiten hacerse un hueco sin estar en la posici¨®n para la que fue contratado
El martes pasado, contra el Salzburgo, Marcos Llorente fue alineado por primera vez en mucho tiempo en el eje del centro del campo. Una posici¨®n m¨¢s cercana a aquella para la que fue fichado del Madrid. ¡°Se est¨¢ sintiendo mejor ofensivamente, pero vino como un centrocampista defensivo. Cuando atac¨¢bamos quer¨ªamos ser un 4-3-2-1, con Llorente suelto para intentar aprovechar lo mejor que tiene, llegada, rendimiento f¨ªsico... Marc¨® y tuvo el segundo gol...¡±, explic¨® Diego Pablo Simeone. La ocasi¨®n a la que se refiri¨® el t¨¦cnico argentino fue un mano a mano con Stankovic al que le lanz¨® Correa con un gran pase y que se le escap¨® por muy poco. Pese a la victoria (3-2), la jugada a¨²n martirizaba a Llorente al t¨¦rmino del encuentro con el entusiasta equipo austriaco. A¨²n agotado por otro despliegue que le desfond¨®, coment¨® en el vestuario que no recordaba una situaci¨®n as¨ª desde que es profesional. La carrera para ganarle la espalda a los centrales fue rompedora y a su definici¨®n solo le falt¨® menos fuerza en el golpeo.
La exuberancia f¨ªsica con la que est¨¢ dotada la familia Llorente-Gento ha permitido al centrocampista rojiblanco hacerse un hueco en el Atl¨¦tico jugando muy poco como pivote defensivo. Ha sacado la cabeza como delantero, como jugador de banda, y el martes se destap¨® como un volante llegador que tambi¨¦n es decisivo para darle poder¨ªo defensivo al equipo cuando hay que correr hacia atr¨¢s. La pareja que form¨® con Herrera transmiti¨® sensaciones de ser equilibrada. Herrera, pese a las dos p¨¦rdidas que supusieron sendos goles del Bayern y el Salzburgo, se ha mostrado como el jugador con m¨¢s personalidad para jugar la pelota en esa zona. Su paso m¨¢s lento para los retornos ante las transiciones r¨¢pidas de los austriacos lo contrarrest¨® en varias ocasiones Llorente. El alto ritmo al que se juega ahora casa con esa exuberancia f¨ªsica que luce y se le demanda a los centrocampistas del nuevo f¨²tbol que se impone.
El f¨ªsico le ha permitido a Llorente despuntar en todos los puestos en los que se ha desempe?ado ¨²ltimamente. No ser¨ªa de extra?ar que en un momento de necesidad, Simeone le pida que eche una mano como lateral derecho como hace Sa¨²l en el otro costado. En el ¨²ltimo ensayo antes del encuentro de este s¨¢bado en El Sadar (18.30, Movistar LaLiga), Simeone coloc¨® como delantero para formar pareja con Jo?o F¨¦lix.
Desde su primera gran noche como rojiblanco en Anfield, Llorente ha mostrado un crecimiento notable en el juego con bal¨®n. M¨¢s all¨¢ de su velocidad al espacio o de sus conducciones poderosas, se ha atrevido con giros, pases filtrados y paredes. ¡°La confianza es lo que te hace crecer. Eso nos ha pasado a todos¡±, dice Julio Llorente, exjugador del Real Madrid y Tenerife, y t¨ªo y representante del jugador, al que todav¨ªa le siguen sorprendiendo aspectos de su sobrino: ¡°Despu¨¦s de c¨®mo termin¨® la temporada pasada, ha mantenido la tranquilidad cuando en esta no ha comenzado como titular. No es f¨¢cil, yo no habr¨ªa mantenido la calma. Esa tranquilidad no la hemos tenido ninguno de mis hermanos, quiz¨¢ un poco m¨¢s Paco, su padre¡±.
Una experiencia similar de crecimiento y confianza la vivi¨® su progenitor cuando sali¨® de la cantera del Real Madrid. Fue cedido al Urbis, club de Preferente regional del barrio de Moratalaz, edificado en gran parte, en los a?os 60, por la ahora maltrecha constructora. La llegada de un sobrino de Gento despert¨® mucho inter¨¦s entre los aficionados de la barriada que acud¨ªan al campo bautizado con el nombre de la inmobiliaria. La primera vuelta de Paco Llorente fue decepcionante. Su velocidad y el bal¨®n no parec¨ªan coordinados y las recriminaciones desde la grada eran constantes. En la segunda vuelta, sus asistencias y sus goles le valieron para dar de continuo el salto al M¨®stoles, en Tercera Divisi¨®n, de ah¨ª al Atl¨¦tico de Madrid y posteriormente al Real Madrid. ¡°El nunca darse por vencido, s¨ª creo que forma parte de la gen¨¦tica familiar¡±, concluye su t¨ªo.
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