Como la covid-19, el Brexit alcanza al f¨²tbol

Brexit, como el coronavirus, infecta todo lo que toca. Tambi¨¦n al f¨²tbol. Desde el 1 de enero, los clubes brit¨¢nicos tendr¨¢n mucho m¨¢s dif¨ªcil atraer a jugadores del continente. Sobre todo, a los j¨®venes talentos que despuntan en las academias de los clubes de pa¨ªses como Espa?a o Francia y que deciden probar suerte al otro lado del canal.

El objetivo ¨²ltimo del Brexit es recobrar la soberan¨ªa cedida a la Uni¨®n Europea y decidir en casa cu¨¢les son las reglas del juego de la vida cotidiana. Por ejemplo, limitar el acceso de trabajadores extranjeros o, al menos, intentar controlar su llegada al pa¨ªs. El f¨²tbol no es una excepci¨®n: a partir del 1 de enero, la llegada al Reino Unido de futbolistas de los pa¨ªses de la UE estar¨¢ regulada por un sistema de puntos, como en cualquier otro sector econ¨®mico.

La eficacia de ese tipo de controles es cuestionable. Los ciudadanos de terceros pa¨ªses hace ya a?os que est¨¢n sometidos a un sistema de puntos, pero eso no ha frenado su llegada al Reino Unido. Lo mismo puede ocurrir con el f¨²tbol, una actividad que depende tanto de la mano de obra extranjera, y en especial la europea, como la hosteler¨ªa, la sanidad o la construcci¨®n. Los grandes de la Premier seguir¨¢n acogiendo estrellas del f¨²tbol mundial. Los no tan grandes, y sobre todo las ligas inferiores, sufrir¨¢n m¨¢s porque tienden a buscar jugadores m¨¢s modestos, que son los que no tienen un historial que les permita acumular puntos a ojos de las autoridades de inmigraci¨®n. Pero seguir¨¢n fichando continentales.

El verdadero problema del Brexit es otro. La normativa de la FIFA proh¨ªbe el fichaje de jugadores menores de 18 a?os entre clubes de distintos pa¨ªses. Pero esa prohibici¨®n no afecta a los fichajes entre pa¨ªses de la UE (o del llamado Espacio Econ¨®mico Europeo), en cuyo caso el l¨ªmite de edad es 16 a?os. El Reino Unido perder¨¢ ese derecho a partir del 1 de enero.

No es un problema que vaya a ser lamentado por los hinchas continentales. Al contrario. Con el Brexit, ni Cesc F¨¢bregas habr¨ªa dejado La Masia para ir al Arsenal con 16 a?os ni Paul Pogba el Le Havre para irse al Manchester United.

Pero el cambio es m¨¢s profundo de lo que parece porque la FIFA exige que cada club tenga ocho jugadores locales en su plantilla. Y ser local significa haber llevar jugando tres a?os en el mismo pa¨ªs o, a efectos europeos, en territorio de la UE. Es decir, un jugador europeo que a los 18 a?os se vaya a las ligas inglesas (si el Ministerio del Interior lo autoriza) no podr¨¢ ser considerado jugador local hasta que pasen tres a?os.

La FA, la Federaci¨®n Inglesa, quiere adem¨¢s que la cifra de locales por club se incremente de ocho a 13 (m¨¢s de la mitad de la plantilla, que no puede exceder los 25 jugadores) para proteger al talento nativo y conseguir que los j¨®venes ingleses tengan m¨¢s oportunidades de jugar y de ser titulares.

La intenci¨®n puede ser buena, pero el m¨¦todo es cuestionable. ¡°No es un problema de cantidad, sino de calidad¡±, se ha quejado la vicepresidenta del West Ham, Karren Brady, que ha subrayado que las selecciones de las grandes potencias del f¨²tbol europeo utilizan una media de 40 jugadores al a?o. En Inglaterra hay j¨®venes talentos, como Marcus Rashford o Trent Alexander-Arnold. El primer equipo tiene una media de menos de 25 a?os. Si Inglaterra solo ha ganado un Mundial, en 1966, no parece que sea porque los j¨®venes europeos le quitan el puesto a las promesas locales.

En todo caso, las soluciones desde arriba no suelen ser muy efectivas. No recuerdo un f¨²tbol m¨¢s aburrido en Espa?a que el de los a?os 60, cuando Di St¨¦fano y Kubala ya no estaban y Johan Cruyff y compa?¨ªa todav¨ªa no hab¨ªan llegado.