La vida despu¨¦s de Maradona

Ya se fue Diego Armando Maradona. Queda todo lo dem¨¢s: la bronca pol¨ªtica por el ca¨®tico velatorio, la investigaci¨®n sobre las horas previas a la muerte y una herencia de volumen a¨²n indeterminado, que deber¨¢ repartirse una familia numeros¨ªsima y no muy bien avenida. Llevar¨¢ meses, o a?os, desbrozar los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas y resolver el legado. De momento, el presidente de la Rep¨²blica, Alberto Fern¨¢ndez, ha sido denunciado penalmente por vulnerar los decretos sobre cuarentena que ¨¦l mismo firm¨® y ¡°contribuir a la propagaci¨®n del virus¡±.

Hay a¨²n otro punto de conflicto que se agudizar¨¢, probablemente, con el tiempo. El futbolista argentino fue enterrado en un cementerio privado, el de Bella Vista, al que el p¨²blico en general no tiene acceso. Las ¨²nicas personas autorizadas para visitar la tumba del ¨ªdolo son, m¨¢s o menos, las que estaban presentes en el sepelio: una treintena. Se hace dif¨ªcil imaginar que el recuerdo f¨ªsico de un h¨¦roe popular como Maradona pueda permanecer para siempre oculto. Incluso por las razones m¨¢s mezquinas: se trata de una tumba de alto inter¨¦s tur¨ªstico.

Lo inmediato son las repercusiones pol¨ªticas. El presidente Alberto Fern¨¢ndez quiso sacar r¨¦dito pol¨ªtico del ¨²ltimo adi¨®s a Maradona, instalando la capilla ardiente en la Casa Rosada, y la jugada sali¨® mal. El asalto al palacio presidencial fue retransmitido en directo por televisiones de todo el mundo, al igual que las cargas policiales. Fern¨¢ndez intent¨® al d¨ªa siguiente despejar responsabilidades y culp¨® a la Polic¨ªa de la Ciudad, dependiente de Horacio Rodr¨ªguez Larreta (jefe de Gobierno de la Ciudad Aut¨®noma de Buenos Aires), por la ¡°acci¨®n desmedida¡± de los antidisturbios.

El presidente Alberto Fern¨¢ndez quiso sacar r¨¦dito pol¨ªtico y la jugada sali¨® mal

Fern¨¢ndez asegur¨® que la situaci¨®n dentro de la Casa Rosada ¡°nunca estuvo fuera de control¡±. Es una forma de verlo. Si la presencia de decenas de personas no autorizadas en el interior, o el lanzamiento de gases lacrim¨®genos, o el derribo de un busto, o el cierre apresurado de la sala del velatorio, o la imagen de un presidente que intentaba calmar los ¨¢nimos desde el segundo piso provisto de un meg¨¢fono, pueden interpretarse en conjunto como una situaci¨®n controlada, es probable que el presidente tenga raz¨®n. En cualquier caso, es un hecho que la coordinaci¨®n de las ceremonias con la familia de Maradona result¨® p¨¦sima.

Normas sanitarias

Luego est¨¢ la ruptura de las normas para combatir la pandemia. Muchos argentinos han tenido, y tienen, que despedir a distancia a sus familiares fallecidos. Result¨® hiriente que en el caso de Maradona no existieran restricciones. Los dirigentes de un peque?o partido liberal, Republicanos Unidos, han presentado una denuncia penal contra el presidente por violar las normas sanitarias establecidas en varios decretos gubernamentales. ¡°El jefe de Estado ha quebrantado uno de los principios fundamentales que establece nuestra ley, el principio de igualdad¡±, dijeron los denunciantes. ¡°Se est¨¢ estableciendo¡±, a?adieron, ¡°un doble est¨¢ndar en materia de funerales, seg¨²n se sea famoso o no¡±.

Luego vendr¨¢ la herencia. Ten¨ªa siete hermanos, una exesposa, dos hijas del matrimonio, dos yernos, tres hijos extramatrimoniales reconocidos, tres supuestos hijos y tres nietos

Al margen de eso, en poco tiempo se sabr¨¢ si la proximidad f¨ªsica de tanta gente (cientos de miles de personas) y la ausencia generalizada de mascarillas supuso un contagio masivo. Los infect¨®logos temen que fuera as¨ª.

En poco tiempo empezar¨¢ tambi¨¦n la pelea por la herencia. Diego Armando Maradona ten¨ªa siete hermanos, una exesposa, dos hijas nacidas dentro del matrimonio, dos yernos (entre ellos el futbolista Sergio Ag¨¹ero), otros tres hijos extramatrimoniales reconocidos, tres supuestos hijos cubanos que exigen ser reconocidos (el abogado de Maradona, Mat¨ªas Morla, sugiere que tienen posibilidades), y tres nietos. Adem¨¢s, sigue sin resolverse el pleito que manten¨ªa con su exesposa, Claudia Villafa?e, por apropiaci¨®n indebida y fraude fiscal.

Este grupo de personas tiene derechos sobre un patrimonio bastante confuso: adem¨¢s del dinero, cuya cantidad se ignora, hay dos apartamentos en Villa Devoto, un apartamento en el lujoso barrio porte?o de Puerto Madero, una casa en Nordelta (habitada por las hermanas), y otra en Bella Vista (en la que vive la expareja Roc¨ªo Oliva). Tambi¨¦n hay dos veh¨ªculos de lujo, un Rolls Royce y un BMW deportivo valorado en 120.000 euros, que se quedaron en Dubai, y otros cuatro autom¨®viles en Argentina. Y luego una lista casi interminable de objetos que podr¨ªan alcanzar precios de venta muy altos en una subasta.