De esquiador ol¨ªmpico a ciclista profesional

Los astr¨®logos hablan de confluencias astrales, las gentes normales de asombrosos cambios de ciclos, algunos de la influencia del covid y el aficionado se rasca la cabeza, asombrado, y piensa en Primoz Roglic, saltador de esqu¨ª hasta los 21 a?os y doble ganador de la Vuelta, y en Remco Evenepoel, internacional juvenil belga como futbolista y aclamado un¨¢nimemente como mejor ciclista del futuro, y compara y piensa que, por qu¨¦ no, que la peripecia de Mart¨ª Vigo, su salto de esquiador de fondo a ciclista profesional en un abrir y cerrar de ojos, no tiene por qu¨¦ acabar mal, que as¨ª son los tiempos que vienen y no hay equipo que no piense que cualquier desconocido hoy puede ser el mejor del mundo ma?ana.

A los 22 a?os, en su primer a?o en el pelot¨®n ciclista, Roglic acababa p¨¢jara las carreras porque no ten¨ªa habilidad suficiente para echar mano al bolsillo trasero de su maillot y sacar una barrita energ¨¦tica sin provocar una ca¨ªda; y Evenepoel, que a¨²n tiene 20 a?os, se escapa siempre que puede porque sufre yendo entre ruedas y manillares, tan cerca, tanto, en el pelot¨®n, y necesita espacio. ¡°Y yo, en las pocas carreras que he disputado, estaba deseando que se hiciera pronto la fuga y meterme en ella porque en el pelot¨®n voy con mucha tensi¨®n, y gasto mucho m¨¢s que los dem¨¢s¡±, confiesa Vigo, de Sesu¨¦, en el valle de Benasque (Huesca), a la sombra de la Maladeta, donde sus padres guardaban un refugio a m¨¢s de 2.000 metros de altitud, que a los 20 a?os fue ol¨ªmpico en los Juegos de Pyeongchang 2018 en esqu¨ª de fondo, a los 21 se replante¨® la vida y a los 22, en medio del confinamiento, empez¨® a montar en serio en bicicleta, corri¨® tres carreras de calendario amateur, destac¨® en el Valenciaga, la gran cl¨¢sica espa?ola, y fich¨® por un equipo profesional, el Androni italiano. ¡°Una serie de circunstancias personales, como la muerte de mi padre, el que mi pareja dejara el esqu¨ª, una mononucleosis y el que tuviera estancados los estudios de fisioterapia en Lleida porque apenas ten¨ªa tiempo para las pr¨¢cticas, me empujaron a dar un cambio a mi vida, y en primavera de 2019 dej¨¦ el equipo nacional de esqu¨ª. Necesitaba salir del bucle de concentraciones, Llanos del Hospital, viajes, competiciones, entrenamientos y cambiar de aires. Llevaba esquiando desde los tres a?os¡±.

A?adir un ¡®lo nunca visto¡¯ al periplo de Vigo (1,74m, 64 kilos) ser¨ªa exagerar bastante, porque justo este mismo 2020 de la pandemia otro extraterrestre, el triatleta toledano Javier Romo, firm¨® por el Astana despu¨¦s de haber corrido solo tres o cuatro carreras en su vida, aunque una fuera el campeonato de Espa?a, que gan¨® escapado.

Y, como a Romo le animaron a meterse a ciclista algunos profesionales de su tierra, como Sevilla, Carretero o Parra y, a los que deslumbr¨® cuando se uni¨® a su grupo de entrenamiento, a Vigo fue otro profesional de Huesca, Sergio Samitier, el primero que le dijo que ten¨ªa nivel para ser profesional, los datos de su Strava los que alertaron al mundillo y Patxi Vila, el preparador del Movistar, el que se lo confirm¨® despu¨¦s de someterle a una prueba de esfuerzo en la que dio datos de vatios y consumo de ox¨ªgeno ¡°muy buenos¡±. ¡°F¨ªsicamente, est¨¢ para correr en profesionales, y tiene buen manejo de la bicicleta. Despu¨¦s, habr¨¢ que ver c¨®mo se adapta t¨¦cnica, t¨¢ctica y mentalmente al gran pelot¨®n¡±, dice Vila, quien hizo llegar sus datos a algunos agentes y a uno de ellos, el exciclista italiano Maurizio Fondriest, le convenci¨® para que lo llevara al Androni, el equipo en el que empez¨®, por ejemplo, Egan Bernal, otro que fue profesional sin pasar por los escalones juveniles y amateur del ciclismo de carretera, pues lleg¨® desde el mountain bike. ¡°Su pasado como ol¨ªmpico de esqu¨ª de fondo, un deporte sin apenas atractivo medi¨¢tico y en el que hay que trabajar muy duro para destacar, nos dice que Vigo al menos tiene una gran capacidad de entrenamiento y de adaptaci¨®n¡±.

¡°Soy muy competitivo y me gusta correr para ganar¡±, dice Vigo. ¡°Pero no s¨¦ hasta d¨®nde llegar¨¦. Tengo que descubrirlo¡±.